El concierto de Rufus T. FireFly empezó pronto para nosotros con una sesión vespertina. Pero eso se merecerá un gran artículo completo aparte en el que os desvelemos más de la sorpresa que preparamos.
Lo que ahora nos acontece es transmitiros todo cuanto sucedió el pasado viernes en la presentación de “Nueve”, su nuevo trabajo, en la sala la La ley Seca de Zaragoza.
Poco os puedo contar de Pupila, que les precedieron, pues solo me dio tiempo a escuchar su último tema que me dejó un buen sabor de boca y con las ganas de escuchar más de ellos, si no hubiese sido porque estaba deseando que hiciesen acto de presencia los de Aranjuez.
He pensado que mejor me ahorro el origen del nombre del grupo que podéis leer en la entrevista que el propio Víctor Cabezuelo nos concedió hace unos días, y, también, los juegos de palabras infinitos a los que se presta la comparación de su actuación con el título de su último disco.
Lo que importa es que estamos ante una banda que ha recibido grandísimas críticas, comparaciones (odiosas o no), y a la que hay quien les señala como la promesa más consistente de este año. Creencia que suscribimos firmemente dado los resultados de su directo y la calidad de sus temas que reflejan tanto sus influencias como su propia personalidad.
Lo cierto es que despertaron la simpatía de los asistentes desde el primer minuto, fueron alternando canciones creando la atmósfera ideal en cada una de ellas gracias a los matices de un sonido envolvente que desborda detalles que crean una luz propia.
Hablaron con respeto y una gratitud sincera y modesta de la ciudad, de los silencios, de la sala. Se mostraron cercanos , magníficos en la interpretación de Metrópolis y El problemático Wiston Smith y terminaron con Test de Voight-Kampff haciendo que la percepción del tiempo fuera menor de la deseada.
Esperamos verlos muy pronto y nos despedimos con la última frase que pronunciaron:
“Ha sido un puto placer”