Hace ya unos días que en El Ukelele reseñamos el Sun Structures de los Temples, nada más filtrarse ya estaba sufriendo orgasmos múltiples con una orgía psicopop que emocionaría a Roger Waters (siempre me ha parecido el Clint Eastwood de la música). La reseña fue un poco regulera y prometo hacer una con tiempo suficiente, para que podáis disfrutar de tan magna obra a lo grande.

Hubo una cosa de Sun Structures que me sorprendió especialmente. Fueron los arreglos de los temas antiguos. Como ya sabréis muchos, y si no lo sabéis os lo digo yo: la mayoría de temas de Sun Structures (el LP) ya habían salido en el EP de Temples y en singles posteriores. Los arreglos han conseguido que buenos temas se conviertan en auténticas maravillas. Y ahora vamos a lo importante: ¿qué ha cambiado en ‘Sun Structures’ para pasar de ser una buena canción a ser un pilar del álbum? El secreto, como he comentado, está en los arreglos, y en Sun Structures está concretamente en el último fragmento instrumental. Por supuesto, Sun Structures tiene más arreglos, arreglos que hacen que su sonido sea más redondo, que logre esa armonía que parecen perseguir los Temples en cada canción.

Ese minuto mágico es casi igual al original, solo que suena la guitarra más alta o simplemente suena. Ha pasado de ser una sección instrumental basada en la percusión y los sintetizadores a estar basada en una guitarra de ensueño, acompañada por la línea original. El cambio en el orden de importancia de los instrumentos ha provocado la eclosión de ‘Sun Structures’, que ahora sí, merece tener un álbum a su nombre. Es un minuto que nos recuerda a Pink Floyd, y que cumple además una de las premisas de la música de su fundador Syd Barrett: si le das la vuelta suena bien (casi siempre). Aunque esto es otra historia que quizás cuente algún día.

Os doy como regalo ese minuto de magia en su versión original. Y con su maravilloso reverso.Y por último podéis escuchar la versión del EP:

Como escucharéis la diferencia sonora es mínima, pero el efecto en la concepción mental es enorme. Bendita música.

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