A  las 21.30 de la noche los últimos rezagados terminaban la caña en el bar de enfrente de la sala Heliogabal. Era una noche de martes especial, actuaban The Shivas y The Zephyr Bones.


A las 21.45  Los Zephyr Bones (Brian, Jossip, Nico y Toni) ya tenían su puesta en escena a punto.

Sonaron las primeras notas,  y se hizo el silencio, a la expectativa de  lo que nos podría ofrecer este cuarteto afincado en Barcelona que defiende su primer Ep Wishes/ Fishes.

Se inició la actuación con cierto nerviosismo, comprensible, ya que la ocasión era especial, Los Zephyr Bones están en un momento dulce, después  de su paso por la programación del ciclo De Quintos, y la victoria en la primera ronda del concurso Bala Perduda, han creado expectativa, y eso se palpaba en las paredes de la sala Heliogabal. Poco a poco, la banda se asentó en su papel, y no tardaron en llegar buenas ráfagas de intensidad, sobretodo de la mano de su baterista, músico en el cual se apoya la mayoría del impulso de la banda en su directo.

Un servidor tiene que confesar que nunca antes había escuchado nada de los Zephyr Bones. Quería sorprenderme en directo. La banda consiguió mantener a la audiencia en tensión, y atenta a todo aquello que podría pasar. Sus temas giraban en torno a la búsqueda de un centro, a través de la creación de  hipnóticos pasajes, bien aguantados por el baterista de la banda (Toni), para luego poder descargarlos con el doble de fuerza con la que surgieron. En ocasiones lo conseguían, en otras no. Buenas composiciones. Mostraron un buen catalogo de sonidos soleados y garajeros.

Sin embargo, son una banda formada por chicos muy jóvenes, y eso se nota para lo bueno y para lo malo. Están, como es natural, en busca de un sonido. En algunos fragmentos de la actuación su música se topaba con paredes que la encarcelaba, en un callejón sin salida,  y convertía una buena idea en algo que se vaciaba lentamente, sobre todo a través de la voz de su principal frontman (Brian), que con problemas en la afinación, y la voz  edulcorada con demasiados efectos , deshinchaba el globo anteriormente creado y se volvía incomprensible.

Después de aproximadamente 40 minutos los Zephyr abandonaron el escenario entre los aplausos de una sala abarrotada. No sé qué sonido encontraran, pero si sé que, si siguen así, lo conseguirán pronto. Prometedores.

La noche, sin embargo, no había terminado, ni mucho menos, a las 22.30 aproximadamente cogían sus instrumentos The Shivas  ( Jared, Eric, Kristin and Ian).El combo de Portland no se anduvo por las ramas y empezaron a disparar los temas de su último trabajo, You Know what to do.

En este primer tramo de actuación sonaron con fuerza ‘You know what to do’ y ‘Do the cocodrile’. The Shivas sacó su arsenal caminando con una base mandona, dónde destaco con claridad su bajista, que se puso la banda al hombro con gran firmeza.

Los temas se sucedían con gran libertad. The Shivas son una banda totalmente engrasada, hasta al último rincón del Heliogabal llegaba ese aroma a orilla y noche de borrachera. Las guitarras afiladas y brillantes se ajustaban a la perfección con una base sólida pero moldeable, que te mareaba como una ola para llevarte a su médula llena de adrenalina. Todos a bailar. Pura diversión

Tras un pequeño parón a mitad de la actuación The Shivas sacó a relucir su single más popular, ‘You make me Wanna Die’, momento en que la sala vibró y cantó a pleno pulmón el pegadizo estribillo sesentero.

The Shivas terminó su actuación con un bis, como no podía ser de otra manera, delante de un público al que convenció casi en su mayoria.

Gran Noche.

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