Macfadyen (Succession) al borde del divorcio: ¿Por qué?

La vida de las celebridades a menudo nos sorprende con anécdotas que se desvían de lo común. Este es el caso de Matthew Macfadyen, la aclamada estrella de la serie «Succession», y su esposa, la también reconocida actriz Keeley Hawes, quienes tienen una historia matrimonial que, a pesar de sus 21 años de duración, incluye una «amenaza» de divorcio por una razón verdaderamente inusual: unas botas vaqueras.

La Inesperada ‘Amenaza’ de Divorcio por unas Botas Vaqueras

Matthew Macfadyen, de 50 años, conocido por su papel como Tom Wambsgans en «Succession», compartió recientemente una divertida anécdota que involucra a su esposa, Keeley Hawes, de 49 años. El incidente ocurrió mientras Matthew se encontraba filmando escenas para la popular serie en el suroeste de Estados Unidos, específicamente en el alto desierto de Santa Fe, Nuevo México.

Inmerso en la cultura local, el actor se sintió tentado a adquirir un par de botas vaqueras. Sin embargo, antes de realizar la compra, decidió consultar a su esposa. «Recuerdo que llamé a Keeley y le pregunté: ‘¿Crees que me saldría con la mía comprando botas de vaquero?'», reveló Macfadyen en el podcast Travel Secrets. La respuesta de Hawes fue contundente y con un toque de humor: «No, si quieres seguir casado».

Matthew, por su parte, confesó que su esposa tenía razón, añadiendo que «me vería terrible» con ellas. Esta jocosa advertencia subraya el sentido del humor y la franqueza que parecen caracterizar la relación de la pareja, demostrando que, incluso después de más de dos décadas juntos, mantienen una dinámica divertida y honesta.

Un Amor que Supera las Botas: La Relación de Matthew y Keeley

Matthew Macfadyen y Keeley Hawes celebraron su 21º aniversario de bodas el pasado mes de octubre, un testimonio de la solidez de su unión. Son padres orgullosos de su hija Maggie, de 20 años, y su hijo Ralph, de 19. Además, Matthew es padrastro de Myles, el hijo de 25 años de Keeley de su primer matrimonio.

Esta peculiar anécdota sobre las botas vaqueras se ha convertido en un ejemplo entrañable de su fuerte vínculo y la ligereza con la que abordan los pequeños desacuerdos. La pareja, que rara vez hace apariciones públicas conjuntas, asistió recientemente al estreno de «Death By Lightning» de Netflix, luciendo tan felices y compenetrados como siempre.

Los Inicios de su Romance: De ‘Spooks’ al Matrimonio

La historia de amor de Matthew y Keeley comenzó en 2002, cuando se conocieron en el set de la exitosa serie de espías de la BBC, «Spooks» (conocida como «MI-5» en Estados Unidos). En ese momento, Keeley estaba recién casada con el dibujante Spencer McCallum y era madre de su hijo Myles.

Matthew admitió haberse enamorado de Keeley durante la filmación, pero enfatizó que no hubo ningún acercamiento romántico hasta que ella y Spencer se separaron en mayo de 2002. Keeley también compartió que Matthew le declaró sus sentimientos de manera directa: «Matthew simplemente lo soltó y dijo ‘Te quiero’ un día bajo la lluvia. Pensé, ‘Oh, Dios, allá vamos'».

El divorcio de Keeley se finalizó en 2004, y ella y Matthew se casaron ese mismo año en una íntima ceremonia en la oficina de registro de Richmond. Su hija Maggie nació apenas un mes después de la boda.

Vida en Pareja y Carrera: Un Vistazo Reciente

A pesar de sus ajetreadas carreras en la actuación, Matthew y Keeley han logrado mantener un equilibrio saludable entre su vida profesional y personal. Han trabajado juntos en otras ocasiones, como en la serie de ITV «Stonehouse» en 2023, donde interpretaron a un matrimonio disfuncional.

La pareja sigue siendo una de las más admiradas en la industria del entretenimiento británico, y su capacidad para reírse juntos, incluso sobre posibles «amenazas» de divorcio por temas tan triviales como unas botas, demuestra la profundidad y la alegría de su relación.

Conclusión

La historia de Matthew Macfadyen y Keeley Hawes y la divertida «amenaza» de divorcio por unas botas vaqueras es un recordatorio encantador de que incluso las parejas de celebridades más consolidadas tienen sus momentos de ligereza y humor. Lejos de ser una verdadera crisis matrimonial, esta anécdota resalta la naturaleza fuerte, honesta y juguetona de su relación, una que ha resistido la prueba del tiempo y las tentaciones de la moda del Salvaje Oeste.