El día se levantó altanero, así que las pocas luces que dejó la tarde se aprovecharon en una agradable charla en una (de las tantas) terraza del castizo barrio de La Latina. Unas cañas y un disco como Miércoles 14 con el que dejarse llevar. Litus ha vuelto con una joya bajo el brazo. Y con un cambio de fecha en su paso por Madrid que desde El Ukelele le agradecemos. El 6 de mayo se abre el telón.


Entrevista realizada por: Carolina Cadenas

¿Por qué Miércoles 14?
Bueno, Miércoles 14 es el día después de martes 13 y entonces podría ser el de la buena suerte, ¿no? (risas) Para mí es el día en el que no podemos echarle la culpa a la mala suerte de lo que nos ocurre. Tenemos que hacernos responsables de nuestra suerte. Es una manera de reírme de los días señalados o de señalar un día no señalado.
Superstición.
Claro. De hecho, yo lo he sido durante mucho tiempo y, en cierto modo, es una manera de ridiculizar las supersticiones e ir a lo que interesa de verdad y hacerte responsable de tu suerte o de lo que sea (risas).

El disco está autoproducido y fue grabado, dato curioso, en cinco estudios diferentes y en la iglesia bautista Blessing de Madrid. ¿A qué se debe esta variedad de localizaciones en la grabación?
Aunque no lo parezca, fue por cuestión de comodidad. Hace cinco años que estoy en Madrid pero aún tengo colaboradores que son de Catalunya. Por ello, empezamos el disco grabando en directo batería, bajo, piano y voz. La base del disco. Y, a partir de ahí, grabamos lo demás en su lugar: los metales en Madrid, el cuarteto de cuerda en Barcelona y así. Es una manera de no hacer que la gente se desplace ya que es más fácil que sea yo quien me mueva.
De hecho, en el videoclip de Pedaleando sois un número bastante considerable.
Bueno, eso fueron como unas vacaciones de la banda. Casi como un vídeo casero. A mediados de la gira de Autoreverse llegó el verano y decidimos ir a Cadaqués, donde suelo ir, a grabar un disco en directo al aire libre. Reuní a la banda y también a amigos míos. Y ese disco será una especie de satélite de Miércoles 14 del que iré compartiendo canciones poco a poco. Grabamos ese making of y me gustó tanto que lo he usado como videoclip.
Se agradece que sea tan natural.
Lo bonito era eso, que no éramos conscientes de que estuviéramos grabando un videoclip. Sencillamente se grababa la experiencia, el lugar que es maravilloso. No sé, personalmente siempre me han gustado los videoclips en los que te apetece estar donde están ellos. Envidia sana (risas). Como en el de “Weather With You” de Crowded House. Y en “Pedalear” te da una sensación muy similar. Se nota que hay una sintonía real y que no es pose. Se capta muy bien la atmósfera que se vivía.

“Pedalear” es el single de presentación. ¿Pedalear como huída o como liberación?
Diría que es en dos sentidos. Es cierto que la canción propone una huida hacia adelante para dejar atrás ese momento desagradable e imaginar que con el tiempo estarás mejor. Pero A la vez es una metáfora del presente y de cómo ir pedaleando poquito a poco para avanzar y seguir yendo hacia delante sin volverte loco por la situación.
La ilustración me parece maravillosa.
La portada es de una diseñadora fantástica que se llama Coaner Codina. La idea del biciclo era mía, pero el mérito lo tiene ella. Ha trabajado en televisión haciendo el logo para Buenafuente o para La Sexta. También videoclips para grupos indies. Me la recomendó un amigo y estoy encantado con la portada.

