Parece mentira cómo pasa el tiempo. Hace dos días una descubría la mítica ‘Cualquier otra parte’ mientras ganaba enteros como himno generacional. Han pasado diez años de ello y Dorian ha publicado un disco homenaje bajo el título Diez años y un día. En una terraza que evitaba el ruido de la Gran Vía madrileña estuvimos hablando con ellos sobre el disco, sus colaboraciones, su consumo de cultura a tiempo completo, las rancheras y su gusto por hacer turismo a la antigua usanza. El 5 julio estarán en Bilbao actuando en el show de #vodafoneYu.


En alguna entrevista os declaráis admiradores de José Alfredo Jiménez, ¿cual es vuestra ranchera favorita? ¿No os habéis animado a componer una ranchera, sin alejaros de vuestro estilo?

Marc: José Alfredo es uno de los mejores letristas en lengua española del siglo XX. Además, era una persona que no había ido a la escuela. Se alfabetizó muy tarde. Yo le recomiendo a la gente que se sumerja en su discografía y que escuche lo que dice. Hay mucha filosofía en sus letras. Son muy canallas. Hay una canción de Dorian que se titula ‘Arde sobre mojado’ que se puede convertir en ranchera muy fácilmente. Aunque se trata de un tema muy marcado por la psicodelia y el indie-rock, se puede pasar al formato ranchero y funcionar muy bien. De hecho, hemos bromeado a veces haciéndolo.

Desde ‘Souvenir’ no habéis vuelto a cantar en francés, corregidme si me equivoco.

Belly: Lo cierto es que en francés no hemos vuelto a editar, pero Marc sí que ha continuado componiendo canciones. Hemos girado en Francia y la propuesta ha funcionado muy bien así que no descartamos que volvamos al francés.

Marc: Hemos cantado en francés canciones de Dorian como ‘Cualquier otra parte’. En España no ha salido publicada y por eso no solemos decirlo. Cuando vamos a Francia solemos interpretar la mitad del repertorio en español y la otra mitad en francés.

El público español tira mucho por las letras. Es una manera de llegar mejor a él.

Marc: Es un esfuerzo mental muy fuerte. Al principio me asusté mucho pero después me fui acostumbrando. La primera noche que iba a interpretarlas en francés estaba muy nervioso. La actuación era, además, en una sala importante de Burdeos. Casi no pude a dormir pensando que se me iban a olvidar, pero al final salió todo bien.

Hay una evolución notable en vuestra música. De hecho habéis cumplido diez años de carrera con 4 discos y alguna que otra canción editada, vais sin prisa pero evolucionando de forma bastante contundente, ¿creéis en la filosofía de “la carrera de fondo” en el momento en el que parece que la inmediatez es lo que impera?

Marc: Cada grupo tiene su evolución y es impredecible como te pueden salir las cosas. El que intente predecirlo se equivoca completamente. Nunca nos hemos planteado el futuro a más de dos años vista. Los objetivos que nos hemos ido marcando han sido siempre en segmentos de tiempo relativamente cortos porque si haces planes a largo término, con grandes objetivos, es probable que la vida te acabe defraudando. Tienes que trabajar en el día a día, intentando hacer las cosas cada vez mejor, con honestidad. Y, generalmente, si las cosas las haces con el corazón, acaban teniendo un eco en la gente. Y si desarrollas un sonido personal con tu banda. Esto último es muy importante. En el caso de Dorian somos un grupo que ha ido creciendo paulatinamente, nunca de golpe. Creo que eso es más saludable para la mente que crecer de golpe de un año para otro. Aunque luego también hay casos de crecimiento rápido y que les ha ido muy bien después. Depende un poco de como gestiones lo que te va pasando. En nuestro caso, ya te digo, que nuestra filosofía ha sido la del trabajo continuo cada año, intentando ofrecer cada vez mejores espectáculos en directo, unas producciones más profesionales en los discos, y así vamos a seguir.

La verdad es que vuestro inicio, con canciones como ‘10.000 metrópolis’ es de lo más arriesgado, por lo experimental. Así como ‘Lunar’, que es instrumental. De hecho los temas instrumentales son una constante en vuestros discos.

