Todo empezó con «A casa de Dron». Taburete, banda controvertida donde las haya, convirtió “Sirenas” en una de las canciones más exitosas del año. ¿Dónde está el truco? Aquí te desvelamos la clave del single de Dr. Charas, y además analizamos el álbum.

No perdamos el tiempo analizando temas secundarios, vayamos a «A casa de Dron»

  1. El significado de «A casa de Dron / A casa de Dron / A casa de Dron / Nos vamos a casa», el estribillo de “Sirenas”

Un buen estribillo es sinónimo de una gran canción pop. Sí, suena fácil, pero no lo es. En este caso, Taburete usan en la composición de “Sirenas” un viejo truco que les ha resultado extremadamente efectivo. ¿De dónde sale?

El misterioso Dron era Carlos, el compañero de Willy Bárcenas en un viejo proyecto musical, el dúo Los Jardineros. Dron tenía un piso en Madrid donde los Taburete organizaban unas fiestas en las que llegaban a entrar hasta cien personas. Va cobrando sentido, ¿no? ¿Sabremos algún día dónde está a casa de Dron en Madrid?

Cuando el tema, cuya primera mitad estaba compuesta por Antón, y en plena navegación por Sanxenxo, esta encallado, apareció el ingenio de Willy para homenajear a ese amigo con un grito de guerra que se ha convertido en universal.

La repetición, la posibilidad de corearlo a pleno pulmón, hacen del «A casa de Dron / A casa de Dron / A casa de Dron / Nos vamos a casa», un balazo que no podrás esquivar. El subidón en los directos es apabullante.

  1. Una vuelta a la ya mítica “Amos del Piano Bar”

Si has dejado huella, si tienes estilo propio, si tienes personalidad… ¿Por qué no usar ese poder? Si bien “Sirenas” tiene un carácter que la diferencia, en ella la banda de Madrid ha puesto empeño en que tenga lugares comunes con un éxito anterior, “Amos del Piano Bar“. Al fin y al cabo, los chicos, cuando salían del Toni2, acaban en la casa Dron…

Esa similitud ha logrado que nuestro cerebro se sienta aún más cómodo con una canción que es novedosa pero familiar. El inicio, en el que la canción va casi a capela, acelera tres veces en poco más de un minuto, aprovechando la estructura de su predecesora.

Esa emulación de la fiesta, ese aumento de velocidad, esas ganas de romper, nos son comunes a todos, y si has escuchado a Taburete, lo sabrás mejor que nadie.

  1. La calidez

La música es capaz de crear sensaciones y efectos en nuestra mente que nada tienen que ver con lo físico, y en este caso, Taburete transmite confianza y calidez a raudales. Pese a la desnudez de la canción, el grupo alcanza ese punto de fragor que acaba envolviéndolo todo y provocando confort.

El vocalista tiene parte del mérito, ya que su voz no es estridente y acompasa muy bien los versos, pero es la guitarra y, sobre todo, son los ligeros arreglos los que hacen la magia.

Es cierto que Dr. Charas no es un disco en el que los arreglos le den un gran valor extra a las canciones, pero aquí aportan lo justo, como cuando aciertas con el punto de sal.

  1. Es la interpretación, estúpido

Sirenas“, como casi todas las canciones de Taburete, tiene ese soniquete a cantautor no se sabe bien cómo, acaba atrapando a todo el mundo.

Obviamente, el grupo de Madrid tiene más facilidades instrumentales que cualquier músico en solitario, pero la forma mediante la cual conjugan el solo de guitarra con su vertiente rítmica, recuerda al estilo de muchos cantautores, que para guisárselo y comérselo todo, hacen malabarismos para enriquecer el plato final.

La suma del hilo conductor (riff) y de los adornos (rítmica), da por resultado el aplastamiento de las defensas del oyente.

  1. El vídeo

Vale, no es el mejor videoclip de la historia, pero Taburete, usando imágenes de sus giras, han conseguido incluir a todo el mundo en “Sirenas“.

En la edad del indie, del extremo individualismo, de las bedroom tapes, al final, acaba triunfando la amistad, las historias comunes, la normalidad.

