Dorian triunfa en la Joy Eslava
El pasado miércoles 24 de abril, Dorian presentó “La velocidad del vacío” en la sala Joy Eslava de Madrid. Era el primero de los conciertos que daría el grupo en la capital esta semana, ya que, tuvieron que añadir una fecha más porque consiguieron colgar el cartel de “Sold out” para el jueves.
A pesar de haber logrado ya su espacio en el indie-electrónico español, y tener su público, parece ser que cada vez se les unen más seguidores a estos músicos barceloneses y no es de extrañar.
Dorian no estaban solos, trajeron consigo al grupo francés BB Brunes, de teloneros y la verdad es que fueron una grata sorpresa. Nos hicieron entrar en calor con alguna de sus canciones más pegadizas como “Stéréo” ó “Coups et blessures” y aunque no son muy conocidos (aún) aquí, gente de las primeras filas, cantaron las letras. Su rock-alternativo desenfadado al estilo de los compatriotas Phoenix, animó al público de la sala, y abrió la noche dejando un muy buen sabor de boca.
Sobre las 21:30 la banda que habíamos ido a disfrutar en directo, no se hizo de rogar más y salió al escenario con “Los placeres efímeros”, la intro del nuevo disco. Apenas se les distinguía a los componentes del grupo del fondo, y mientras se colocaban en sus posiciones nos dedicaron un saludo. A continuación entre silbidos y aplausos arrancaron con “Ningún mar”. La gente estaba muy animada, se la veía dispuesta a saltar con cada una de las palabras y notas que sonasen esa noche. En la pista de Joy ya no cabía ni un alma e incluso tenían algunos espectadores en la primera planta.
El concierto continuó con “Tristeza” (una de mis favoritas del nuevo disco) desde luego ellos no la llevaban dentro, sólo había que ver la sonrisa de Belly mientras miraba a los asistentes. Después de 3 canciones de este 2013, retrocedieron 4 años atrás y nos deleitaron con el ya clásico “Verte amanecer”, su frase “¿para qué creer en Dios? Si él no cree en nosotros” es todo un himno entre los más veteranos, creo que no hubo nadie que no la gritase a pleno pulmón.
Después de ese inciso, avanzaron con la velocidad del vacío, esta vez era el turno de “Soda Stereo” una de las más bailables del disco sin duda, y “El temblor”. El cantante contó lo especial que era para ellos, mostrando su amor por el país Mexicano, donde grabaron este último CD. Éste, fue el momento mágico de la noche. Seguidamente “Más problemas” dedicada a sus fans de años, “Horas bajas” donde Mark enloqueció en el solo de batería, “La mañana herida”, “Arde sobre mojado” con ese toque de Los Planetas en su melodía, y cómo no, “A cualquier otra parte” su canción por excelencia, la que movilizó a todos los que estábamos allí, cerraron la primera parte del espectáculo. Desaparecieron unos minutos escasos, en los que cogieron aliento para ofrecernos la siguiente parte del show.
Con las luces apagadas, entró el líder de la banda recitando el inicio de “Las palabras” sin ningún instrumento que le acompañase, haciéndonos vibrar con su voz y le siguió “El sueño eterno”, nos estaban dando una tregua para aguantar el final.
El ritmo aumentó con “Veleros”, “Paraísos artificiales” y se volvió frenético con “La tormenta de arena”. Otro clásico que no podía faltar. La sala perdió el juicio coreando las letras, e indicando que era la canción que estaban esperando antes del cierre. Para finalizar su actuación sonó “Los amigos que perdí” single, el cual, gana muchísimo en directo.
Cuando pensábamos que esto había terminado, los músicos bajaron del escenario, se mezclaron entre el público y con una acústica en sus manos, pandereta y algún que otro instrumento para marcar el ritmo, cantaron “Tan lejos de ti”.
Se marcaron un concierto excepcional con un setlist bastante completo, fueron cercanos, y demostraron sobradamente cómo habían conseguido llegar hasta allí. Seguro que en su gira de festivales nacionales de este año, no dejan a nadie indiferente.
