Reese Witherspoon recuerda el SNL post-11S: «Cero estrellas»

Reese Witherspoon ha reflexionado recientemente sobre uno de los momentos más singulares y desafiantes de su carrera: ser la anfitriona del primer episodio de Saturday Night Live (SNL) después de los trágicos eventos del 11 de septiembre de 2001. Lo que parecía ser una oportunidad cumbre para la joven estrella en ascenso se convirtió en una experiencia que, con una mezcla de humor y seriedad, ella ha calificado como de «cero estrellas, no lo recomiendo». Su testimonio arroja luz sobre la inmensa presión y la responsabilidad inesperada que recayeron sobre sus hombros en un momento de profundo duelo nacional.

Un Recuerdo Agrio: La Experiencia de Reese Witherspoon en SNL tras el 11-S

En una reciente conversación en el podcast «Armchair Expert with Dax Shepard», Reese Witherspoon compartió su perspectiva sobre su paso como anfitriona de Saturday Night Live el 29 de septiembre de 2001. A pesar de su éxito reciente con «Legalmente Rubia», la actriz no dudó en describir la experiencia como «demasiada responsabilidad para una chica de 24 años». Su declaración «Le daría cero estrellas. No lo recomiendo», aunque dicha en tono de broma, subraya la dificultad emocional de la situación.

El Contexto Histórico: Una Nación en Duelo

Los ataques del 11 de septiembre dejaron a Estados Unidos en un estado de shock y luto. En este clima, la televisión de entretenimiento, y en particular un programa de comedia en vivo como Saturday Night Live, se enfrentaba al desafío de cómo abordar la tragedia. Lorne Michaels, el creador de SNL, se puso en contacto personalmente con Witherspoon. «Realmente necesito que vengas», recordó Witherspoon que le dijo Michaels. «Realmente necesito esto. Rudy Giuliani estará aquí. Todos los bomberos estarán aquí. Paul Simon cantará. Solo quiero que salgas y hagas algo un poco ligero y le digas a Estados Unidos: ‘No puedes arrepentirte’. Necesitamos reírnos de nuevo. Necesitamos recuperar el espíritu nacional'».

El episodio marcó el regreso del programa después de la cancelación del estreno original de la temporada, previsto para el 22 de septiembre. La «cold open» contó con la presencia del entonces alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, flanqueado por bomberos y policías, quienes declararon que, a pesar del ataque, la ciudad de Nueva York seguiría funcionando con normalidad y Saturday Night Live continuaría según lo planeado. Paul Simon interpretó emotivamente «The Boxer».

Una Joven Estrella Bajo Presión

En el momento de la invitación, Witherspoon, con 24 años (o 25 según algunas fuentes), se encontraba en un punto álgido de su carrera. Su película «Legalmente Rubia» se había estrenado con gran éxito el 13 de julio de 2001, solo unos meses antes. Además, era madre primeriza de un bebé de un año. La combinación de su reciente fama, su juventud y la inmensa carga emocional del país creó una situación de presión única. A pesar de que Michaels le ofreció la posibilidad de retractarse, Witherspoon sintió que no podía negarse. «Lo hicimos y estuvo bien», afirmó la actriz, aunque admitió haber «salido completamente de mi cuerpo» durante la experiencia.

Detalles del Episodio Histórico

El episodio, que se emitió el 29 de septiembre de 2001, fue el primero de la temporada 27 de Saturday Night Live. Además de la actuación de Paul Simon, la invitada musical fue Alicia Keys, quien interpretó «Fallin'» y «A Woman’s Worth». Fue también el primer episodio para futuros miembros del elenco como Amy Poehler y Seth Meyers.

Un Legado Duradero en la Trayectoria de Reese

La intensidad de la experiencia dejó una marca significativa en Reese Witherspoon. Ella no volvió a presentar Saturday Night Live hasta 14 o 15 años después, en mayo de 2015, durante la temporada 40 del programa. Su franqueza sobre este período resalta las presiones únicas que pueden enfrentar las figuras públicas durante las crisis nacionales y cómo incluso los momentos de mayor visibilidad pueden ir acompañados de una profunda complejidad personal. La reflexión de Reese Witherspoon sobre el primer episodio de SNL posterior al 11 de septiembre subraya la delgada línea entre el entretenimiento y la responsabilidad cívica en tiempos difíciles.