La segunda jornada del FIB contó con el britpop de Noel Gallagher y la electrónica de The Prodigy como máximo reclamo


 Fotografías: Diego Garnés (El Backstage)

Tras la primera jornada llegaba el momento de afrontar la segunda a cargo de la electrónica-punk de The prodigy y el britpop de Noel Gallagher junto a sus High Flying Birds. El viernes también se caracterizó por un triple solape con unos grupos bastantes demandados por los asistentes, o eso pensábamos.

Nunatak

Llegamos al escenario Las Palmas para presenciar la actuación de los cartageneros Nunatak, una banda folk con letras en español que giran en torno a la naturaleza. Con un escaso público castigado por el sol amenizaron la tarde demostrando con su talento por qué merecían tocar en el escenario principal. Poco después encontramos a Elsa de Alfonso y los Prestigio en el autobús FIBCLUB, formado por integrantes de Doble Pletina y Extraperlo, con unas melodías pop que atraían a los que pasaban por ahí. Buen directo a primera hora para aquellos que gustan de disfrutar de conciertos bien temprano.

Moodoïd

Volviendo al escenario principal encontramos a los elegantes Moodoïd, otra de las muchas apuestas por bandas francesas que suele hacer el FIB, en este caso el proyecto del guitarrista de Melody’s Echo Chamber. Se trata de un rock psicodélico que combinaba slap al bajo y bongos en algunos temas, una fusión que dejó con buen sabor de boca a más de uno, tanto curiosos como a los que sabían de su existencia, dando lugar a una fiesta improvisada.

Jamie T

En ese mismo escenario hacía su aparición uno de los artistas apadrinados por la NME, Jamie T, el primero de la jornada en congregar a miles de jóvenes británicos y españoles. No se trata de un artista nuevo, el británico lleva tiempo en esto de la música y no parece haber cuajado del todo, a caballo entre el rap y el rock con mucha intensidad logró que las primeras filas hicieran algunos pogos en cortes como “Zombie”. Podría ser perfectamente un grupo de los noventa que escuchaban los veinteañeros de ahora.

Mientras los ingleses pogueban en Las Palmas una resistencia de españoles apoyaba a Nudozurdo en el autobús, una buena alternativa al garage de Palma Violets. Sus cuidadas letras y una voz que recordaba a Robert Smith fueron el entrante perfecto antes de los grandes nombres de la noche, un momento de calma con el que cerrar los ojos y dejarse llevar con los primeros acordes de “Mil Espejos”.

Su paso en 2012 dejó huella, y aquél viernes también. Noel Gallagher y sus High Flying Birds volvieron al FIB con su nuevo disco Chasing Yesterday (2015), un largo que encajó a la perfección con su primer trabajo en solitario y sus composiciones de Oasis.

Noel Gallagher’s High Flying Birds

Con “Everybody’s On The Run” comienza un ritual de audiovisuales mezclado con britpop que engancha enseguida al personal. No tardó en sonar “Lock All The Doors”, demo de 1992 que el ex Oasis rescató dándole su toque de personalidad y complementándola en directo con el roce de sus cuerdas con el soporte del micro. No hace falta ser un melómano de mucho cuidado para darse cuenta de que el público conectó mucho más con él que con su hermano dos años atrás en Benicàssim, será el carácter, el carisma, los temas en solitario o las rescatadas de la mítica banda de britpop, juzguen ustedes.

Con el terreno ya asentado el veterano aprovecha para lanzar  “Champagne Supernova”, un tema que demuestra el poder que ejerce sobre los fans haciendo que se levanten a hombros unos a otros, momento que se repitió al finalizar a modo de karaoke con “Don’t Look Back In Anger”. Misma fórmula con nuevo repertorio, Noel Gallagher volvió a sacar una sonrisa (y alguna que otra lagrimilla) a los “fibers”.

Al acabar todavía continuaba la actuación de dos horas de los canadienses Godspeed You! Black Emperor, un grupo de valientes que no llegaría al centenar seguían en trance dentro de esa atmósfera de temas de veinte minutos de duración con su característico post-rock instrumental capaz de tocar la fibra sensible y unos visuales de demoliciones que influían en lo que desprendía ese escenario. Ya sorprendió la confirmación de este grupo en el festival, no suele ser del perfil del público británico que frecuenta Benicàssim, es decir, los que buscan sol, playa y fiesta.

Y con la única alternativa de un grupo nacional en el autobús The Prodigy entraba en ebullición en el escenario Las Palmas. No parece que pasen los años para ellos, sus directos llenos de esa electrónica rockera siguen estando a la altura de los fieles seguidores, y de los nuevos. Con su nuevo The Day Is My Enemy (2015) encarrilaron un espectáculo que alternaba temás míticos como “Firestarter” u “Omen” con cortes como el que da nombre a su último trabajo. A pesar de haber visitado muchas veces en poco tiempo nuestro país el público no estuvo quieto, hubo saltos y pogos para dar y regalar.

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