Reseña del ‘Día de Peter Hujar’: el miércoles de un artista resulta extrañamente convincente

En el vibrante Lower Manhattan de los años setenta, donde la efervescencia artística y la contracultura bullían, se gestó un proyecto tan modesto como revelador que, décadas después, ha encontrado una nueva vida en la pantalla grande. El film ‘El día de Peter Hujar’, dirigido por Ira Sachs, nos invita a una inmersión singular en la cotidianidad de un artista cuyo legado ha crecido exponencialmente tras su muerte. Basada en una transcripción de 1974, la película desvela un miércoles aparentemente intrascendente que, bajo la mirada de Sachs, se convierte en una exploración profundamente convincente de la vida, la amistad y la creación artística.

Orígenes de un Proyecto Único

La génesis de «El día de Peter Hujar» se remonta al 18 de diciembre de 1974, cuando la escritora Linda Rosenkrantz, conocida por su estilo literario que exploraba el discurso, pidió a su amigo, el fotógrafo Peter Hujar, que documentara sus actividades durante un día. El objetivo de Rosenkrantz era compilar un libro sobre los aspectos mundanos y la esencia de la vida cotidiana de sus talentosos confidentes. Hujar, figura clave en la liberación gay y reconocido por sus retratos en blanco y negro de la escena neoyorquina, olvidó inicialmente la tarea. Sin embargo, tras un recordatorio telefónico de Rosenkrantz al día siguiente, el fotógrafo relató con detalle los pormenores de su jornada. Aquella conversación fue grabada en cinta y, aunque esta se perdió, la transcripción fue recuperada en 2019, dando lugar a la publicación del libro «Peter Hujar’s Day» (El día de Peter Hujar).

De la Transcripción a la Pantalla Grande

El director Ira Sachs se topó con este texto durante la filmación de su película anterior, ‘Passages’, y vio en él un potencial cinematográfico inesperado. Sachs decidió adaptar esta conversación diarística y fascinante a la gran pantalla, eligiendo a Ben Whishaw para encarnar a Peter Hujar y a Rebecca Hall para dar vida a Linda Rosenkrantz. La película, que se estrenó en el Festival de Cine de Sundance en enero de 2025 y tuvo su lanzamiento en Estados Unidos el 7 de noviembre de 2025, es una obra biográfica y dramática que transporta al espectador a la década de 1970. La elección de Whishaw, quien ya había colaborado con Sachs, resultó «perfectamente acertada» para capturar la esencia del fotógrafo.

La Esencia de la Experiencia Humana en un Día Ordinario

Lo que emerge de «El día de Peter Hujar» es una crónica irónica y a la vez conmovedora de llamadas telefónicas —incluso con figuras como Susan Sontag—, las vicisitudes del trabajo independiente y encuentros con celebridades, como una sesión de fotos con Allen Ginsberg para el New York Times. La película se desarrolla enteramente en el apartamento de Rosenkrantz en Manhattan, con Nueva York actuando como un personaje silencioso pero omnipresente. Desde el siseo de una tetera al amanecer hasta las reflexiones más honestas del atardecer, el film destila algo bellamente esencial sobre la experiencia humana y la comodidad de la amistad. Adquiere un significado aún más profundo sabiendo que Peter Hujar fallecería 13 años después, en 1987, debido a complicaciones relacionadas con el SIDA, una pérdida sentida en todo el mundo del arte.

Un Enfoque Cinematográfico Singular

Sachs no se limita a recrear la conversación, sino que introduce elementos meta-narrativos, ofreciendo ocasionalmente destellos de una claqueta o del equipo de rodaje, o permitiendo que se escuchen pitidos que sugieren el fin de un rollo de película. Estos interludios, junto con primeros planos de los actores que evocan los retratos de Hujar, son un guiño a la propia naturaleza del arte y del cine, jugando con el tiempo y creando su propia realidad. Este estilo autoconsciente pero nunca dominante permite una ventana a un Nueva York ya desaparecido y a una escena cultural queer influyente.

Actuaciones Íntimas y un Ambiente Auténtico

La cinematografía texturizada de 16mm de Alex Ashe y el sencillo apartamento de dos niveles donde se desarrolla la acción contribuyen a una autenticidad palpable. El juego de luces desde el día hasta la noche en los rostros de Ben Whishaw y Rebecca Hall crea su propio arco dramático, transformando los detalles cotidianos de Hujar en un testimonio íntimo de humor, rigor y reflexión. La interpretación de Whishaw es convincente, pero la calidez constante de Hall en su papel de oyente y compañera es igualmente fundamental, destacando los placeres de la amistad y cómo los pequeños detalles en las relaciones forjan una conexión verdadera. Críticos como Monica Castillo de Rogerebert.com han elogiado la película como «una clase magistral en composición, creando movimiento donde hay poco y encontrando una forma poco convencional de filmar a dos personas hablando». El film ha recibido «aclamación universal» con una puntuación de 83 sobre 100 en Metacritic.

Reflexiones Finales sobre la Amistad y el Tiempo

«El día de Peter Hujar» es más que un simple retrato de un artista; es una meditación sobre el tiempo, la amistad y el acto creativo en su forma más pura y sin pretensiones. La película de Ira Sachs no solo rescata un fragmento olvidado de la historia cultural de Nueva York y la vida de un fotógrafo excepcional, sino que también nos recuerda la profunda belleza y el valor inherente en los días que consideramos «ordinarios», especialmente cuando se comparten y se reflejan a través de la lente de una amistad genuina. Es una «peculiaridad real de una película», como la describió Ben Whishaw, un «anti-drama» que se adentra en la esencia de lo que significa ser un artista en un tiempo y lugar específicos.