Florence Pugh dice que el mal coordinador de intimidad hizo que todo fuera «incómodo»

Florence Pugh, reconocida actriz nominada al Oscar, ha vuelto a ser el centro de atención, esta vez no por un papel en la gran pantalla, sino por sus francas declaraciones sobre las experiencias con coordinadores de intimidad en los sets de filmación. En un reciente episodio de «The Louis Theroux Podcast», Pugh compartió abiertamente cómo la calidad de estos profesionales puede variar drásticamente, llegando a describir un encuentro como «incómodo» debido a un mal coordinador de intimidad.

El Rol de los Coordinadores de Intimidad en Hollywood

La figura del coordinador de intimidad ha emergido como una pieza fundamental en la industria cinematográfica en los últimos años. Su objetivo principal es asegurar que las escenas de sexo y desnudez se rueden con la máxima seguridad y comodidad para los actores involucrados. Pugh enfatiza que su labor no debe ser una barrera, sino un facilitador, explicando: «No se trata de estorbar. No se trata de confundir, no se trata de hacer las cosas más complicadas o más incómodas». Este rol busca establecer un entorno de trabajo claro y profesional, donde los límites y coreografías íntimas se pacten de antemano, protegiendo a los intérpretes de situaciones incómodas o inapropiadas.

Experiencias Mixtas: Entre la Protección y la Incomodidad

Aunque el propósito de los coordinadores de intimidad es claro, la implementación y la efectividad pueden variar. Florence Pugh ha experimentado ambos extremos. Ha trabajado en muchas escenas íntimas sin la presencia de un coordinador en el pasado, sintiéndose «bastante segura» y «bastante feliz consigo misma» en general. Sin embargo, también ha rememorado situaciones donde la dirección de una escena de sexo fue «completamente inapropiada» sin que hubiera un coordinador para interceder.

La actriz destacó que, si bien ahora tiene «experiencias fantásticas» con coordinadores de intimidad, también enfrentó un «ejemplo de mierda en el que alguien había hecho cosas tan raras y tan incómodas y realmente no fueron útiles». Este coordinador, según Pugh, «quería ser parte del set de una manera que no fue útil», sugiriendo que el papel aún está siendo «descubierto» y perfeccionado dentro de la industria. A pesar de los contratiempos, Pugh valora a los buenos coordinadores por ayudarla a «entender la danza de la intimidad en lugar de simplemente filmar una escena de sexo».

La Perspectiva de Otras Estrellas

El debate sobre la necesidad de los coordinadores de intimidad no es exclusivo de Pugh. Otras figuras destacadas de Hollywood han compartido sus puntos de vista, a veces contrastantes. Gwyneth Paltrow y Jennifer Lawrence, por ejemplo, han expresado que no siempre sintieron la necesidad de uno en sus sets, confiando en la profesionalidad de sus compañeros de reparto. Lawrence comentó sobre el rodaje de «Die My Love» con Rob Pattinson: «Me sentí muy seguro con Rob (Pattinson). No es un pervertido». Por su parte, Paltrow incluso pidió a un coordinador que «diera un paso atrás» en el set de «Marty Supreme» con Timothée Chalamet, argumentando que sentirse «dirigida» en cada movimiento podría resultar «sofocante» como artista, especialmente para actores más experimentados.

Más Allá de la Intimidad: Abogacía en el Set

Pugh también abordó una cuestión más amplia sobre la dinámica de poder en los sets de filmación, especialmente para las mujeres. Ella cree que los coordinadores de intimidad pueden ofrecer una mayor libertad a las actrices, dado que a menudo es «un poco más complicado» para una mujer expresar sus preocupaciones directamente sin ser percibida como «una pesadilla».

La actriz compartió una anécdota personal sobre una escena emocionalmente exigente en la que tuvo que llorar repetidamente. Después de múltiples tomas, su compañero masculino fue quien se acercó al director para abogar por ella, diciendo: «No la hagas pasar por eso. Ella lo tiene. Nosotros lo tenemos. Tienes el primer plano, tienes el amplio, no hagas eso». Pugh reflexionó sobre el incidente, dándose cuenta de que ella misma no habría podido decir eso sin que fuera «bien recibido». Este ejemplo subraya la importancia de tener profesionales que puedan abogar por los actores, no solo en escenas de intimidad, sino en cualquier situación donde su bienestar esté en juego.

Conclusión: Un Rol en Evolución

Las experiencias de Florence Pugh con coordinadores de intimidad ponen de manifiesto la naturaleza aún incipiente y en desarrollo de este rol en la industria. Mientras que los profesionales competentes pueden transformar la experiencia de rodar escenas íntimas, ofreciendo seguridad, claridad y permitiendo una mayor expresión artística, aquellos que no están a la altura pueden generar lo contrario: incomodidad y confusión. A medida que Hollywood sigue adaptándose y buscando mejores prácticas, la claridad en las funciones y la profesionalidad de los coordinadores de intimidad serán cruciales para garantizar entornos de trabajo más seguros y respetuosos para todos los actores.