El Muwi La Rioja Music Fest llegó un año más, presentando su segunda edición. El festival se celebró en Logroño los días 24, 25, 26 y 27 de agosto en las Bodegas Franco – Españolas, un lugar idílico de la ciudad riojana.
La segunda edición del Muwi La Rioja Music Fest se presentaba movidita. Cuatro días de música, vino y gastronomía para todos aquellos que tengan un buen oído y un buen paladar.
El festival empezaba el jueves día 24, pero por problemas laborales no pude acudir y desgraciadamente me tuve que perder a grupos como Los Bengala y Joe Crepúsculo, pero nos esperaba un fin de semana con joyas que valía la pena mejor no perderse.
Jornada viernes 25
Me dirijo hacia el recinto del festival, cruzando el río Ebro y de repente una enorme especie de piñata con las letras MUWI presiden la entrada del festival.
La primera jornada se abrió con Shinova, grupo que se considera cabeza de cartel para unos y abrefestivales para otros. Yo me quedo con lo segundo. No son santo de mi devoción, pero con su último disco han estado girando por todos los festivales del país. Un cambio total de ritmo vino de la mano de Kokoshca, los navarros hicieron que entrase en calor y que mis pies hiciesen sus primeros movimientos. Pura potencia y actitud, todo lo esencial para triunfar encima de un escenario.
Era el turno de lo más mamarracho que se podía ver en el festival, mis paisanas Las Bistecs pusieron la nota divertida con esos atuendos imposibles de imaginar. Alba y Carla han dejado de ser una anécdota y se han convertido en algo real, algo que engancha y que te hace creer en que algo que «se sale del tiesto» también tiene cabida en festivales. Ellas no se esconden, no saben tocar instrumentos, no saben cantar ni tampoco bailar, pero ese es el truco: hacerlo todo mal. Con ‘Señoras bien’ y ‘HDA’ se desató la locura, y es que no había ni un alma que no supiera entonar la canción. Después de esto necesitaba un poco de meneo y Amatria se encargó de intentar que mis pies no dejasen de moverse. Hace unas horas había dado un acústico en el Escenario Los Tinos, pero Joni es de eléctricos y canciones como ‘Chinches’ pone a cualquiera de pie.
Cabe destacar que el MUWI tiene una cosa muy a favor, un escenario llamado Las Viñas con un Dj de continuidad que ameniza los minutos muertos entre cambios de grupos en el escenario principal. En esta primera jornada el encargado de no dejarnos descansar fue el grandioso JotaPop. Me sobran las palabras para decir lo mucho que lo adoro y lo bien que sabe escoger qué canción poner en cada momento. ‘La Reina de Inglaterra’ siempre con nosotros.
Mi andadura en la primera jornada del festival acaba con <<Rinôçérôse>> para ir cogiendo un poco de ritmo mientras salía por la puerta caminito al Maldeamores Club, donde otra vez JotaPop era el encargado de cerrar el primer día y la fiesta.
Jornada sábado 26
El sábado comenzaba con una salida turística por Logroño. Bueno, para que engañar, una salida por la Calle Laurel. Después de unos cuántos vinos y de pasar un calor peor que en el infierno, no pude llegar antes al recinto y lo hice pocos minutos antes del concierto de Perro. Tinto en mano y a inundar las primeras filas para darnos calor entre todos -más si cabe-. Era la primera visita a Logroño de los murcianos y la que os está escribiendo no podía perdérselo. Imaginaos que uno de vuestros grupos preferidos da el mejor concierto de su vida -o el peor- y no estáis presentes. Yo no soy de las que se lamentan por no haberlo vivido. Este no fue ni el mejor, ni el peor, pero es que yo a Perro les quiero por encima de todo. El público se iba acercando poco a poco e iba sintiendo el poder. Por favor, no permitáis que «Marlotina, hijos de puta» desaparezca de nuestras vidas, de nuestras calles, de nuestras escuelas…
Mientras Soleá Morente sonaba de fondo, decidí que era buen momento para visitar las bodegas por dentro donde no dejé de bailar en el Escenario Los Arcos con J. Polli Dj. Tras rodearme de barriles y poder ver la exposición fotográfica en Los Tinos salí al exterior y pocos minutos después se puso a llover. Con la bodega cerrada no tuve más remedio que resguardarme debajo de unas escaleras y allí es cuando decidimos hacer un Manuel Bartual, pero sin sentido. Un hilo entre algunos de los presentes en el festival que sólo entendería Iker Jiménez. Es posible que a nadie le interese lo que estoy contando, pero es mi crónica y me la follo cuando quiero. Así pasaron las horas y sin darme cuenta me vi en primera fila para ver a WAS.
Los de Getxo son la guinda perfecta para cerrar un festival y tener un éxito absoluto. En sus conciertos vas a bailar, sudar, cantar como si no hubiera un mañana y, por qué no, bañarte en confeti. Ya sea con canciones de sus anteriores álbumes como con temas de su último disco Gau Ama, tus pies no van a parar de moverse durante todo el concierto. Un subidón de adrenalina que me duró hasta que, una noche más, cerré el Maldeamores Club, esta vez con David Van Bylen a los platos.
Jornada domingo 27
La última jornada del festival estaba pensada para que los más pequeños de la casa pudieses disfrutar de toda clase de actividades. Desde música, talleres en familia hasta exhibición y Masterclass de Lindy – pop. Un espacio para que padres e hijos pudiesen disfrutar en familia y en el que vivir un festival diferente.
Lamentablemente, los conciertos programados por la tarde tuvieron que ser suspendidos por problemas meteorológicos. La lluvia provocó que no pudiera disfrutar de los conciertos de Las Kassettes, Tailor for Penguins, Mostaza Gálvez y La Vil Canalla.
Un año que augura buenas sensaciones para futuras ediciones. Tal y como la organización presentaba al festival, he vivido una experiencia riojana. Y espero que el MUWI vaya progresando año tras año, significado de crecimiento.
