El pasado viernes Martirio actuó en el Teatre El Musical en Valencia con su gira 30 años haciendo un repaso por sus éxitos más característicos y los de otros artistas.
Ay Martirio. Con un sold out y un público que rondaba los 50 años empezó la noche en Valencia. Tras una breve presentación de los músicos, piano, contrabajo y batería, apareció Martirio, cómo no luciendo una peineta y sus gafas de sol que tanto la caracterizan. Hizo un recorrido por toda su trayectoria musical. Hacía un breve monólogo antes de cada canción, que arrancaba varias carcajadas a los espectadores, decía el año y a quien se la dedicaba. Promocionaba así su disco Martirio 30 años.
Paseaba tranquilamente su voz por distintos géneros musicales: bolero, copla, sevillanas, tango, flamenco…la mayoría de ellas entremezcladas con jazz. La vitalidad que desprendía bailando por el escenario era digna de admirar, de arriba abajo sin parar de moverse. Sinceramente en ningún momento pensé que me iba a reír tanto en un concierto de estas características, pero lo hice y mucho. El concierto se abrió con ‘Estoy Mala’ de su álbum Estoy mala publicado en 1986 que si a estas alturas la canción te escandaliza, imaginaos en los 80, causó todo un revuelo. Prosiguió con ‘Madurito interesante’ del mismo año.
Son canciones que te hacen reír y reflexionar sobre la valentía de Martirio escribiendo estas letras en aquella época, rasgo que la hace tan peculiar. También encogió el corazón de los espectadores cantando temas como ‘María La Portuguesa’ de Carlos Cano , ‘Ojos verdes’ (en el cual se quitó sus gafas durante un breve instante), ‘No me quieras tanto’ y ‘Él vino en un barco’ homenajeando a la que ella dice le enseñó todo sobre la copla, la querida Conchita Piquer. Llegó entonces el momento más destacable de la noche, se oían ya los inconfundibles acordes de ‘La bien pagá’ de Miguel de Molina cuando Martirio no sorprende de otra manera sino que cantando una de las canciones más famosas (por no decir la más famosa) de la copla española, en inglés.
El público desternillado y sorprendido no creía lo que oía y yo menos todavía, al ver a una señora (si se me permite decirlo) parloteando en inglés. Los oyentes entregados y agradecidos no perdían ni una sola ocasión en ovacionar a músicos y artista durante todas las canciones. Prosiguió con ‘Sevillana de los bloques’, ‘Mi marío’, ‘En esta tarde gris’ y ‘La llorona’ dando gracias a una de las grandes de la música, Chavela Vargas. También hubo mención para Joaquín Sabina cuando interpretó su tema ‘Noche de bodas’ y cerró tan impresionante actuación con ‘Compuesta y sin novio’ del álbum 25 años (En Directo) publicado en 2009. Pianista, contrabajista y percusionista tuvieron también sus momentos de lucir tan majestuosa destreza que desprendían. Principalmente, y porque toco el piano, me llamó especialmente la atención la desenvoltura de Jesús Lavilla con manos angelicales que recorrían las teclas creando un sonido musical majestuoso. Sin olvidar a Reinier Elizarde Negron al contrabajo y Daniel García a la batería, los cuales también bordaron sus solos instrumentales acompañando a la artista. Realizaron los tres improvisaciones que sinceramente fueron espectaculares. Público embobado y aplaudiendo de pie parece ser que opinaba lo mismo que yo.
También hay que destacar que la iluminación y la limpieza del sonido del teatro favorecían a que la actuación estuviese cargada de todo tipo de sentimientos. En resumen, uno de los mejores conciertos en los que he estado, una actuación impecable, unas canciones soberbias, unos músicos excepcionales y una voz, la voz que pone música a todas las grandes canciones de la historia de la copla y el flamenco, la voz de MARTIRIO.