Cómo Kate Gosselin les da regalos de Navidad a sus 8 hijos

Organizar la Navidad para ocho hijos puede ser una tarea monumental, pero para Kate Gosselin, conocida por el programa «Kate Plus 8», ha desarrollado un sistema meticuloso y reflexivo para asegurarse de que la temporada festiva sea especial y equitativa para todos. Su enfoque combina la planificación detallada con toques personales, garantizando que tanto las expectativas como la alegría sean abundantes para sus gemelas, Mady y Cara, y sus sextillizos, Hannah, Alexis, Leah, Joel, Aaden y Collin.

El Sistema de Listas de Deseos

La estrategia de Kate Gosselin para los regalos navideños comienza mucho antes del 25 de diciembre. Cada año, alrededor del Día de Acción de Gracias, Kate pide a sus hijos que elaboren una lista de deseos. La clave es la organización: solicita que numeren los elementos de la lista, priorizando lo más deseado en la parte superior.

Para cada artículo, Kate instruye a sus hijos a incluir detalles específicos como un enlace de venta en línea, el tamaño, el color y el precio. Esta información detallada facilita enormemente el proceso de compra. Una vez recibidas las listas, Kate las guarda meticulosamente en las notas de su teléfono, etiquetándolas con el nombre del niño y el año, utilizando incluso pequeños emojis navideños para una fácil identificación visual.

Estrategias de Presupuesto y Compras

Kate Gosselin es transparente con sus hijos sobre las realidades financieras, explicando que hay años económicamente «buenos» y «malos». En los años más prósperos, se esfuerza por cumplir con las listas de sus hijos e incluso añade algunas sorpresas adicionales. Durante los años menos favorables, se enfoca en adquirir tantos artículos de sus listas como sea posible, pero siempre intenta incluir esos elementos inesperados que, según ella, les traen mucha felicidad.

Para Kate, salirse un poco de las listas predefinidas hace que la experiencia de compra sea más gratificante y personal. Describe que simplemente «hacer clic y ordenar» puede sentirse impersonal, prefiriendo añadir toques personales. Un ejemplo memorable fue cuando le regaló a Aaden, quien está obsesionado con la salsa picante, un paquete con cientos de pequeños sobres individuales para llevar a la escuela, un detalle que a él le pareció «increíble».

En cuanto al presupuesto individual, Kate calcula una cantidad por niño basándose en el costo total de la primera lista que recibe. Si el valor de una lista parece apropiado para un buen regalo de Navidad, ajusta el presupuesto de los demás niños para mantener una distribución equitativa.

La Importancia de la Equidad

La equidad es un pilar fundamental en la tradición navideña de los Gosselin, una costumbre que Kate heredó de su propia madre. Para asegurar que el valor de los regalos sea igual para todos, Kate entrega a cada niño un sobre con dinero «al centavo» si la lista de regalos no pudo completarse del todo.

Los niños saben que, al final, todos recibirán su «caja cuadrada» con dinero si sus listas no fueron cubiertas en su totalidad. Esto significa que si un niño recibió regalos por un valor menor porque sus solicitudes eran modestas, se les compensa con dinero en efectivo, asegurando que el valor total recibido sea equivalente para todos. Por ejemplo, algunos pueden recibir 10 dólares mientras que otros reciben 150 dólares, dependiendo de cuánto pidieron inicialmente.

Regalos Sorpresa y Tradiciones Familiares

Además de los regalos individuales, Kate Gosselin también se asegura de incluir un «regalo familiar» que todos sus hijos puedan disfrutar juntos. Este enfoque fomenta la unión y la creación de recuerdos compartidos durante la temporada festiva. Un ejemplo mencionado por Kate fue un juego que aprendió en Nueva Zelanda y que quería enseñar a sus hijos, así como un «juego de copa» que, según ella, es el punto culminante de sus Navidades.

Conclusión

El sistema de Kate Gosselin para dar regalos de Navidad a sus ocho hijos es un testimonio de su dedicación para crear una experiencia navideña organizada, equitativa y llena de alegría. Al combinar la planificación detallada con la transparencia presupuestaria y toques personales, logra equilibrar las expectativas individuales con el espíritu de generosidad familiar. Sus métodos no solo aseguran que cada niño se sienta valorado, sino que también inculcan tradiciones que promueven la equidad y la diversión compartida durante la temporada más maravillosa del año.