Megyn Kelly sorprende con los comentarios de Epstein y comparte la opinión de una fuente de que él ‘no es un pedófilo’ porque ‘le gustan las chicas de 15 años’

En el panorama mediático actual, donde las figuras públicas son constantemente escrutadas, los comentarios de la periodista y presentadora Megyn Kelly sobre Jeffrey Epstein han vuelto a generar una considerable controversia. Kelly sorprendió a su audiencia al compartir la opinión de una fuente anónima que sugería que Epstein «no era un pedófilo» en el sentido tradicional, basándose en la preferencia del delincuente sexual por «chicas de 15 años». Esta afirmación provocó un intenso debate en torno a la definición de pedofilia, la responsabilidad de los medios y la forma en que se discuten temas tan delicados como el abuso de menores.

Megyn Kelly y la Controversia de los Comentarios sobre Epstein

La situación surgió durante una emisión de «The Megyn Kelly Show», donde la presentadora abordó el caso de Jeffrey Epstein, el financiero convicto que se suicidó en prisión mientras esperaba juicio por tráfico sexual. Kelly citó a una fuente que describió como «alguien muy, muy cercano a este caso y en condiciones de saber casi todo», quien supuestamente afirmó que Epstein no encajaba en la descripción de un pedófilo.

La Afirmación de la Fuente y la Aclaración de Kelly

Según los comentarios de Kelly, la fuente expresó que, en su opinión, Jeffrey Epstein «no era un pedófilo» porque «le gustaban las chicas de 15 años» y no niños de ocho años. Kelly se apresuró a aclarar que, si bien encontraba esta preferencia «repugnante» y «ciertamente no estaba tratando de poner una excusa», la intención era transmitir la supuesta distinción hecha por su fuente. Subrayó que, para esta persona, Epstein se inclinaba por «adolescentes muy jóvenes que podrían considerarse más jóvenes que ellos, pero que a un transeúnte le parecerían legítimos».

La presentadora explicó que su propia percepción sobre la verdadera naturaleza de Epstein cambió drásticamente cuando se enteró de la existencia de miles de videos de abuso sexual infantil en posesión del delincuente. Fue entonces cuando Kelly admitió haber pensado: «Oh, no, era un verdadero pedófilo. Sólo un pedófilo podría salirse con la suya con vídeos de abuso a niños pequeños».

Reacciones y Críticas a las Declaraciones

Las declaraciones de Megyn Kelly generaron una ola inmediata de críticas y reacciones negativas en las redes sociales y otros medios. Muchos la acusaron de minimizar la gravedad de los crímenes de Epstein y de trivializar la definición de pedofilia. Activistas y usuarios de internet señalaron que cualquier atracción o actividad sexual con menores de edad, independientemente de la edad del menor involucrado (siempre que sea por debajo de la edad de consentimiento legal), constituye un comportamiento pedófilo y criminal.

La activista Shannon Watts, por ejemplo, comentó que Kelly parecía intentar convencer a su audiencia de que las niñas víctimas de tráfico sexual eran «menos agredidas si habían alcanzado la pubertad», destacando la preocupación por la percepción que estos comentarios podrían crear. Este incidente puso de manifiesto la delicada línea entre la libertad de expresión y la responsabilidad editorial al abordar temas de abuso y explotación.

Jeffrey Epstein: Un Recordatorio de la Oscuridad

El caso de Jeffrey Epstein sigue siendo un sombrío recordatorio de los peligros de la explotación sexual de menores. Su red de tráfico sexual, que abarcó a varias jóvenes y adolescentes, y las conexiones con figuras influyentes, han mantenido el caso en el ojo público. La discusión sobre si Epstein «era o no era un pedófilo» según ciertos criterios, aunque sea por una fuente, subraya la importancia de la educación y la concienciación sobre lo que constituye el abuso sexual y la pedofilia, y cómo la ley lo define y castiga.

Los comentarios de Megyn Kelly, y la subsiguiente reacción, ilustran la constante tensión en el discurso público cuando se abordan crímenes tan atroces. La naturaleza de los crímenes de Jeffrey Epstein es inequívoca: involucraba la explotación y el abuso de menores, acciones universalmente condenadas y legalmente perseguidas. La discusión generada por estas declaraciones sirve como un recordatorio de la necesidad de un lenguaje preciso y sensible al tratar con las víctimas y la naturaleza de tales delitos.