Miles (fucking) Kane, de las islas británicas a Madrid.

El jueves tuve la suerte de volver a mi segunda casa durante este año, la sala Joy Eslava. Esta vez,  el responsable de la visita era Miles Kane. El rockero británico de directos bestiales,se dejaba caer por Madrid para presentar su segundo disco “Don´t forget who you are”.

No sé ni por dónde empezar porque prácticamente llevo sin palabras desde entonces. Los leridanos Pull My Strings caldeaban el ambiente de una forma como pocas veces había visto antes. Los teloneros, totalmente a la altura del artista principal, hicieron quedarse perplejo a más de uno porque sonaron realmente bien, ciertos ritmos recordaban a los mismísimos Foals. Además, supieron manejar al público, algo complicado cuando la gente está impaciente por ver a su ídolo.

Después de unos 40 minutos disfrutando con ellos, y una parada técnica, apareció Miles Kane. La gente enloqueció literalmente, parece ser que su paso por el FIB este verano dejó a los seguidores con ganas de más.

“You´re gonna get it, you´re gonna get it now…” así comenzaba el que iba a ser uno de los mejores conciertos del año hasta ahora. Kane abría con el tema “you´re gonna get it” del nuevo trabajo. Con pantalones ceñidos, camisa de leopardo, movimientos sensuales y ritmos pegadizos, se ganó a todos los espectadores en cuestión de minutos.

Fue intercalando canciones de sus 2 discos e hizo un setlist bastante completo. Taking over, el famoso single Rearrange, What condition am I in?, Quicksand, Better than that.. se iban sucediendo sin que apenas nos diésemos cuenta. Se notaba la cara de asombro de Miles al ver la sala siguiéndole el ritmo y cantando a coro, nada que ver con la del bajista en estado catatónico desde el primer hasta el último momento. Esto el cantante supo agradecérnoslo rompiendo esa barrera entre espectador y artista, e interactuando con nosotros durante toda la noche.

Además, tampoco podían faltar Kingcrawler, una de las más divertidas y animadas, Give up con versión de Sympathy for the devil incluída, Take the night, my fantasy o Inhaler la más agresiva de todas, entre otras, antes de hacer el descanso y recuperar energías.

Sólo nos quedaban un par de canciones y ninguno de los variopintos asistentes (desde quinceañeras, asiduos a conciertos y hasta supuestos mod) queríamos que llegase a su fin. Con acústica en mano, apareció el momento romántico que todo espectáculo debe tener. La luz se atenuó para acompañar Colour of the trap.

Después de esta bajada de pulsaciones, Kane se despedía de la capital entre los acordes de Come closer. Quizás la más esperadas por tener unos dos millones de escuchas en Spotify, no defraudó en directo. Sin dejar de moverse de un lado a otro y demostrando que en su próxima parada por España se merece llenar el Palacio de los deportes, el show había terminado.

Es claro y evidente, que ha adelantado en los directo a su gran amigo Alex Turner.

 

 

 

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