Tras su escucha, pueden sacarse distintas influencias.
El disco tiene tres líneas estilísticas que se van entrecruzando. Una es el soul-pop que veníamos haciendo en Autoreverse. Otra sería la de las canciones más apegadas a The Beatles, en concreto a (John) Lennon. Y la tercera vía estaría formada por aquellas canciones más oscuras y con armonías más complejas. Canciones quizás más extrañas donde el cuarteto de cuerda brilla como se ve en temas como “Fobofobia” o “El elefante dormido”.
La división del disco en dos partes imagino que no será casualidad.
Soy un romántico de la música y echo en falta la cara A y B (risas). Con los elepés, el mero hecho de girarlo provocaba un momento de pausa. La primera canción de la cara B tenía que ser como un single y la última de la cara A debía ser una balada. Eso hacía que la manera de escuchar el disco fuera muy diferente a como se hace ahora.
¿Qué similitudes o diferencias vamos a encontrar respecto a Autoreverse, vuestro anterior trabajo?
Musicalmente, sí que hay un mismo camino soul que Autoreverse, pero le añade esa parte oscura que hemos comentado antes. Aparte, lo bueno que tuvo Autoreverse es que le dio tiempo a Miércoles 14. A que tuviera un repertorio del que estuviera muy convencido.

Habéis realizado un pequeño vídeo-documental donde contáis el proceso de producción, la grabación en directo y se el trabajo que no se ve de un disco. ¿Cómo surgió la idea?
El único miedo que teníamos es que fuera demasiado largo y sólo se lo vieran los fans (risas). En Autoreverse ya lo hicimos y nos gustó el resultado. Sobre todo después cuando ves todo lo que has vivido durante la grabación. Hay momentos de estrés, pero son unos días muy especiales. Así que tener un recuerdo de ello y que la gente vea que ocurre entre bambalinas, me parece una gran idea.
La grabación es de lo menos invasiva.
Miki, el autor del documental, siempre tuvo una actitud en segundo plano y en ningún momento molestó durante la grabación. Además, luego te mostraba lo que había grabado y te parecía maravilloso. Es un arma publicitaria, pero a la vez se trata de un recuerdo. Y, por si fuera poco, el estudio donde fuimos daba juego para imágenes muy bellas.

Presentaste el disco en marzo en Barcelona. A Madrid llegas el 6 de mayo. ¿Qué vamos a encontrarnos en el directo?
En Madrid estaremos tocando en el Teatro Bodevil y va a ser muy especial. Se trata de un teatro de los años treinta que ha sido recuperado como tal. Antes fue discoteca, puticlub (risas). Ahora es teatro y, de hecho, yo estoy trabajando ahí en dos musicales (La cena de los malditos y Delizia). Es un espacio precioso. No será sólo un concierto, le vamos a dar un puntito de cabaret y de circo. Pasarán cosas (risas).

¿Qué más fechas hay para 2015?
Pues, el 16 de mayo estaremos en Sevilla. El 21 de junio en Manresa y el 22 volvemos a Barcelona. El 5 de julio en Tarrasa. Después llegan las vacaciones (risas) y la semana del 10 al 16 de agosto estaré tocando en Cap de Creus de manera gratuita. Se hará al caer el sol, las vistas son acojonantes, ¡qué decir! Y después de verano, volveremos con una gira más amplia con presencia en el Cantábrico y también por Andalucía y otras fechas que se van cerrando.

Hablando de giras, el anterior trabajo lo presentasteis en Venezuela. ¿Cómo fue la experiencia?
Teníamos un contacto muy bueno en Venezuela y al sacar Autoreverse, le mandamos el disco. Le gustó y nos comentó que intentaría meterlo en alguna radiofórmula. Se quedó parado el asunto, pero a los meses nos llamaron para decirnos que estaba sonando. De hecho, sonaron tres singles durante un año, así que decidimos montar una gira de medios y de conciertos. Buscamos ayuda con la embajada y fue una experiencia brutal. Fueron diez días y guardamos un recuerdo increíble: tocar en el Teatro Nacional de Caracas lleno con un público totalmente entregado a las canciones. Fue acojonante. La pena es que no le hemos podido dar continuidad porque el país lo merece. Con este disco, por ejemplo, tenemos idea de ir a Argentina.

¿A quién te gustaría que entrevistásemos?
A Dummie, banda que se formó dentro de mi propia banda. Un proyecto muy interesante. Y, también, a María Coma. Sus dos últimos discos son flipantes.

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