Belly: Desde nuestros inicios hemos sido una banda bastante inquieta. Nos gusta escuchar mucha música y siempre hemos querido ofrecer algo más. Sí que es cierto que son malos tiempos para arriesgar o para no ir a hacer un discurso muy directo, pero necesitamos hacer cosas que nos estimulen como músicos, que nos hagan sentir vivos. Que hagan que nos sintamos orgullosos de lo que hacemos. Entonces, tienes que pensar en el oyente pero, además, tienes que pensar en ti. Hacer lo que te pida el cuerpo. Lo importante, sobre todo, es que la gente capte que estás haciendo algo auténtico. Sí porque hay grupos que, por ejemplo, tienen un discurso complejo pero son muy masivos. El público lo entiende y no tienes porqué subestimarlo.

Marc: Extremoduro, por ejemplo.

Belly: O Vetusta Morla.

Marc: Creo que la gente tiene un radar, un olfato innato para captar las cosas que son de postín y las que son de verdad, a excepción de cierto sector del público que es un poco más ingenuo o volátil. Además, hoy en día, de la manera en que se ha democratizado la información en Internet, cuando un producto está bien hecho y está hecho con el corazón, la gente se lo va pasando y eso se va haciendo popular de manera muy viral. Es cierto que estamos en un momento muy de “aquí te pillo, aquí te mato”, de lo inmediato, pero por otro lado los filtros de información ya no son como antes, no son tan rígidos, y que cuando algo huele a auténtico, la gente se lo hace suyo.

De hecho, las redes sociales son un escaparate muy importante y ha cambiado la manera de conectar el público con el artista en ese sentido. Quizás es más difícil mantenerse ahora.

Belly: Quizás sí porque la gente está más expuesta a estímulos constantes y todo parece que va más rápido. Además, tengo la sensación de que la fidelidad a una banda no es tan fuerte como antes cuando te comprabas todos los discos y eras un incondicional.

Marc: Personalmente creo que la única manera de mantenerse es haciendo buenas canciones. En ese sentido no creo que haya cambiado mucho.

Belly: Sí, eso es. El público exige más.

Estáis promocionando Diez años y un día.

Marc: Diez años y un día es un disco de aniversario. Queríamos hacer un balance de lo que ha sido Dorian en estos diez años y celebrarlo con nuestro público de una manera especial. Así se nos ocurrió hacer una especie de unplugged durante diez meses en varios estudios de grabación. El propósito era compartir canciones que son especiales.

¿Tras más de diez años de carrera habéis conseguido vivir exclusivamente de la música?

Belly: Desde hace unos cuanto años tenemos la suerte de vivir de ello.

Marc: Somos unos privilegiados y lo sabemos porque nos ha costado mucho conseguirlo. Tenemos un tesoro ya que nos podemos dedicar a nuestra pasión.

Habéis contado con la colaboración de Santi Balmes para el tema ‘Los amigos que perdí’ y Marion Sosa en ‘El temblor’, ¿cómo surgen estas colaboraciones?

Marc: A Love of Lesbian les conocemos de siempre porque formamos parte de la escena barcelonesa underground de primeros del 2.000 y hemos compartido muchos escenarios y mucho sacrificio. Sobre todo los primeros años fueron los más complicados. Cuando estábamos haciendo el disco, vimos que por la letra y el fraseo ‘Los amigos que perdí’ le venía como anillo al dedo a Santi (Balmes). Le llamamos y en dos horas teníamos una colaboración perfecta. Y, respecto a Marion Sosa, es una cantante mejicana que va a sacar disco este año. Hace folk en español con raíces mejicanas y norteamericanas. Resulta que ‘El temblor’ fue compuesta en Méjico y tiene un aire muy sensual. Quisimos hacer un dueto con voz femenina y voz masculina al estilo de los discos de Lee Hazlewood y Nancy Sinatra de los años sesenta. Y con su voz le ha dado ese toque sensual que buscábamos.

En vuestras letras se reflejan influencias de escritores como Baudelaire, Proust o Cortázar, ¿qué os han aportado esos autores para que les hagáis esos homenajes en vuestras canciones?

