Sidonie pasó por la capital madrileña durante los días 2 y 3 de abril para presentar su recién publicado álbum Sierra y Canadá, organizado por SON Estrella de Galicia. El escenario elegido fue el Teatro Lara, lugar donde ya pusieron fin a la gira de presentación de su anterior disco, El Fluido García.


Paraguas y triples filas se amontonaban en la Corredera Baja de San Pablo, esperando que le dieran el visto bueno para pasar a tomar una cerveza, invitación de los organizadores del concierto, Estrella Son Galicia, antes de escalar posiciones o situarse en el patio de butacas. Mientras se cañeaba y las voces iban aumentando en decibelios, resultaba fascinante observar la belleza del interior del Teatro Lara. Abierta la veda, ascendimos a las alturas hasta nuestro aposento en primera línea de playa. Entreplanta. Primera fila. Asiento 26. Perfecto para actuar como emperadores romanos juzgando a los gladiadores que iban a pelear en la arena. ¡Qué empiece el espectáculo!

Ilustración: El Artista Invitado.

Neones rosas con el nombre de cada componente (al trío original se han unido durante esta gira Edu y Marcel. Marcel, qué gran fichaje) y un maniquí femenino, también rosado, hacían compañía a una enorme bandera canadiense. Puntuales a la cita, las luces se apagaron mientras sonaban las primeras notas del himno de Canadá. Vuelta la luz, apareció el grupo al completo y, con ellos, el primer imprevisto: Axel tuvo ciertos problemas con el micrófono de la batería en los primeros acordes, momento en el que Jes aprovechó para ir animando al público presente mientras que Marc se marcó un solo. Sólo fue un susto y no volvió a repetirse. Arreglado el desaguisado, Sidonie empezó con la fiesta del rock and roll dando un repaso a toda su carrera, manifestándose Jes como un perfecto agitador de masas (en menos de veinte minutos el patio de butacas ya estaba de pie bailando) y Marc Ros como un dandy del extrarradio con vaqueros de pitillo. Más de una (y de dos) hubieran querido esos pantalones y sus beisboleras. El concierto comenzó con ‘Costa Azul’, tema que da nombre a mi disco-debilidad, seguido de ‘La sombra’ y ‘A mil años luz’. Las piernas empezaban a sentirse inquietas en el asiento y no tardaron mucho en decidir por su cuenta y levantarse mientras suena ‘Fascinado’, uno de sus primeros hit wonder.

La noche se torna melancólica y romántica al presentar en sociedad el primer single de su nuevo trabajo, ‘Sierra y Canadá (Historia de un Amor Asincrónico)’, ‘Hiroshima mon amour’, ‘Gainsbourg’ y ‘Los olvidados’. Para estos dos últimos temas contaron con una colaboración muy especial: Miri Ros, hermanísima de Marc y voz femenina de las grabaciones del trío barcelonés. Después de estos momentos tiernos, volvieron la vista atrás para tocar ‘Todo lo que nos gusta’ (nos va a matar mañana) y convertir al público en coro vocal con ‘En mi garganta’. A continuación tuvimos el placer de ver a Liza Ros (¿o era Marc Minnelli?) en ‘Un día de mierda’, de recuperar a Miri para que todos nos sintiéramos como críos en ‘Un día más en la vida’ y volver a oírles en inglés con ‘On the sofa’. Las partes instrumentales iban ampliando fronteras y ello quedó claro en ‘El bosque’, de final contundente, mientras que Sidonie se alejaban del rock clásico en favor de una electrónica con ‘Estáis aquí’, tema del nuevo disco donde mejor se observa este giro.

El concierto estaba llegando a su fin, pero no podían despedirse sin uno de sus clásicos: las versiones. La última vez que les vi, allá por La Riviera, fueron MGMT. Esta noche quisieron viajar en el tiempo y fue ‘My Generation’ de The Who quienes se plantaron en la escena del Teatro Lara. Simplemente puedo decir que fue apoteósico. Ante esta dosis energética, Sidonie tomaron fuerzas para el último arreón con un impecable solo de guitarra de Marc en la inmensidad y soledad del escenario. La fiesta fluctúo hasta los momentos finales entre sus canciones más enérgicas y sus cortes más románticamente post-coitales. Es más, incluso nos cantaron el cuento de buenas noches cuando Marc, guitarra en mano, interpretó ‘Giraluna’. Sólo quedaban tres tiros para acabar con la pólvora y las elecciones fueron democráticas: ‘Por ti’, ‘Nuestro baile de viernes’ y ‘El incendio’. Sidonie volvieron a salir triunfantes de su paso por la capital, cambiando nuestro lluvioso día de mierda por una noche mágica (y eléctrica).

Por ello, y quizás por poner ciertas pegas, se echaron en falta más temas del nuevo trabajo. No debemos olvidar que estábamos ante un concierto de presentación de su recientísimo Sierra y Canadá. Pese a ello, quedó claro que la esposa del César dictó un juicio positivo y su pulgar estuvo en lo alto. Sidonie y los teatros, historia de un amor hecho a medida.

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