La apertura de puertas fue a las 22:00 y con una rigurosa puntualidad la sucesión de conciertos que tenía a Wi Bouz, Airissial y Black Bone Tango como protagonistas comenzó a las 22:30. El aforo completado resultó sorprendente a pesar del temporal y el calendario de conciertos de la noche.
Wi Bouz que llegaban desde Almería para sorprender al público granadino, se subía al escenario como preludio. Formado por un quinteto almeriense de reciente creación que fusionan elementos de pop rock con el funk y el grunge y que bien nos recordaba a los Foo Fighters creando atmósferas enérgicas – también gracias al carisma y voz de Carlos que no paró de moverse en todo el directo- y ambientes más íntimos que emocionaron a más de uno.
Se estrenaban como conjunto en la ciudad dejando el listón muy alto aunque algunos de sus miembros ya habían ofrecido espectáculos en la ciudad con otras bandas como Parlemento Münich.
Tras un breve descanso para asimilar el vórtice en el que nos vimos sumergidos, Airissial , cuarteto granadino que a pesar de tocar en segundo lugar eran los protagonistas de la noche, atestaban al público una vorágine de rock progresivo que no dejó a nadie indiferente. Presentando su nuevo trabajo Run grabado en los estudios Sonobalance SL junto con más material recién salido del local de ensayo y a pos de entrar en el estudio de grabación hicieron que toda la sala quedase hipnotizada ante los riffs de Fernando, los dones rítmicos de Manuel y Tim y la limpísima voz de Alberto. La banda de la temporada granadina se encuentra inmersa en varios proyectos que les hará sonar mucho este año. Por lo pronto estarán en el Lemon Rock el 1 de mayo.
Los encargados de cerrar la velada, ya con menos afluencia en La Sala fueron los también paisanos Black Bone Tango, un conjunto que mezcla el folk, el blues, el soul y el western y que pusieron el broche a una auténtica noche de rock and roll que consiguió hacer frente a toda adversidad.