Electricidad, oscuridad, sordidez, sensualidad y mucho baile, combinación ganadora en el fin de fiesta de Dance All Over, en una sala abarrotada, rendida a David Kano y los suyos


Las cosas han cambiado. Como en otras ciudades, el cine es patrimonio -casi monopolio- de grandes Centros Comerciales (salvo casos excepcionales de locos maravillosos, que hacen malabarismo financiero para mantener una sala de las de antes), y en esos espacios huérfanos de metraje, proyectores y palomitas, ahora se levantan grandes discotecas mainstream. Templos del postureo convencional, la copa con refresco light y el antidiluviano oficio del crápula, el trápala y el buitre del sábado noche.

Por momentos, se hace un breve paréntesis en estos Centros de goce mayoritario, y en un horario previo al de la muchedumbre ávida del me gusta el mueve-mueve, se permite, e incluso en algún sitio se impulsa – normalmente, mediante la promoción de algún tipo de bebida espiritosa- la cabida y organización de conciertos algo alejados de los ambientes habituales de dichas salas, digamos -para entendernos- del lado oscuro del underground. Ese que suele gustar a menos gente, pero que aúna pequeñas masas de personal que acude fielmente a sus citas y acaba con toda la cerveza del lugar. Cuestión, esta última, que se volvió a repetir en esta ocasión. Al cabo de una hora de concierto, con Cycle haciendo sudar al respetable,  las reservas frías de nuestro líquido elemento favorito se habían acabado. Para alguno, en ese momento, el concierto estaba ya finiquitado. Pero eso es otra historia…

Imagen de la página oficial de la Sala Aliatar

 

Con algo más de media hora de retraso y la Sala Aliatar hasta arriba,  salieron David Kano, Juanjo Reig, Luke Donovan, y en última instancia -como no podía ser de otra manera- La China Patino, a la palestra de de lo que hace unos años era uno de los cines más emblemáticos de Granada. La acústica del local es bastante buena y el sonido que presentó Cycle en la noche granadina fue intachable.

Tras veinte meses paseando por el mundo el disco Dance all over (Subterfuge Records, 2015), hay que destacar que el show de principio a fin es tremendo. Perfectamente ensamblado y estudiado, cada uno de los miembros del grupo hace su trabajo de forma sobresaliente. Kano, como siempre, excelso en la retaguardia con su mesa mágica (él sólo deleitaría con una sesión la sala); Donovan, fiel a su estridencia y ampulosidad al micro, esta vez muy cercano al público, no cejó en su performance; Reig, a su guitarra y punto; y La China a lo suyo (sensacional), a la provocación sensual , el contraste vocal de Luke, el fetichismo a raudales y la estética Dark que tan bien le funciona a ella y al grupo.

Tras veinte meses paseando por el mundo el disco Dance all over, Cycle pone fin a la gira y se prepara para meterse en caliente en el estudio, para grabar nuevo disco en 2017.

Por poner un pero a Cycle, me resulta una especie de equipo de grandes individualidades que no juegan luego en conjunto. Es como si quisiera hacer cada uno la guerra por su cuenta. La interacción entre ellos es prácticamente nula y salvan el partido por destellos individuales de sus cracks (Dave Kano es el Iniesta del equipo, sin duda), que están sobrados, por otra parte, de maestría en el juego.

Foto de la web oficial de Cycle

El caso es que, con un público entregado, desde el minuto uno, y a pesar del déficit de cerveza fría y el escaso afán colectivo del grupo, cuando empezaron a sonar hits del presente álbum -desde ‘Dance All Over‘, con la China Patino chorreando de agua al público, al magnífico ‘Be The One‘, pasando por ‘Rabbidy Hill‘- los presentes se olvidaron de las contingencias (aunque lo de la cerveza es algo muy duro y lamentable) y la fiesta en la sala fue rodada y sonada. De ahí, a las perlas del Weak On The Rocks; la pletórica ‘Apple Tree’, la contundente siempre ‘Mechanical’… y la Copa de Europa del grupo, ‘Confusion!!’, que pusieron al respetable a bailar, saltar y gozar a los pies del histriónico frontman. Con la sala patas arriba, también sonaba uno de mis temas favoritos (a pesar de ser del casi desapercibido Sleepwalkers), ‘You Talk Too Much!‘, en lo que significó el punto del concierto más caliente, en todos los sentidos, de La China.

De ese punto al final, gran fiesta en el escenario -en la que Donovan parecía en su salsa; no el resto del grupo-, en la que se invitó al publico femenino que lo deseara, a compartir el temazo del último trabajo ‘Saturday Girl‘, coreado finalmente, desde las tablas, por una treintena de chicas enardecidas. Este tema coral y las versiones Run With You, de Midnight,  y ‘More’, de  Sisters Of Mercy, contribuyeron al gran colofón de un magnifico espectáculo, a pesar de los matices reseñados. Que todo no puede ser prefecto. ¿O sí?

He estado a punto de reventar la mesa; ha sido la hostia… Genial Granada… Y ahora preparaos. El año que viene sacamos disco

(David Kano dixit)

La noche continuó, larga y tendida -para alguno, más bien empinada, muy cuesta arriba; deshidratación incluida- en la rutilante Planta Baja, donde pinchaba La China. Allí, abordamos un momento a David Kano, quien se mostró muy satisfecho y agradecido; “He estado a punto de reventar la mesa; ha sido la hostia… Genial Granada… Y ahora preparaos. El año que viene sacamos disco”. Una vez hecho el comentario, nos acercamos a la barra y continuó la fiesta. La China a los platos, Kano al baile y todos, por fin, disfrutando de cerveza bien fría, brindando por el buen concierto y el disco en ciernes. Salud.

 

 

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *