El pasado miércoles 14 de octubre, la sala El Sol acogió la presentación del último trabajo de SCR, Sado. Junto a ellos, los valencianos Indio demostraron que son capaces de coger el relevo de la propuesta presentada por los madrileños en un día tan especial como el vivido esa noche.
El día de la marmota parecía haberse instalado en las cercanías de la calle Jardines. Aproximadamente hace un año, mi cita con la mítica sala El Sol me llevaba al estreno de una banda casi desconocida que se hacía llamar SCR. Casi desconocida por su breve historial, pero reconocidísima en el suburbano musical madrileño debido al CV de sus integrantes. Después de esa grata sorpresa y proyectos varios, llegó el día de la presentación en directo de su último disco. Bajo el subversivo (¿interesante?) título de Sado se esconde un trabajo que sigue con la estela de su anterior Hipnosis. Para esta ocasión tan especial (noche señalada como cumpleaños de parte importante del engranaje de la sala), contaron con la presencia Indio como teloneros de gala en esta primera fecha.
Indio es un trío valenciano de guitarra, bajo y batería. La primera sorpresa que presentó (al menos para quienes les desconocíamos) fue la presencia de su baterista como frontman de la formación. Potentes percusiones en las que se descargaba todo el peso de los temas (y que en ocasiones pecó de cierto aceleramiento devenido en unas baquetas volantes), canciones con alma de garage instrumental (como ‘Hermosa Beach’) o cercanas al rock de los primeros discos de Band of Horses (como demuestra la preciosa ‘Wake Up’). Acaban de grabar su primer EP así que habrá que estar atentos a su evolución. Después de este calentamiento, de la ya de por sí caldeada sala El Sol, un rápido cambio hizo que subieran a la platea los tres componentes de SCR entre vítores y aplausos. Era palpable en el ambiente el ansia del directo y los riffs no se hicieron esperar. Sesenta minutos en los que el público presente viajó por el rock en mayúsculas de la mano de sus dos trabajos publicados. Con Sado han dado un paso adelante, centrándose en temas cantados en español en los que la rabia traspira por cada nota y gota sudada. La rabia y el sexo entendidos a partir de las bases del rock’n’roll y del blues tal y como se comprobó en temas como ‘Sado’, ‘Mi traviesa’, ‘Grita’ o en la inmensa ‘Contigo o contra ti’. Rock compacto, sin engaños, que consiguió hipnotizar a todos los presentes con su adrenalina. Un viaje en moto al viejo oeste americano desde el centro de Madrid con ‘La vieja’ como copiloto. Eduardo Molina se sentía como en casa mientras cambiaba de guitarras y afinaba entre un tema y otro o sorprendía con una interpretación cercana al rap de ‘La celda’. Su hogar es el escenario y se alimenta del vivo. Ello unido a la experiencia de sus compadres José Alberto Solís y Ekain Elorza convierten a SCR en una de esas bandas de las que sólo se puede ser acérrimo seguidor. Impagable la bajada final a los infiernos para acabar con la fiesta por todo lo alto.
Tras el primer golpe de frío al subir a la solitaria travesía, las conclusiones fueron claras y sin retorno: larga vida a SCR y seguimiento exhaustivo del periplo de Indio por el alternativo nacional.