Este año nuestro querido Low Festival comenzó a la orilla de la playa en una Welcome Party que encarriló lo que sería un festival lleno de baile e himnos. La primera de las jornadas y los conciertos de Pixies, La Casa Azul y Biznaga acabarían por dejar esa línea argumental clara.


A diferencia del año pasado, en esta su edición de 2017, el Low Festival había anunciado con la antelación suficiente la celebración de una Welcome Party el jueves previo a los días más fuertes del festival. Tuvo lugar en la playa de Levante y contó con la actuación de Rusos Blancos, Miss Caffeina y !!! (Chk Chk Chk). Los primeros, con alrededor de una media hora de retraso, nos dejaron con su siempre divertida sesión de pop aderezado con las tan mundanas letras en las que no dejan suelto ninguna de las aristas de esa temática que es el amor y que llegó a culminar en la interpretación de ‘A otra con esas’ y ‘Camas y trincheras’ para poner broche final al primer gran concierto del Low Festival 2017. Por parte de Miss Caffeina, si bien es cierto que hace tiempo que algunos dejamos de prestarles atención y en esta ocasión aprovechamos de la siempre atractiva opción de disfrutar de la playa de noche, cuando interpretan temas de su primer LP nos llega bastante dentro (prueba de ello fue la reacción del público con la interpretación de temas como ‘Capitán’). Para rematar la noche, los estadounidenses se encargaron de que los allí presentes echáramos el resto en el fiestón que se creó con temas como ‘Dancing in the Best Revenge’ y ‘Freedom’, soberbiamente dirigido por su frontman Nic Offer.

Fotografía de Aída Cordero Domínguez.

Tras esa fiesta presentación el jueves, nuestro Low Festival 2017 empezaba con una de las letras pequeñas del cartel y sobre las que ya os pusimos sobre aviso, los vascos Vulk. Sin duda, el cuarteto ha madurado enormemente en muy poco tiempo. Tras haber podido disfrutar de ellos abriendo un concierto de Belako, su set en el Low Festival sonó mucho más sólido y, sobre todo, enérgico, en parte por culpa de la arrolladora batería sobre la que se apoyaron en todo momento. Lejos de la oscuridad total que en un principio podíamos esperar, esos temas llamados a ser hits que son ‘Zaldia Burning’ o ‘Brazil’ (reconocible desde el primero de los acordes) estaban llenos de rabia, arrancándonos esos hirientes estribillos que se van convirtiendo marca de la casa Vulk. El único “pero” del concierto se desvelaría más adelante como el problema más llamativo del festival; y es que, tanto el escenario Jägermusic donde los vascos actuaban como el siempre mágico Wiko aquejaban del potente sonido de los escenario Matusalem y Estrella Damm.

Y la magia del Wiko sería la que, tras reponer fuerzas, nos arrastraría hasta el directo de Kokoshca, que con su pop medio sucio medio oscuro nos haría calentar el ambiente para lo que más adelante nos venía. Aunque tal vez aquejamos una falta de garra en su directo, quedó claro que su último largo, Algo Real (Sonido Muchacho), está llamado a alcanzar grandes cosas, y prueba de ello es lo bien que funcionaron en el Low Festival temas como ‘Yo Nací’ o ‘R.B.U.’ Seguramente esa falta de garra desaparecería más adelante, como fuimos comprobando con el paso del set, pero los horarios nos obligaron a desplazarnos por primera vez esta noche a gran escenario Estrella Damm, y es que era el momento del plato fuerte del festival para esta primera gran jornada. Y es que, durante todo el festival, lo justo de los horarios entre cualquiera de los escenarios y la dificultad de acceder, por ejemplo, al Estrella Damm, nos dificultó ver conciertos desde el minuto 0.

Fotografía de Aída Cordero Domínguez.

