A veces pasa, sobre todo en nuestros días, que el talento no tiene soporte financiero para desarrollarse. Este es el sorprendente caso de Hellorice.
No creo que sea necesario presentar a una banda como Hellorice, que ha ganado ya algún que otro premio, que ha pisado escenarios tanto de su Galicia natal como del resto de España y que ha salido publicada en medios importantes. Sin embargo, como El Ukelele es una web dada al despiste, os hago un rápido recordatorio (si no necesitas leer más, aquí esta la campaña de Verkami).
Hellorice son Jacobo Varela (voz y guitarra rítmica), Pablo Rodríguez (guitarra solista y coros), Brais Quintá (bajo) y Nicolás Durán (batería y percusiones). Su música huye de etiquetas -o más bien arrasa con ellas- y no puede ser encasillada con facilidad. Posiblemente, el poso psicodélico de sus melodías y la voz de Varela, sean sus marcas más personales, los distintivos que los hacen únicos como conjunto.
¿Qué decir del crowdfunding? ¿Él también necesita presentación? En España es una constante, un imán para el talento en tiempos de poca fe. Porque la banda gallega es una buena inversión, son un grupo versátil pero con personalidad. Sin embargo nadie escapa a la crisis (¿qué crisis?): solo en nuestro país se contabilizan setenta portales de financiación colectiva. En 2016, la actividad generada por el crowdfunding aumentó en un 92 % con respecto a la experimentada en 2015. Al final, con la soga al cuello, vemos cómo nombres míticos dentro del imaginario colectivo, como lo son los de la librería Berkana o la revista Ajoblanco, buscan dinero por esta vía. También Podemos o los candidatos a la secretaría general del PSOE, buscan subsistir o resucitar bajo esta fórmula. Desde luego, crear una campaña de este tipo no ha de ser un estigma. No es una tontería si en ello coinciden Pablo Iglesias e Iñigo Errejón: en la financiación colectiva está la unidad. Y quién sabe si la felicidad también.
De vuelta a la realidad, a Hellorice, voy a decir las cosas claras: hay que meterles pasta. Sin nadie detrás fueron capaces de grabar un par de EPs muy buenos: Twin Paradox y Rhin. En ellos ya se aprecia evolución, cambio… Son de esas grabaciones que hay que escuchar una y otra vez para ir desmadejando posibles influencias, para encajar piezas y giros inesperados, para -en definitiva- entretenerse durante días. Además hace un año editaron dos sencillos titulados ‘Isolation’ y ‘Gluten Free’-celíacos del mundo, ¡uníos!-, que sumados a los dos trabajos anteriores, nos sirven como prueba para saber que no es un loco proyecto de Kickstarter: el tercer EP de los de Santiago es una apuesta ambiciosa pero segura. En una reciente entrevista a Colectivo de Raro Propósito afirmaron lo siguiente:
Lo habitual, cada vez que ensayamos, es que no paren de salir influencias nuevas y cosas que queremos incorporar.
Esa efervescencia juvenil unida a su sólida base sonora… ¿Qué puede salir mal? Las crónicas de su concierto junto a Kings of the Beach y Los Nastys los dejan en muy buen lugar. Eran los teloneros y pese a ello su actuación ha conseguido menciones de honor en medios especializados como en el ya citado Colectivo de Raro Propósito o en Buena Calle. También le aguantaron el tirón en su día a las Agoraphobia, que ya es decir.
Si te gustan la música y la experimentación -hecha desde el conocimiento-, no hace falta que te responda a la pregunta inicial. Pero por si acaso:
Hellorice acuden al crowdfunding para sacar otro EP de calidad, porque esperar a que alguien los escuche desde algún despacho de Madrid o Barcelona es de cobardes. Con esta fórmula ganamos todos: especialmente los amantes de la música.