El sábado iba a ser una buena noche. Semanas, días, horas antes se sentía en el ambiente el olor a savia nueva. A mecha quemada. A ropa de primera mano. El sábado 29 era el día marcado en el calendario con una cruz roja. Imposible faltar a la cita. Más que eso, estaba prohibido. Esa noche, finalmente, iba a llevarse a cabo la primera edición del Day One Rock Fest. Sold out de entradas físicas. Ojito.

El cartel estaba conformado por cuatro bandas (casi) madrileñas como son Lab’s Trapp, Psicología Inversa, The Provisional Reference y 51 Grados (en ese orden de salida) y la fiesta iba a organizarse en la sala Cadillac Solitario. Sí, había niebla. Sí, parecía Mordor. Sí, dónde Cristo perdió el mechero. Sí, merecía la pena. Abandonando Herrera Oria nos encomendamos a nuestra intuición y tras caer en varios pubs de la zona, finalmente le encontramos, agazapado en una esquina interior. Eduardo Molina nos daba la bienvenida como maestro de ceremonias. Pintaba bien el invento, oiga. Y el momento fue el preciso: primeras notas.

Los primeros en aparecer en escena fueron Lab’s Trapp, cuarteto toledano que trajo con ellos la gracia natural, el verdear pero sin ser vulgar, y la frescura para que los allí presentes (prácticamente ya lleno) empezarán a dejar que su cuerpo reaccionara a las cuerdas y percusiones que tenían sobre el escenario. La banda aprovechó para presentar su single, Grita, junto con su particular don para empalmar versiones. También podría llamarse ‘De cómo Nirvana, Bruno Mars, Love of Lesbian, Pereza y Miley Cyrus se tomaron unas cañas en el Cadillac’. Aquí os dejamos el vídeo, que no quede. Tengo un pálpito con estos chicos.

Lab’s Trapp – Fotografía Eva Sanabria.

A continuación, se bajó el número a tres personajes sobre el escenario. Psicología Inversa aparecieron con la batería como frontman, y las voces a ambos lados. Mario, Álvaro y Mikel continuaron con el rock en español retomando temas de su trabajo ‘Entropía’ y ofreciendo una vertiente más cercana al rock sinfónico que a la propuesta más inmediata que anteriormente había sido presentada en el escenario. A destacar, los momentos de psicodelia presente en sus instrumentales y la (siempre) versionada Radioactive. El lleno de la sala ya era total. Por cierto, gracias por tener Alhambra.

Psicología Inversa – Fotografía Eva Sanabria

Con la sala abarrotá y en su máximo esplendor, les llegó el turno a The Provisional Reference. Perdiendo la sala al amo y señor de las luces hasta ese momento, David abandonó las alturas para posicionarse tras la batería y dar comienzo a uno de los momentos más especiales de la noche: los primeros pasos de esta banda en el directo. El trío madrileño presentó temas que hasta ese momento se encontraban bajo la llave de su productor, Eduardo Molina, como fue el caso de Blood On My Hands. Los problemas técnicos hicieron mella en la actuación (las cuerdas de Pablo lo saben), pero supieron salir del paso. Fer, sin camiseta y en solitario sobre el escenario, se echó a la espalda la actuación tirando de profesionalidad.

The Provisional Reference – Fotografía Eva Sanabria

Para finalizar la fiesta, subieron al geométrico escenario 51 Grados, quizás la formación más experimentada de las allí presentadas. El trío cuenta en su haber con un trabajo de larga duración como es ‘La conjunción de los opuestos’ y, por lo que nos dieron a entender, el segundo está a la vuelta de la esquina (sí, tocaron temas nuevos). Rock con raíces en los noventa que traen aires de Pearl Jam y Sôber (opinión personal, por supuesto).

51 Grados – Fotografía Eva Sanabria

Para terminar, solamente declarar que una espera que este tipo de iniciativas sea una semillita más para ir abonando el panorama underground. Un paso adelante a que salas y grupos vayan de la mano en pro de la música. Se trata de sobrevivir juntos porque uno no existe sin el otro y viceversa.

Saludos y a seguir cuidando la salud de la oferta musical y cultural de la ciudad.

 

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