Hablar de indie es hablar de Pixies, pues no en vano son uno de los artistas que merecen el título de padres del género que tanta gente abraza. Sin duda, uno de los conciertos más intensos que han tenido lugar nunca en el Low Festival, y prueba de ello es que el larguísimo set comenzó con ‘Gouge Away’ y a las primeras de cambio nos dejó el primer fogonazo del concierto, ‘Isla de Encanta’. Si bien es cierto que, a menudo, con la interpretación de temas menos emblemáticos el concierto parecía hacer aguas, Black Francis y compañía no nos dejaban desconectar interpretando alguno de sus tan números hits a modo de gancho. ‘Wave of Mutilation’, ‘Monkeys Goes to Heaven’, o incluso temas del reciente Head Carrier como ‘Thinking About You Now’ sonaron en una primera hora en la cual no dábamos abasto para digerir tal derroche de energía. Tras hacernos echar el resto de nuevo en ‘Debaser’ y demostrarnos que Black Francis conserva la voz mejor que más de la mitad del público asistente en los agudos de ‘Havalina’, pudimos vivir en directo dos himnos de la música contemporánea como son ‘Where Is My Mind’ y ‘Here Comes Your Man’ antes de que el cuarteto se despidiera con ‘Ed is Dead’ y un fugaz y sutil bis interpretado inmersos entre humo y luces: esa genial cara B del mejor de sus discos, Doolitle, que es ‘Into the White‘.

Tras acercarnos al directo de Golden Dawn Arkestra ha retomar fuerzas de nuevo y disfrutar en directo de su genial ‘Osaka’ volvimos al escenario grande para ver a uno de los más grandes grupos de pop (si no el que más) que han surgido nunca en nuestro país, La Casa Azul. Como es habitual en esta gira, comenzaron el set con ‘Podría ser peor’, el nuevo gran hit de la banda liderada por Guille Milkyway y con una puesta en escena que dejó claro que la primera hora de la madrugada era el momento idóneo para la sencillez pop que caracteriza al grupo. A todos sus integrantes se les notaba estar en su salsa, algo que se transmitió al público mediante esa larga sucesión temas como ‘Chicle Cosmos’, ‘Superguay’, ‘Como un fan’, o ‘No más Myoslastan’. Tal vez el momento en el set en el que Guille Milkiway tuvo problemas con el piano enfrió poco un ambiente que podría haberle prendido fuego al fin de fiestas con ‘Hoy los chicos saltarán a la pista’, ‘Cerca de Sibuya’ y el himno pop ‘La Revolución Sexual’.

El subidón de energía que sentíamos gracias a la fiesta que nos habían montado los chicos de La Casa Azul era el idóneo para desfogarse con el punk corrosivo de Biznaga. Debido al mal diseño de los horarios llegamos ya con el concierto empezado, pero pudimos disfrutar de lleno de ‘Fiebre’, uno de los grandes temas recogidos en el primero de sus dos LP. A partir de ahí, el concierto se convirtió en un pogo sobre el cual el cuarteto presentaba su ‘Sentido del Espéctaculo’: temas como ‘Jóvenes Ocultos’ o ‘Nigredo’ hicieron que nos quedáramos sin aire al compaginar el frenético baile con berrear y escupir los versos que componen las hirientes letras del grupo. Pero sin duda, fue en ‘Máquinas Blandas’ y eso de que «la universidad no sirve para nada/convalida títulos, homologa moldes» donde echamos el resto. Como broche final para esta primera jornada, nos demostraron que el punk en soltarnos, en los apenas 5 minutos que les quedaban de concierto, ‘Una ciudad cualquiera’ y ‘Mediocridad y confort’, sin duda los dos mejores temas de ese segundo larga duración, y dónde decidimos que, esa noche, nada podía ir a mejor.

NOTA: Nuestra fotógrafa, Aída, se pasó a ver a Corizonas, porque le gustan los grupos que tocan el theremin en sus conciertos. También disfrutó de Dorian, que por fin tocan en el escenario grande, el cual llenaron de confeti en tres ocasiones y, por último, los divos más divinos de Murcia, Varry Brava, que esta vez no acudieron con el atrezzo de prostíbulo (como hace dos años).

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