No fue hasta los bises cuando Leiva nos deleitó con su tema más romanticón, Vis a vis. Acústica en mano, empezó con una intro muy elaborada, para comenzar a cantar esta canción él solo, y en el último estribillo ya con toda su banda. ¡Y que banda! Todos y cada uno de los integrantes de los antiguos pero no olvidados tours de Pereza, más el hermanisimo Juancho (Sidecars) un virtuoso a la guitarra solista. Y digo no olvidados, porque no tardo más que un par de canciones en “colarnos” sus temas más míticos de aquella añorada etapa. El primero fue Animales, pero le siguieron durante todo el concierto canciones como la archifamosa Todo, la melancólica Champange sin olvidarnos de Caramelo o Lady Madrid.
Desde el minuto uno, Leiva dejó claro su carácter. Su telonero hacia presencia. Juan Manuel Moretti. Lider de Estelares, grupo de pop rock directo de Buenos Aires. Esta ciudad tiene feeling con Leiva desde una gira con Pereza allí, inmortalizada con un lujoso libro, Baires, y mamá de varios temas de la banda, como Amelie.
Pero Leiva es algo más que Pereza, es mucho más, eso está claro.
Entre vítores y aplausos y humo, mucho humo, entra toda la banda, y tras un micro atado a un pañuelo, muy al estilo de Mick Jagger o Steven Tyler, allí estaba él. Los cantantes fue el punto de partida a un par de horas escasas de muy buena música y muy buen rollo.
Entre el público mayoritariamente femenino, podías encontrarte con camisetas del Kun en el Atlético de Madrid, niños adormilados con sus padres o parejitas, muchas parejitas, pero si algo los unía era esa figura rozando lo esquelético en pitillos y sombrero.
Hubo tiempo para todo y más, como siempre, temazos de cantar a voz en grito como Miedo o Eme, momentos sentimentaloides como el mencionado en Vis a vis incluso canciones de relleno sacadas del último disco, no olvidemos que un concierto es una promoción, ¿o lo es el disco y el producto realmente es el directo? Abro debate aquí.
También momentos donde el buen rollo de la banda quedó extremadamente al descubierto, como fue cuando, en mitad de una de sus canciones todo el personal de la gira saltó al escenario mientras la banda tocaba, para saltar, bailar y subirse unos encima de otros, o por ejemplo cuando Leiva nos anunció que a continuación empezaría a tocar una canción y que el resto de músicos no tenían ni idea de cual era. Por último, y para dejarnos el mejor sabor de boca posible, vino el homenaje a una banda fundamental en la historia de la música en castellano según palabras del propio Leiva y que yo suscribo hasta la última coma. Mucho más mucho mejor de Los Rodríguez era el broche perfecto para una noche que había empezado ya con acento argentino.
El caso es que Leiva fue lo que se esperaba que Leiva fuera. Un par de horas para disfrutar, cantar, pasártelo bien y llevarte una buena dosis de Leiva a tu casa. Leiva es Rock, leiva es Pop, pero al fin y al cabo, Leiva es Leiva.