Blur y Los Planetas protagonizaron una tercera jornada del FIB que devolvía la ilusión a los fieles al festival con un cartel imponente.


Fotografías: Diego Garnes (El Backstage)

Llega el día más apetecible por muchos, la presencia de Los Planetas y de Blur en el cartel hizo que los que sólo podían asistir un día eligieran el sábado. Las nubes amenazaban con lluvia y proporcionaron una tarde agradable con unos escasos minutos de lluvia.

Comenzamos nuestra ruta con los mallorquines Beach Beach y los valencianos Siesta!, dos conciertos que, debido a la gran asistencia por los cabezas de cartel, no estuvieron tan desangelados como los del jueves y viernes. Un concierto a primera hora de los mallorquines en el grande con su indie-rock y aires de lo-fi que invitaban a unirse a su fiesta que después continuaría en el autobús a cargo del kraut-rock de los segundos, ni el pequeño problema con la caja de ritmos impidió que se disfrutara de un buen concierto tempranero.

¿Alguien se acordaba de los Reverend And The Makers? Tras tanto tiempo sin saber de ellos los de Sheffield hacían su aparición en el escenario Las Palmas con su rock electrónico y pequeñas dosis de funk. Un concierto bastante bailable, un público entregado en las primeras filas y un cantante que se esforzaba por caer bien y causar buena impresión, por lo menos la jugada les salió bien.

Curtis Harding

El poco tiempo que duró la lluvia nos sirvió para decidirnos entre Kaiser Chiefs y Curtis Harding, ya sabíamos de qué palo iban los primeros con su showman y sus hits para saltar y gritar, por lo que decidimos decantarnos por algo nuevo (y tan nuevo). Pocas veces se ha visto soul en el FIB, y aquella noche Curtis Harding, en lo que fue su primer concierto en España, demostró que es igual de efectivo que cualquier otro estilo. La explanada se fue llenando hasta convertirse en una pista de baile, su disco debut Soul Power (2015) dio para mucho, en algunos cortes como “Surf” se podían notar influencias hasta del mismísimo Lenny Kravitz.

Darwin Deez

Mientras Darwin Deez comenzaba su concierto con una curiosa coreografía que prometía ser un show bastante divertido, miles de españoles se iban aglutinando en el escenario Las Palmas sin rastro de público extranjero. Escenario principal, hora de máxima audiencia y regreso tras muchos años, Los Planetas es la banda que más veces ha pisado Benicàssim y aquella noche demostraron, una vez más, por qué deberían estar en todas las ediciones.

Con un nuevo Ep bajo el brazo y sólo una hora por delante encarrilaron un concierto con sus características dosis de flamenco y distorsiones cuyas letras encajan en cualquier etapa de nuestras vidas. En el poco tiempo que duraba la actuación supieron hacer un viaje por todas sus épocas sumando unos visuales que hacían referencia a su tierra y la aparición de Gaizka Mendieta, protagonista del tema “Un Buen Día”, una de esas ocasiones especiales con las que los más fieles podrán decir “yo estuve allí”. “De Viaje” fue el broche final para terminar esta travesía (nunca mejor dicho) con una segunda mitad de directo tan intenso con temas como “Alegrías Del Incendio”.

Tras el paso de uno de los referentes del indie español el escenario Las Palmas se llena de neones con formas de conos de helado. Damon Albarn y los suyos llegaban para presentar Magic Whip (2015), su nuevo disco. Como era de esperar comenzaron con uno de los nuevos temas, “Go Out” tuvo el honor de abrir un concierto que se convertiría en una montaña rusa. ¿Es Blur un grupo de cuñados? El nuevo álbum de los londinenses no pareció cuajar del todo entre los fans, todos lo daban todo con los clásicos, pero era en las nuevas composiciones donde la gente aprovechaba para hablar de su vida con el vecino.

Blur

Aun así el sonido era de sobresaliente, con tantos años a sus espaldas es difícil que un concierto de Blur suene mal, les acompañaban coristas e instrumentos de viento para complementar el directo. Tal vez fue el orden de las canciones las que impidieron que aquellos que no se encontraban en las primeras filas no conectaran del todo con el concierto, tras poguear (y venirse arriba) en los hits más conocidos de la banda llegaban las lentas, puede que ese fuera el único error. Pero si hay algo que le encanta al rejuvenecido Damon es el espectáculo, no le bastó con lanzar agua al público, sacó a una de las fans para cantar y jugar en “Parklife” (afortunada ella).

Después del parón volvieron con los bises para rematar una jornada que recordaba a aquella época de buenanza del FIB con Stereotypes”, “Girls & Boys” y un final para el recuerdo con “The Universal”. Un sábado que da esperanzas al Melvinismo.

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