¿Quién fue Chad Boyce? El legado del camarógrafo canadiense tras las cámaras
Chad Boyce no era una celebridad, pero su trabajo marcó la diferencia en algunas de las series de televisión más reconocidas filmadas en Canadá. Detrás del brillo de la pantalla, él fue una pieza clave en la creación visual de universos como The 100, Riverdale o Wynonna Earp. Aunque falleció en 2018, su legado como camarógrafo y asistente de cámara sigue vivo en cada producción que tocó. En este artículo, repaso su vida, carrera y el impacto que dejó en la industria.
Datos personales de Chad Boyce
Atributo | Detalle |
Nombre completo | Chad Philip Boyce |
Fecha de nacimiento | 23 de septiembre de 1978 |
Lugar de nacimiento | Vancouver, Canadá |
Fecha de fallecimiento | 17 de abril de 2018 |
Lugar del fallecimiento | Vancouver, Canadá |
Edad al morir | 39 años |
Nacionalidad | Canadiense |
Profesión | Asistente de cámara / camarógrafo |
Afiliación profesional | ICG 669 (International Cinematographers Guild) |
Padre | Larry Boyce |
Estado civil | Soltero |
Pasatiempos | Fotografía, viajar, amor por los perros |
Obras destacadas | Punch (2002), The 100, Riverdale, Wynonna Earp |
Inicios en la industria
La carrera de Chad Boyce comenzó a principios de la década del 2000. Su primera aparición profesional fue en la película canadiense Punch (2002), donde trabajó como aprendiz de cámara. Fue este primer paso el que lo llevó a involucrarse más a fondo en el mundo audiovisual. A lo largo de los años, fue ganando experiencia técnica y profesional en una industria exigente, especialmente en Vancouver, uno de los epicentros de la producción televisiva en Canadá.
En 2017, Chad se unió formalmente al sindicato ICG 669, una afiliación profesional que representa a técnicos y operadores de cámara en la región del Pacífico Noroeste. Este paso marcó su consolidación como profesional calificado en el ámbito cinematográfico.
Colaboraciones destacadas
Entre las producciones más importantes donde participó, destacan varias series que han tenido un gran seguimiento internacional. En The 100, por ejemplo, Chad fue parte del equipo de cámara, ayudando a capturar imágenes que transportaban a los espectadores a un futuro distópico lleno de tensión y drama. También trabajó en Riverdale, la reinvención oscura y juvenil del universo de Archie, y en Wynonna Earp, una serie que mezcla western, fantasía y acción.
Su rol como segundo asistente de cámara era clave en el funcionamiento del set. Encargado de tareas como el enfoque, el cambio de lentes, la organización del equipo de cámara y la supervisión técnica de los rodajes, Chad se aseguraba de que todo estuviera perfectamente preparado para capturar cada escena.
Impacto humano y profesional
Quienes lo conocieron resaltan no solo su compromiso profesional, sino también su calidez personal. Era alguien que aportaba tranquilidad y eficiencia en los momentos más caóticos de rodaje. Se le recuerda como un hombre amable, trabajador, con una pasión genuina por la imagen y un amor profundo por los animales, especialmente los perros.
Su muerte repentina dejó a muchos en estado de shock. El 17 de abril de 2018, Chad falleció en Vancouver. Aunque no se divulgó oficialmente la causa de muerte, allegados sugirieron que pudo haber sido una sobredosis accidental. La noticia conmovió al entorno profesional, y las redes sociales se llenaron de mensajes de compañeros y amigos despidiéndose de él con cariño y respeto.
El homenaje de The 100
Uno de los momentos más significativos tras su muerte fue el homenaje que se le rindió en la serie The 100. Al final del episodio 4 de la temporada 5, apareció en pantalla la dedicatoria:
“In Loving Memory of Chad Boyce”
Este gesto fue una muestra clara del aprecio y reconocimiento que le tenían dentro del equipo. No todos los técnicos reciben ese tipo de homenaje, lo que habla del nivel de impacto que tuvo su presencia en el rodaje.
Legado silencioso, pero poderoso
El trabajo de Chad Boyce es una representación del esfuerzo de cientos de técnicos que hacen posible la magia de la televisión y el cine sin estar en el foco de la cámara. Son esas personas anónimas para el gran público, pero fundamentales en la maquinaria que hace girar la industria.
Su historia también sirve para recordar la importancia del bienestar emocional y físico en una industria que suele estar llena de presiones, horarios extensos y contextos laborales intensos.
Conclusión
Chad Boyce fue un profesional que vivió para su oficio. Detrás de cada plano bien enfocado, de cada toma impecable, había alguien como él asegurándose de que todo funcionara a la perfección. Aunque su vida fue corta, logró dejar una marca que fue reconocida por sus compañeros y por los proyectos donde trabajó.
Hoy, al recordar su historia, no solo hablamos de un técnico de cámara. Hablamos de alguien que puso el alma en su trabajo y que es parte del legado visual de algunas de las mejores series televisivas de los últimos años. Chad Boyce merece ser recordado no solo por su técnica, sino por su humanidad y por la pasión que llevó a cada rodaje.