El torbellino de St. Paul & The broken bones regresa a España

Los directos de esta banda estadounidense, originaria de Birmingham (Alabama), son apabullantes: hablamos de extáticas ceremonias de soul clásico en las que se lanzan guiños y referencias a los grandes de la música negra. Pero atención: en ellas no se fotocopia, solo se venera. Soul, gospel y rhythm’n’blues impregnados de James Carr, O.V. Wright, Marvin Gaye, Sam Cooke y Otis Redding, con sus ecos sobrevolando el repertorio (en el que cuelan alguna versión estratégica). Un dispositivo que despliegan en constante estado de ebullición. El suyo y el del público. Son siete: (Jesse Phillips (bajo), Browan Lollar (guitarra y voces),Andrew Lee (batería y percusión), Ben Griner (trombón y tuba), Allen Branstetter(trompeta), Al Gamble (órgano y piano) y el cantante Paul Janeway, un joven blanco con corazón negro que maneja a su antojo la temperatura del espectáculo. El alias de Paul es St. Paul porque empezó cantando en su pueblo natal, en una iglesia pentecostal como muchos de los legendarios cantantes de soul. Un frontman espectacular, desde su extraordinaria garganta, que conecta la psique del oyente, hasta sus pies, incansables (sí, también baila).