Asistimos el pasado jueves al concierto de Jay Jay Johanson que además presentaba largo: Opium, que saldrá en mayo —el décimo ya—, en el Teatro Lara de Madrid.
Parece que el cielo nos da un respiro esta noche en Madrid y la lluvia ha dejado de caer para recibir a Jay Jay Johanson como se merece. No podía haber escogido un escenario mejor para la presentación de su espectáculo, el Lara se adapta a la perfección al músico sueco. El comienzo se retrasa, como buena rockstar, pero no es problema pues los patrocinadores —SON Estrella Galicia—, deleitan a los presentes con una cerveza para amenizar la espera.
Buena entrada en el teatro pese a tratarse de un puente en Madrid, pero es que nadie se quería perder el maravilloso espectáculo de este gran músico. Sobre el escenario el formato que ha escogido en esta gira es el de dúo, él se ocupa de la voz y le acompaña un pianista que se ocupa además de lanzar las bases pre-grabadas. Sobre ellos una proyección de vídeo en blanco y negro que se funde con el escenario de caras que miran el espectáculo y al público mientras fuman, mascan chicle, o simplemente parpadean, inquietante pero hermoso a la vez.
Comienza con “I Love Him So”, uno de los nuevos temas que aún no hemos podido escuchar pues su nuevo disco Opium no verá la luz hasta mayo, arriesgado hacer un show en el que el público no conoce tus canciones, pero lejos de amedrentarse consigue llenar el vacío escenario con su potente voz, sus melodías y sus cabezas flotantes.
Y la velada transcurre entre temas nuevos y grandes éxitos interpretados a la perfección por el sueco que encandila a la ya de por sí entregada audiencia que guarda silencio sepulcral durante la interpretación y arranca a aplaudir tanto sus éxitos como las nuevas y deliciosas sorpresas que va interpretando entre la que se encuentran “I Don’t Know Much About Love” y “Drowsy” interpretada con una armónica que nos cuenta compró en una gira por Canadá.
No faltan temas imprescindibles de su repertorio como “So tell the girls I´m back in town”, “Milán, Madrid, Chicago, París”, “Far away” o la deliciosa “She is mine but I´m not hers” cantada sin bases, sonando en acústico siendo una de las pocas veces que se salió del guión que todos esperábamos.
Una gran noche compartida con un gran artista.