La cercanía que demuestra la banda incluyendo a sus fans en el clip, es un gesto que les honra y que el público ha sabido reconocer haciendo aún más grande su canción.

Bueno, y no aparece Morata, pero eso es otra historia.

  1. Los fans

Esa gente, que a tantos y a tantas artistas les sale de la boca cuando hablan, es la que ha hecho de Taburete un grupo de éxito, una apuesta segura en independiente dentro de la escena musical española. El septeto ha encontrado un nicho de melómanos que estaba abandonado, y que estaban deseando recibir un tipo de pop que hacía años que no se escuchaba en España.

Al final, una canción no despega si no tiene quién la escuche y quién la impulse, y “Sirenas” con veintiséis millones de visualizaciones en Youtube y veintinueve en Spotify, ha tenido el mejor combustible que existe.

  1. Los haters

También, por qué no decirlo, los haters comparten el mérito en este mega hit, ya que sin su publicidad no hubiese alcanzado tantas escuchas. Nada como la publicidad, sea positiva o negativa.

El reverso oscuro, el odio, también alimenta, y aunque el adanismo invite a darle todo el mérito a los que apoyan, al final, hay que contar la historia al completo.

Echa un vistazo al Dr. Charas de Taburete, el continente de “Sirenas”

Pienso que sería injusto acabar esta lista sin entrar a hablar del Dr. Charas, que es el contexto de “Sirenas” y el segundo disco de Taburete.

Dr. Charas es una oda a la realidad, un concepto tan original que cuesta pensar que no haya sido copiado todavía. Mientras algunos grupos recurren a complejos —o eso se creen— artificios, estos chicos tiran de oficio y sacan adelante sus canciones con un método tradicional.

Estilo

En muchas críticas se les penaliza por ello, pero no deja de ser el camino más antiguo del mundo para hacer arte: hablar de lo que te rodea. Es comprensible que el tono pijo de las rolas eche para atrás a gente que no vive en esos círculos, pero no parece ocurrir lo mismo en otros géneros gansteriles que sí que enganchan a esas mismas masas, que ni mucho menos son narcos.

Las influencias americanas le agregan mucho valor a Dr. Charas, esos toques mexicanos y jamaicanos hacen de Taburete una banda muy interesante, y le dan una enorme proyección internacional. El buen rollo que añaden el reggae, el ska o esos dejes mariachis, convierten el álbum en una especie de eterno verano, en un día de calma en una Tarifa sin fin.

Influencias

Todo esto, unido al pop, heredero de Jarabe de Palo o de Pereza, completan un cuadro alegre y desenfadado, joven y espumoso, con tonos que ponen a la mente a viajar, en efervescencia. Este viaje no deja de ser una continuación del Tres Tequilas que en 2015 les explotó en las manos, pero se nota una evolución interesante, unas tablas que antes no tenían.

Personalidad

El continuismo, además de en el sonido, se percibe con claridad en las letras, plagadas de referencias al alcohol y al amor, y también llenas de esos chistes internos que diferencian sus letras de otras. Lo que podía ser algo negativo —no entender la broma—, se ha convertido en un factor que suma, que los dota de personalidad propia en una escena caníbal. En el apartado sonoro, beben claramente de las rancheras, un género que está presente a lo largo de todo el álbum, y que también lo estaba en el Tres Tequilas.

Y esto sí ha podido perjudicar la calidad del disco, ya que se ha echado de menos algo de riesgo, nuevos elementos en la ecuación, ese factor X que deja a todo el mundo con la boca abierta. Quizás haya que esperar un disco más para que Taburete pongan toda la carne en el asador y demuestren que hay vida más allá de lo que la crítica ha etiquetado como pop pijo.

Producción

Otro punto que ha perjudicado al Dr. Charas es la producción, que sin alcanzar ni de lejos el lo-fi, sí que se muestra algo pobre en algunas ocasiones. Willy Bárcenas, pese a lo bien que suena en el primer LP, no acaba de explotar aquí igual durante todo el minutaje. Por las fechas del disco, parece que la precipitación en su salida ha podido ser la causa de esta bajada, pero claro, el momento es el momento…

Arreglos

Al margen de la voz, y con sabor agridulce, aparecen los arreglos, a veces certeros, a veces no tanto. Taburete son una banda de nivel en el formato acústico, sin necesidad de rellenar cada espacio sonoro, ganan, sin embargo, unos sencillos arreglos pueden hacer de ellos reyes, más todavía.

