Así de contundente se ha mostrado Thomas Walmsley, bajista de Temples, en una entrevista a Informador.
Temples no paran de crecer, la calidad de su música en el estudio lo hizo de forma exponencial desde que grabaron por primera vez en 2012 hasta que Sun Structures salió como álbum de debut en 2014. La banda de Kettering, consciente de ello, pretende seguir la misma senda que les ha conducido hasta el éxito entre la crítica, el público y sus compañeros de profesión. Walmsley ha sido muy tajante en sus declaraciones al periódico mexicano Informador, refiriéndose en los siguientes términos al próximo trabajo de la banda: “para el próximo disco sentimos que nuestro sonido va a cambiar, absolutamente. Queremos confinarnos al estudio de nuevo, no nos gusta apresurarnos en la creatividad. Será algo diferente, una progresión en relación al disco anterior”. Como resultado de esta progresión, ya disponemos de ‘Henry’s Cake’, una canción que se aleja un tanto del sonido de Sun Structures, eso sí, sin abandonar las raíces, glam y psicodélicas que caracterizan su sonido.
No se ha quedado aquí Thomas Walmsley, que también ha mandado un mensaje acerca de su experiencia en festivales: “parte de tocar en vivo es llevar a otro lado las canciones que te son más familiares, y desarrollarlas más allá de lo que se conoce por el disco, cambia en cada concierto. Eso es interesante para la banda, y para el público también. Ahora con los conciertos completos tendremos oportunidad de desarrollar toda esa música, no sólo un set de 45 minutos”. Aquí en España comprobamos durante el SOS 4.8, que a Temples se le quedan cortos esos tres cuartos de hora, tan cortos que los asistentes se quedaron con la miel en los labios al no poder completarse la actuación de ‘Shelter Song’. Y en cierto modo no le falta razón a Temples, un concierto de música psicodélica debe ir más allá de lo que se grabó en un estudio.