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Reseña: Hildegard von Bingen fue una santa, abadesa, mística, compositora pionera y ahora es una ópera

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Reseña

La figura de Hildegard von Bingen, una santa, abadesa, mística, compositora pionera y polímata del siglo XII, continúa fascinando en el presente. Su influencia, que abarcó la teología, la filosofía, la medicina, la música y la literatura, la ha consolidado como un ícono protofeminista y una mente adelantada a su tiempo. Ahora, su extraordinaria vida y legado han sido llevados al escenario operístico en la conmovedora producción de Sarah Kirkland Snider, titulada simplemente «Hildegard», ofreciendo una nueva perspectiva sobre esta mujer visionaria.

Hildegard von Bingen: Una Figura de Leyenda

Nacida en el año 1098 en Bermersheim vor der Höhe, Alemania, Hildegard ingresó al monasterio benedictino de Disibodenberg a una edad temprana. Desde niña experimentó visiones místicas, que más tarde registraría y que serían reconocidas por la Iglesia como revelaciones divinas. Su vida estuvo marcada por una profunda espiritualidad, un intelecto agudo y una voluntad inquebrantable que le permitió desafiar las normas patriarcales de su época.

Entre sus múltiples talentos, Hildegard von Bingen es especialmente conocida por su música, con composiciones que se caracterizaban por líneas melódicas efusivas y un estilo distintivo que se apartaba del canto más sobrio de la época. Sus obras, como el «Ordo Virtutum», son ejemplos tempranos de drama litúrgico y han sido objeto de numerosas grabaciones modernas. Además, desarrolló un profundo conocimiento de la herboristería y la medicina natural, dejando escritos que aún se estudian hoy. Su canonización por el Papa Benedicto XVI en 2012 y su posterior proclamación como Doctora de la Iglesia Romana subrayan la magnitud de su legado.

La Ópera «Hildegard»: Un Viaje Espiritual y Musical

La ópera «Hildegard», obra de Sarah Kirkland Snider con libreto propio, se suma a la larga y curiosa fascinación de la ópera por la vida conventual. A diferencia de representaciones anteriores que a menudo exploraban los conflictos entre el deseo mundano y espiritual, la visión de Snider presenta una obra reverencial y profundamente sentida que explora la vida interior de la santa. La ópera se centra en un año crucial en la vida de Hildegard, en un momento en que era abadesa y desarrollaba una intensa relación con su joven acólita, Richardis.

Narrativa y Temas Centrales

La trama de «Hildegard» explora la compleja dinámica entre Hildegard y Richardis, una relación que algunos musicólogos sugieren pudo haber tenido tintes románticos, y que en la ópera se convierte en una crisis espiritual para ambas mujeres. Otro eje central es el conflicto de Hildegard con el Abad Cuno, quien cuestiona la autenticidad de sus visiones y le prohíbe componer música, una prohibición que ella ignora. La ópera culmina con Hildegard superando a sus adversarios y logrando que el Papa valide sus visiones como la voz de Dios.

La obra destaca la tenacidad de Hildegard frente al patriarcado eclesiástico y su lucha por preservar la autenticidad de sus experiencias místicas. También aborda la universalidad de sus preocupaciones y deseos, que resuenan con las inquietudes del siglo XXI, solidificando su estatus como un ícono protofeminista.

La Propuesta Musical

Sarah Kirkland Snider ha optado por una composición para un conjunto de cámara de nueve miembros (cuarteto de cuerda, bajo, arpa, flauta, clarinete y fagot), miembros de la Orquesta de la Ópera de Los Ángeles. Las alusiones directas a la música de Hildegard von Bingen son modestas, permitiendo a Snider desarrollar su propio lenguaje musical que, sin embargo, busca evocar el espíritu de la compositora medieval.

  • Cada escena se inicia con una breve obertura instrumental, a menudo con patrones rítmicos o melódicos que se desarrollan a lo largo de la pieza, creando una sensación de movimiento y progresión.
  • Las líneas vocales de Snider tienden a ser más conversacionales, priorizando la claridad narrativa sobre la efusividad melódica que caracterizaba a Hildegard.
  • La complejidad de la partitura reside en el conjunto instrumental, que, asistido por pasajes corales angelicales, logra una exuberancia subyacente que complementa la narrativa.
  • El segundo acto es donde la relación entre Hildegard y Richardis florece, llevando a la música hacia un éxtasis más abrumador, que culmina en una sorprendente transformación espiritual durante el epílogo.

El Elenco y la Producción

La producción de «Hildegard» cuenta con un reparto talentoso. La soprano Nola Richardson encarna a una Hildegard que, exteriormente tranquila y competente, revela una radiante vida interior. Mikaela Bennett, con una soprano más oscura y dramática, interpreta a Richardis, y sus duetos son particularmente cautivadores. Roy Hage es Volmar, el confidente de Hildegard, y David Adam Moore da vida al Abad Cuno.

El diseño escenográfico de Marsha Ginsberg, el diseño de proyección de Deborah Johnson y otros elementos visuales trabajan en conjunto para crear un espacio enfocado que realza la música y la acción.

Un aspecto notable y a menudo debatido en las producciones contemporáneas es el uso de la amplificación. Aunque se reconoce la tarea hercúlea de los cantantes en esta exigente ópera, la amplificación puede restar individualidad a las voces y añadir una cierta tosquedad al conjunto instrumental, mermando la quietud que podría esperarse en un entorno conventual.

Preguntas Frecuentes sobre Hildegard von Bingen y la Ópera

¿Quién fue Hildegard von Bingen?

Hildegard von Bingen (1098-1179) fue una monja benedictina, abadesa, escritora, compositora, filósofa, mística, visionaria y polímata alemana. Es considerada una de las figuras más influyentes del siglo XII.

¿Qué temas explora la ópera «Hildegard»?

La ópera explora la vida interior de Hildegard, sus visiones místicas, su lucha contra el patriarcado de la Iglesia, y su profunda relación con su acólita Richardis. También aborda temas de fe, poder, creatividad femenina y la búsqueda de la autonomía espiritual.

¿La música de la ópera incorpora directamente las composiciones de Hildegard?

Si bien la ópera «Hildegard» está inspirada en la figura de la santa, las alusiones directas a la música medieval de Hildegard von Bingen son modestas. Sarah Kirkland Snider desarrolla su propio lenguaje musical contemporáneo para evocar el espíritu y la experiencia de la vida de Hildegard.

Conclusión

La ópera «Hildegard» de Sarah Kirkland Snider es una obra reflexiva y profundamente humana que resucita la imponente figura de Hildegard von Bingen para el público contemporáneo. Al centrarse en un año pivotal y en las relaciones personales de la santa, la ópera ofrece una visión íntima de su vida, sus luchas y sus triunfos. Es una invitación a la paciencia y a la inmersión en una narrativa que, al igual que la propia santa, revela su poder transformador en su culminación. La obra celebra no solo la compositora y mística, sino también a la mujer extraordinaria que desafió las convenciones de su tiempo para dejar un legado perdurable.

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