Padang Rock Fest

En El Ukelele hemos tenido la oportunidad de acabar el año con mucho encanto, asistiendo a un festival único: el Padang Rock Fest. Por si no lo sabéis, Cádiz (y la provincia) es una plaza muy complicada para los grupos indies, alternativos o como sea que los llaméis. Aquí hemos visto a Izal, Supersubmarina, Iván Ferreiro, Napoleón Solo o a Lori Meyers no llenar espacios que en otros lugares se les quedarían pequeños. Por ello es importante reconocer la valía de la gente que sigue luchando por traer buena música a Cádiz, saben que el éxito es complicado, pero aún con todo lo hacen.

El Padang Rock Fest ya viene rodado, la anterior edición se celebró en Chiclana, pero para esta se decidió que Cádiz y su ya mítica Sala Supersonic fuesen la sede de tan importante evento. El cartel fue una pasada, un salto entre edición y edición (sin desmerecer a los anteriores, pero los nombres pesan): Bravo Fisher!, Full, Pasajero, La Catedral Sumergida y Bicycle Thief eran las principales formaciones y el público supo apreciarlo.

Comenzamos con un primer día largo, el viernes, en el Pub Medussa, la organización nos regaló una presentación que corrió a cargo de Guillermo Alvah, que en esta ocasión no pudo estar acompañado de sus Predicadores. Sin embargo la actuación fue genial, el espacio era reducido, pero eso aumentaba el encanto de la actuación, y es que Guillermo Alvah tiene un estilo ideal para esas condiciones, sabe conectar con el público, y si encima lo tiene encima pues… triunfa a lo grande. Su potente voz, con cierto parecido a la de Mikel Izal (para que os hagáis una idea) se tragó la sala, y su estilo bañado en folk americano terminó por hacer las delicias de los allí presentes. Debo reconocer que no conocía a este chico, y que desde entonces está en mi lista de reproducción.

Tras Guillermo Alvah tocaba descanso, una buena cena, paseo hasta la Punta de San Felipe, y entrar en la Supersonic, centro del Padang Rock Fest. Abrió Inertia soltando rock por doquier, su estilo duro y potente, muy noventero, empezó a animar al público presente en la sala. Bicycle Thief les tomó el relevo, el grupo vallisoletano ha dado el salto a la escena nacional y viene presentando su EP Fields. Pese a que su estilo es muy distante del de Inertia, Bicycle Thief conectó desde el primer momento con la sala, que disfrutó y soñó con el folk de la banda hasta el punto de hacer bailar a muchos, algo poco usual en el mundo indie general y folkie en particular. Y de Bicycle Thief pasamos a Niño Burbuja, de nuevo un cambio brusco, pero es que era hora de mover las caderas como dios manda. La banda madrileña no defraudó y puso a la Supersonic patas arriba con su indietronica, no todos los días puede uno escuchar Fuentes de Energía en directo. Y con este calentamiento hecho apareció Bravo Fisher! Era nuestra primera vez con él, El Valle Invisible nos sonaba de puta madre a través de los cascos, los vídeos de los directos prometían pero… maldito Bravo Fisher! Pese a algún problema técnico, consiguió meterse a la sala en su bolsillo, jamás he visto al público gaditano disfrutar tanto con una banda. El trío subió al escenario, aguantó el chaparrón de problemas de sonido, y aún así salió por la puerta grande. Guillermo Galguera, el alma mater del proyecto es un jodido espectáculo sobre el escenario. Daba igual que la canción fuese en inglés que en español, que fuese una cover de Lana del Rey o un tema propio, dio igual incluso que repitiese temas en los bises, la gente quería lo que fuese. Desde luego para nosotros ha sido la confirmación de que hay un artistazo ahí, un tipo que va a hacernos bailar durante años y que además es una fiera sobre las tablas. Imposible ponerle mejor colofón a la primera jornada.

El segundo día tenía un marcado carácter sevillano con Genérica, La Catedral Sumergida y Full copando el cartel, al que ponía la guinda la banda madrileña Pasajero. Y en este segundo día tengo una crítica constructiva que hacer, el único pero que se le puede poner a una organización modélica. Sabemos que los retrasos en los conciertos son algo habitual, ni mucho menos algo imposible de paliar, pero bueno, a todo se acostumbra uno. Lo peor de este segundo día es que no se permitió la entrada a la sala hasta una hora después del horario previsto para el primer concierto. Uno está acostumbrado a entrar media hora antes de la hora a la que tocan los artistas, o incluso a la hora que se dice que empieza por algún retraso, pero lo que no es normal es que el primer concierto comience a las 23.00, y no te dejen entrar hasta las 00.00. Y si fuese verano todavía puede uno soportarlo, pero aguantar en un lugar como aquel toda una hora fuera del local con el frío y el viento fue terrible. Y repito que es el único pero que se le puede poner a la organización, pero hay que hacerlo para que en un futuro el Padang Rock Fest sea aún mejor en todo (que lo será). Una vez dentro Genérica caldeó el ambiente con su pop alternativo, la prometedora banda sevillana mostró tablas sobre el escenario, se nota que hay mucho trabajo sobre sus canciones, llenas de fuerza, sentimiento y emoción. Es difícil transmitir todo esto, pero los sevillanos lo lograron. La Catedral Sumergida llegó capitaneada por la voz de Adolfo Langa y una instrumentalización perfecta, que encogió el corazón de los allí presentes y los obligó a moverse al son de la agradable música que produce el sexteto sevillano. Hay que destacar el tema Otra Vez, que define muy bien a la banda, funcionan como la seda, suaves, constantes, hasta que toca romper. Una banda a tener en cuenta para 2014, pocas hay con tanta calidad como ellos. Era el turno de la última banda sevillana de la noche, y era ni más ni menos que Full. Estos chicos son ya una realidad palpable, tienen ritmo, tienen canciones, tienen un vocalista potente… Se convirtieron en el plato fuerte de la noche, y atracaron nuestros oídos de una forma sutil y placentera. Podemos decir que somos unos atracados con síndrome de Estocolmo. Cerró la noche y el festival Pasajero, que vinieron desde Madrid para dar el contrapunto perfecto a la segunda noche, que había ido in crescendo, y que gracias a ellos consiguió mantener la calidad a la vez que disminuía el ritmo, Pasajero amansa a las fieras.

Y estos fueron nuestros dos días en el Padang Rock Fest, un festival que esperamos que siga creciendo, que siga confiando en bandas locales, y que además nos traiga otras de fuera que de otro modo serían complicadas de ver. Enhorabuena a todos los que forman parte de él, porque me temo que ni ellos mismos saben el mérito que tienen por organizar dos días de música y diversión. Gracias de verdad.

Fotos: María Torres García

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