Marc: Nos ha influido mucho la literatura y el cine tanto en las letras de Dorian como en nuestras propias vidas. Un buen libro te puede cambiar la vida, ¿no? (risas). Igual que una canción. En el caso de los escritores que nombras, al igual que con Cervantes o Aleixandre, nos ha marcado mucho su filosofía. Por ejemplo, en el caso de Cortázar, es una invitación a ser libre y dejarse llevar. A no cerrarse en una jaula y, claro, ¿cómo no dejarse influenciar por ello? Eso, ese juego vital, se ve en las letras de Dorian.

Por suerte, últimamente en España han empezado a cambiar las cosas y se ha cristalizado en los resultados de las últimas elecciones. La democracia se ha abierto y resulta más sana. Creo que es motivo de celebración.

Hablando de las letras, una curiosidad, ¿qué son las pastillas rosas?

Marc: Las pastillas rosas son antidepresivos. Una pastilla legal que si la usas constantemente puede ser muy dañina. Ese tema (‘Cualquier otra parte’) trata sobre lo difícil que es sacar a una persona de la depresión por mucho que lo intentes.

También tenéis referencias a consignas de mayo del ’68, “la playa bajo el asfalto”, no parece muy habitual encontrar este tipo de letras, ¿podríais ser considerados “intelectuales del indie”?

Marc: Es curioso porque últimamente nos lo preguntan mucho mientras que antes pasaba inadvertido (risas). Nos interesa la cultura, nos interesa la historia y, sobre todo, nos interesa estar informados para tener armas con las que defendernos de lo que pasa en el mundo. La cultura es un arma muy poderosa que te enseña a hacer una lectura de la realidad más acertada que si careces de ella. Generalmente. Y ese cariño por la cultura ha ido impregnando las letras de Dorian.

En ese sentido, en ‘El futuro no es de nadie’ la letra es “dice la derecha que este país algo está cambiando y vamos todos hacia el caos”. No puede ser una frase más actual, ¿visionarios o que las cosas en realidad, no cambian tanto como pensamos?

Marc: Bueno, muchas veces el discurso de la derecha se basa en la inyección de miedo para que nada cambie. Ese verso trata sobre ello. Ojalá tuviéramos una derecha moderna ya que cada uno tiene que pensar lo que considere oportuno, pero ese verso tiene que ver con esa derecha carca que se pone del lado del tirano y eso es terrible. No es más que la manipulación del discurso. Por suerte, últimamente en España han empezado a cambiar las cosas y se ha cristalizado en los resultados de las últimas elecciones. La democracia se ha abierto y resulta más sana. Creo que es motivo de celebración.

¿Es una ilusión que haya una edad dorada de los directos o realmente hay una explosión de directo real?

Belly: Creo que es muy palpable que aunque se compran menos discos, la gente gasta ese dinero en ir a conciertos o festivales. Hay una mayor demanda del directo. A pesar de la crisis, ha pasado lo contrario que se esperaba. Quizás también por esa situación. Al estar en un momento más sensible, la gente ha necesitado más cultura. Sí que es verdad que en España hay muchos festivales, pero habría que recordar al público que también hay que ir a las salas, a pequeños conciertos, tanto en capitales como en provincias. Parece que les cuesta ir a ver a esos grupos que está empezando. Además, en las salas las bandas tienen más tiempo para ofrecer otro tipo de espectáculo que puede contar con otro repertorio diferente al de festivales o con un sentido más íntimo.

Si hubierais podido contar con la participación de cualquier músico de cualquier época para revisar una de vuestras canciones ¿a quién elegiríais?

Belly: Con Santiago Auserón, por ejemplo.

Marc: Con Antonio Vega también, al que hemos versionado mucho. Con Serge Gainsbourg. Y, actuales, nos quedamos con las ganas de trabajar con Maika Maikowski. Y en futuro caerán colaboraciones con artistas de otros estilos. Hay que mezclarse.

Ya para terminar, ¿a quién os gustaría que entrevistásemos?

Ambos: A Patricio Pron.

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