Marjorie Taylor Greene responde a Trump y dice que está ‘perdida’
La relación entre la congresista republicana Marjorie Taylor Greene y el expresidente Donald Trump, que en su momento fue una de las alianzas más férreas dentro del movimiento «Make America Great Again» (MAGA), ha experimentado un notable distanciamiento en los últimos meses. Este cambio se ha hecho público a través de una serie de declaraciones que sugieren una fractura en su lealtad, culminando en un reciente intercambio donde Trump afirmó que Greene se había «perdido».
Donald Trump Cuestiona la Lealtad de Marjorie Taylor Greene
El lunes 10 de noviembre de 2025, Donald Trump, en declaraciones desde la Oficina Oval, abordó el tema de Marjorie Taylor Greene, sugiriendo que la congresista de Georgia «se perdió». Estas afirmaciones surgieron a raíz de entrevistas recientes en las que Greene criticó al Partido Republicano. Trump expresó su sorpresa ante el cambio de postura de Greene, señalando: «Es una buena mujer, pero no sé qué pasó. Creo que se perdió». Añadió que «alguien como Marjorie Taylor Greene, que ahora atiende al otro lado… supongo que está haciendo algún tipo de acto, pero me sorprende».
Este comentario de Trump refleja una percepción de deslealtad o desviación de la línea del partido que tradicionalmente ha esperado de sus aliados más cercanos. La evaluación de Trump indica que, a su juicio, Greene ha comenzado a alinearse con posturas o facciones que él considera opuestas.
La Firme Respuesta de Marjorie Taylor Greene: «No me he Perdido»
La respuesta de Marjorie Taylor Greene no se hizo esperar. Ante las declaraciones de Trump, la congresista emitió una declaración concisa y contundente a Kaitlan Collins de CNN: «No me he perdido. ¡Soy el primer y único 100% americano!». Esta réplica subraya su rechazo a la idea de que ha extraviado su camino político y reafirma su identidad y lealtad a sus principios y a su electorado.
La frase «100% americano» ha sido una constante en su retórica, utilizándola para proyectar una imagen de autenticidad y compromiso inquebrantable con lo que ella percibe como los valores fundamentales de Estados Unidos.
Contexto Político del Distanciamiento
El distanciamiento entre Marjorie Taylor Greene y Donald Trump no es un evento aislado, sino la culminación de un giro en las posturas políticas de Greene que ha sido evidente en los últimos meses. Históricamente, Greene ha sido una de las defensoras más leales de Trump y una figura prominente del movimiento MAGA.
Sin embargo, ha empezado a criticar abiertamente a la dirigencia republicana en temas clave, incluyendo el gasto federal para Ucrania, la guerra de Israel en Gaza, la publicación de los archivos de Epstein, y su rechazo a un posible rescate financiero para Argentina. Esta nueva independencia ha sorprendido a muchos, ya que Greene fue elegida con un fuerte respaldo de la base conservadora y del propio Trump.
En entrevistas recientes, Greene ha enfatizado que su lealtad primordial es hacia sus votantes y su distrito, no hacia un político o partido específico. Ha expresado frustración con la dirección del partido y la incapacidad de cumplir las promesas de campaña, afirmando que representa a la «base» y que esta «no está contenta» con ciertas decisiones.
Implicaciones y Reacciones
Este público desacuerdo entre dos figuras tan influyentes dentro del Partido Republicano podría tener diversas implicaciones. Para algunos, la independencia de Greene podría señalar un cisma creciente dentro del ala más conservadora del partido, con una facción más populista y «America First» que podría estar dispuesta a desafiar incluso al propio Trump.
Otros analistas sugieren que Greene está forjando su propio camino, buscando consolidar su posición como una voz conservadora influyente, incluso si eso significa disentir de sus antiguos aliados. Su comportamiento reciente, incluyendo confrontaciones en programas de televisión y la promoción de una agenda más crítica hacia el *establishment* republicano, sugiere un cálculo político para atraer a una base más amplia de votantes descontentos.
Conclusión
La declaración de Donald Trump de que Marjorie Taylor Greene «se perdió» y la subsiguiente respuesta de la congresista, «No me he perdido. ¡Soy el primer y único 100% americano!», marcan un punto significativo en la dinámica política dentro del Partido Republicano. Este intercambio no solo resalta las tensiones internas y las divergencias de opinión que están emergiendo, sino que también subraya la evolución del rol de Greene de leal aliada a crítica vocal, buscando una voz y una plataforma más autónomas en el panorama político actual. La situación continúa desarrollándose, y sus ramificaciones podrían redefinir alianzas y estrategias dentro del conservadurismo estadounidense.
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