Llevábamos unos meses esperando que llegase el momento. Hoy por fin podemos decir que ya está en las calles el nuevo trabajo de Trentemoller, que lleva por título Fixion.


Acabó la espera. Fixion, el cuarto disco del productor danés, sale editado a través de In My Room, sello del propio Trentemoller.

Trentemoller ha evolucionado y acabado siendo un proyecto para subirse a los escenarios y actuar como banda, pero todas las canciones han sido compuestas y producidas por el propio Anders. En esta ocasión, el danés cuenta con la colaboración de Marie Fisker, Lisbet Fritze (antes cantante y guitarrista de la extinta banda Giana Factory) y Jehnny Beth (del cuarteto londinense Savages, formación con la Anders pasó parte del 2015 mezclando Adore Life).

Fixion destila oscuridad, melancolía y romanticismo. Tanto el trabajo de composición como el de producción ha sido trabajado al detalle. En palabras del propio artista, “me encanta la idea de que se pueda construir un mundo imaginario a base de música. Para mí la música es ficción. No es algo que solo existe separadamente de la objetividad. La ficción es realidad engañosa. Todo junto forma un mismo ente. Tanto ficción como música pueden usarse para confrontar y criticar la existencia, pero también escapar de la misma. Encuentro belleza en todo eso”“Esta vez, para tener más espacio donde divagar, decidí crear mi propio universo musical. Lo quise, de algún modo, bastante minimalista y reducido a su más minúscula expresión. Lo esencial. Dicho eso, quise cuidar luego al milímetro cada recóndito detalle, esos que todo el mundo encontrará en cuanto destape y escuche cuidadosamente cada canción”. 

Como decíamos unas líneas más arriba, la oscuridad es algo que envuelve todo el álbum, pero no hablamos de una oscuridad tétrica. En unas ocasiones ésta será más melancólica y en otras romántica. Además, es palpable las constantes ganas que tiene Trentemoller de explorar otros mundos.

‘One Eye Open’, tema encargado de abrir el disco, podría llegar a despistarnos. Recuerdo coger el envoltorio del CD promocional para asegurarme de que realmente había recibido lo nuevo de Trentemoller y no algo de una banda de post-rock. Porque eso es lo que abre el disco. La voz de Marie Fisker le da un punto gótico y excitante a la canción. Muy interesante.

Encontramos temas rotundos, como el que sirviera de primer single de adelanto, ‘River in Me’, en el que aparece Jehnny Beth y que te presentábamos en su momento. ‘Never Fade’ es una canción ensoñadora capaz de mantenerte con la vista fija en ninguna parte y dejar tu mente en blanco hasta el final.

Como muestra de la búsqueda de nuevos terrenos, aparece ‘Sinus’. Es una experimentación sonora, casi poética, que nos muestra un mundo retrofuturista. En un plano diferente, ‘My Conviction’, de nuevo con la colaboración de Marie, es un track industrial con tintes psicodélicos.

Fixion funciona a la perfección como un todo, y gana con cada escucha a medida que se le presta atención a los detalles. Este trabajo es, una vez más, un paso en firme hacia adelante en la carrera de Trentemoller, una muestra de que la madurez y la contínua experimentación y búsqueda de nuevos mundos no es sólo natural, sino necesario.

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