Meghan Markle no es responsable del ‘ridículo’ anuncio de la duquesa

La duquesa de Sussex, Meghan Markle, ha sido objeto de escrutinio público en diversas ocasiones, pero un reciente incidente relacionado con un anuncio formal de su título real ha generado un debate particular. Durante una entrevista para Harper’s Bazaar, la duquesa fue presentada con gran formalidad ante solo dos invitados, un detalle que rápidamente atrajo críticas y especulaciones sobre su apego a su estatus real. Sin embargo, expertos en la realeza han salido en su defensa, argumentando que Meghan Markle no es responsable del ‘ridículo’ anuncio de la duquesa y que la culpa recae probablemente en factores externos a su control.

El Inesperado Anuncio y la Reacción Pública

El momento que desató la controversia ocurrió durante una entrevista con la reportera de Harper’s Bazaar, Kaitlyn Greenidge. Greenidge relató un episodio en el que, al llegar a una residencia en el Upper East Side para una reunión, Meghan Markle fue anunciada de manera elegante como la «Duquesa de Sussex» a pesar de que solo había dos personas presentes en la casa. Este protocolo, que podría parecer excesivo para una reunión tan íntima, rápidamente se interpretó como una muestra de que Meghan se aferraba a su título, incluso después de haberse apartado de sus deberes reales activos.

La escena, descrita como «ridícula» por algunos, provocó una ola de críticas en los medios y en las redes sociales, sugiriendo que la duquesa estaba intentando mantener una formalidad que ya no le correspondía en el mismo grado o que era inapropiada para el contexto. Esta percepción de un posible intento por parte de Meghan de enfatizar su título generó un debate sobre su papel y su imagen pública tras su salida de la monarquía británica.

La Defensa de los Expertos: ¿Quién es el Verdadero Responsable?

Frente a la avalancha de críticas, la experta real Jennie Bond ofreció una perspectiva diferente, argumentando que es injusto culpar a Meghan Markle directamente por el incidente. Bond sugirió que la situación era más probable el resultado de un anfitrión demasiado entusiasta o de una administración de la casa que buscaba impresionar. «Esto suena ridículo dado el contexto en el que el entrevistador se reunía con Meghan por segunda vez, la primera de forma relativamente informal compartiendo una hamburguesa con patatas fritas en un restaurante», comentó Bond, según se ha reportado en diversos medios.

La experta señaló que «los estadounidenses tienden a entusiasmarse mucho con los títulos», lo que podría haber llevado al administrador de la casa a realizar el anuncio formal sin que fuera una instrucción directa de la duquesa. En este sentido, la formalidad extrema podría haber sido una manifestación de la admiración o el asombro del personal ante la presencia de una figura real, más que una exigencia de Meghan. Bond concluyó que «ella no es la Meghan mimosa y amable que se retrata en otros lugares. Así que no creo que debamos empezar a criticar a Meghan por eso», desvinculándola de la responsabilidad del «ridículo» anuncio.

Navegando la Esfera Pública: Incidentes Relacionados

Este incidente no es el único que ha puesto de manifiesto los desafíos que Meghan y Harry enfrentan al intentar definir su imagen pública post-realeza. Comentarios de la estrella de reality Bethenny Frankel sobre el exmarido de Meghan, Trevor Engelson, añadieron una capa de contexto sobre la percepción temprana del ascenso de Meghan. Frankel relató que Engelson le confió, incluso antes de que se confirmara la relación con Harry, que Meghan estaba destinada a casarse con el príncipe. Este tipo de anécdotas, aunque no directamente relacionadas con el incidente del anuncio, ilustran cómo la vida de Meghan siempre ha estado bajo el microscopio, incluso antes de su entrada oficial en la familia real.

Otro ejemplo reciente de la compleja relación de la pareja con la exposición pública se vio en la fiesta de cumpleaños número 70 de Kris Jenner. Se informó que Meghan y Harry se sintieron «horrorizados» por la intensa presencia de cámaras y equipos de filmación, que contrastaba con sus expectativas de una «velada elegante y especial». Fuentes cercanas a la pareja indicaron que se marcharon antes de medianoche, incómodos con lo que percibieron como un «caos Kardashian» con cámaras por todas partes. Este episodio subraya su deseo de controlar la narrativa y evitar ser vistos en ciertos contextos mediáticos, lo que refuerza la idea de que los anuncios formales no siempre están bajo su dirección o preferencia.

Conclusión

En definitiva, el incidente del anuncio formal de la «Duquesa de Sussex» ante solo dos invitados, si bien generó críticas, parece ser más un reflejo de la fascinación cultural por los títulos reales y la diligencia de un anfitrión, que una acción deliberada por parte de Meghan Markle. La perspectiva de los expertos sugiere que Meghan Markle no es responsable del ‘ridículo’ anuncio de la duquesa, y que culparla directamente sería simplificar una situación donde múltiples factores externos podrían haber influido. La duquesa y el Príncipe Harry continúan navegando un complejo camino entre la vida pública y su deseo de privacidad, demostrando que su imagen a menudo es moldeada por percepciones externas tanto como por sus propias acciones.