Canciones

Y por aquí, en ocasiones encontramos esa delicadeza, y otras, por el contrario, nos topamos con unos recursos que chirrían en demasía, como esos vientos de “Mexico D.F.“. En el extremo opuesto tenemos canciones como la citada “Sirenas” o “El Pato“, cuya imprimación es perfecta. Al mismo nivel está “Hijos del Soul“, cuya concepción y desarrollo mestizo, demuestran que Taburete tienen dentro mucho que ofrecer. La mezcla de idiomas y de voces es sin lugar a dudas uno de los momentos del disco.

Conclusión

En resumen, Dr. Charas es un disco notable, con una base muy sólida, con momentos brillantes y con conceptos muy acertados, pero que a veces se queda algo corto, y es normal, la banda aún tiene mucho camino que recorrer, y otros grandes del pop español como Izal han tropezado también esa misma piedra.

Lo que es seguro es que a Taburete se le presume un buen futuro, un destino que se labrará como ellos quieran, y un viaje hasta él con una compañía fiel.

Al final, más allá de asuntos ideológicos —resulta inevitable mencionar al elefante en el salón—, estos chicos no dejan de ser un grupo de amigos que están triunfando en este mundillo y que están cumpliendo un sueño. Dijo Vujadin Boskov que «Fútbol es fútbol» y yo me atrevo a concluir que «La música es música»

Consulta aquí los conciertos y entradas para Taburete en Madrid y otras ciudades.

Acordes y letras de «A casa de Dron», la famosa “Sirenas” de Taburete

Sabemos que los aficionados a la música de Taburete y a la música en general andáis buscando los acordes de “Sirenas“, así que por eso, para completar el artículo, os dejamos por aquí el solo que abre y conduce la canción, además de la línea de guitarra rítmica. Esta tab de “Sirenas” además incluye las letras. ¡Disfruta!

(El riff que abre la canción y que se repite dos veces de inicio, para después ir sonando a lo largo de toda la canción)

—-1–1-0——————-1-1-0—0—-

1-3——–3———–1-3——–1——

————-2—————————                              (BIS)




Dm          Bb

Yendo más despacio

F        C

Nunca aprendí a frenar

Dm              Bb

Ni a volar más alto

F          C

No pasé de tu portal

Dm          Bb

Vestías de luto

F       C

Cuando bailas frenesí

Dm          Bb

Esto no ha acabado

F           C

No ha llegado a su fin

Dm                  Bb

Perdí la fama en un cabaret

F                     C

Se han olvidado a qué huele la luna

Dm                         Bb

Y en las cantinas, cómo bailan, cómo cantan

F                     C

Se han olvidado a qué huele la luna

Dm              Bb

El día es claro, ha salido solo

F                 C

Te han entrado ganas de bebertelo todo

Dm                     Bb

Crees que cuando bailas no se esconde el miedo

F                   C

Y sobre su cuello flotan los pañuelos

Dm                  Bb

Solo hace falta que demos la vuelta

F                    C

Recapitulemos, paguemos a medias

Dm                       Bb

Mi sobredosis siempre serán tus piernas

F                    C

Que beben del metal que hay en tus venas

Dm                       Bb

Y en las cantinas, cómo bailan, cómo cantan

F                     C

Se han olvidado a que huele la luna

Dm                        Bb

Y en las cantinas, cómo ríen, cómo bailan

F                     C

Se han olvidado a que huele la luna

-5-3-1-0—–1——-

———1-3———

———————  Dm-Bb-F-C-Dm-Bb-F-C




Dm

El día es raro

Bb

Ni te echo de menos

F                        C

Podría tocarle a cualquiera diez boleros

Dm              Bb

Todo se acaba, dijiste mirando

F                  C

No pasa nada, nos vamos de aqui

Dm

A casa de dron

Bb

A casa de dron

F

A casa de dron

C

Nos vamos a casa

Dm

A casa de dron

Bb

A casa de dron

F

A casa de dron

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