Va a ser tarea difícil aunar tres días intensos de música en unas pocas líneas y unas cuantas fotografías. Porque el Festival Tres Sesenta es pequeño pero intenso, situado en un inmejorable entorno (La Ciudadela de Pamplona, emblemática fortaleza renacentista) muy cerca del centro y de la zona de pintxos (esto es importante, claro está).


Jueves

Como buenos anfitriones, el primer día los grupos oriundos coparon por completo el cartel. La tarea de romper el hielo festivalero se la encargaron a El Desván de Peter, un grupo rockero con mucha energía que además nos regaló su EP Las prisas si son buenas. Formados por Patxi  (guitarra y voz), Gabriel “Coke” Gaínza (guitarra y voz), Juanra (batería), e Iñaki (bajo).

Los poperos Radiofunkens tomaron el relevo recordándome en ocasiones a Supersubmarina o Miss Caffeina, presentando su nuevo EP  El turista espacial y haciendo valer el por qué fueron los ganadores de la Edición del 2013 de los Premios Rockein 2013. Están formados por Imanol Guisado (batería), Julen Alberdi (guitarra), PabloGarcía (bajo), Juan Rubio (voz y guitarra) e Iñigo Bidegain (sintetizadores).

Para cerrar el día, el plato fuerte llegó con Reina Republicana, grupo que apuesta en ocasiones porque la voz de su cantante quede incluso por debajo de los instrumentos, lo cual a veces provocaba que no se entendiera lo que estaba cantando. Están preparando un segundo disco del que dicen que quieren “sonar más fuerte, más oscuros y crear atmósferas en las canciones”. La banda está actualmente formada por Maite Rodríguez (voz y viola), Iñigo Maya ( batería, percusión) e Israel Medina (guitarras).

Viernes

La jornada de éste segundo día comenzó a las 18.10h, una hora intempestiva, con el sol a pleno funcionamiento, lo que provocó que los escasos asistentes a esta primera hora se refugiaran en la poca sombra existente, pero esto no fue impedimento para que Anai Arrebak derrocharan toda su artillería sin complejos y con muchas ganas de hacer bailar a los que allí estábamos. mezclando música (en euskera, eso si) con una puesta en escena que no dejaba indiferente, llegando incluso a saltar del escenario en plena actuación para “robar” los cojines que la organización había dispuesto para tumbarse comodamente en el césped a ver las actuaciones. Forman la banda los hermanos Iñaki “Matxet” y Marga Andereñoa (voces), Manu Etxarri (teclados y programaciones), The Commander (batería) y Kapitan Etxarri (guitarra).

La Habitación Roja fueron los encargados, con esas tablas que les dan su veteranía en el mundo musical, de hacer levantar a todos los asistentes de los cómodos cojines para acercarse al escenario a disfrutar de este directo (al día siguiente realizarían el fin de su gira ‘Fue Eléctrico’ en la sala La Riviera, en Madrid). Sus casi 20 años de carrera y ocho discos se reflejan en sus directos, contundentes y tranquilos, siendo uno de los grupos más veteranos del panorama independiente, y como dicen ellos “ya nos dan hasta premios”. Sus miembros actuales son: Jorge Martí (voz y guitarra), Pau Roca (guitarra), Marc Greenwood (bajo), Jose Marco (batería) y Jordi Sapena (guitarra y teclados).

No puedo ser objetiva con Corizonas porque les adoro desde el primer momento en que les vi en directo. Está banda surgida de Los Coronas y Arizona Baby no son solo pelazo y aires del oeste. Con ellos me pasa como con Mumford and Sons, el disco está bien, pero no le hace justicia a su brutal directo. Un impecable rock sureño (surf, folk, blues, la Creedence…). Todo esto unido a su particular forma de entender la comunión con los espectadores basada en el humor inteligente y en las frases gloriosas de su cantante y maestro de ceremonias, Javier Vielba: “siempre a tope, como en retrospecter”, “pensad en aquello en lo que cada uno crea, yo creo en Bruce Lee”. Merece mucho la pena oírlos en directo para disfrutar de la versión del ‘Wish you were here’ de Pink Floyd, o del ‘Danger! High Voltaje’, de los Electric Six, versión inesperada que me sorprendió gratamente. Esta gran familia está compuesta por: Javier Vielba (voz y guitarra), Rubén Marrón (guitarra), Fernando Pardo (guitarra), David Krahe (guitarra), Javier Vacas (bajo), Roberto Lozano (bateria), Yevhen Riechkalov (trompeta) y Sergio Hermosilla (percusión).

El premio del festival al bailarín más atlético sin duda es para Óscar D’aniello, de Delafé y las Flores Azules, y sus impresionantes pasos de bailes para impregnar de buen rollo ese estilo ecléctico y difícilmente clasificable que va desde el hip hop al pop. Acudían al festival con su nuevo disco bajo el brazo De ti sin mi, de mi sin ti. Sus miembros son: Óscar D’aniello y Helena Miquel.

Tras un telón translúcido que dejaba entrever las siluetas de los miembros de The Gift comenzaban su espectáculo versionando ‘It’s the end of the world as we know it (and I feel fine)’, de REM. Al caer el telón, este inicio en blanco y negro dejó paso a un colorido concierto, no solo por las ropas de sus componentes sino por el mural, con motivos indios y el nombre en grande del grupo, que estaba tras ellos. Con siete albumes a sus espaldas y la voz de una cantante que en ocasiones me recordaba a Deborah Harris, hicieron saltar a toda la Ciudadela con su pop rock directamente desde Portugal. Sus componentes son: Sónia Tavares (voz), Nuno Gonçalves (teclados), John Gonçalves (batería y teclados) y Miguel Ribeiro (guitarra y bajo).

Los vascos Delorean fueron los encargados de cerrar este segundo día, la verdad es que el resto de grupos habían dejado el listón demasiado alto y este grupo vasco que tan buenos ratos me ha hecho pasar con sus discos no llegaron a alcanzar ese nivel. El histrionismo y la energía del resto de bandas contrastan con la sobria y estática puesta en escena del grupo de Zarauz. Formado por: Igor Escudero, Guillermo Astrain, Lazcano y Ekhi Lopetegui.

Sábado

Yani Como, también conocidos por ser los responsables de la organización del Sonorama, abrieron la tercera y última jornada con su magnífico poprock.

Le siguió Antonio Garamendi, un veterano en la música (y con multitud de premios y buenas críticas bajo su brazo) que nos presenta su nuevo proyecto homónimo, Garamendi, en un directo con reminiscencias a Coldplay, Genesis, o REM.

Comenzaba lo fuerte del día con Iván Ferreiro, un “artista de mierda” que deja claro que su “rollo no son las canciones alegres”, pero sin duda uno de los grandes directos de este país, por todo lo que él representa. Repasó su carrera en solitario (tiene cinco discos) y grandes temas de Los Piratas.

Con unos inicios hardcore y punk resulta difícil creer que Standstill son la misma banda que ahora recorre España para presentar su espectáculo Cénit, que pronto se convertirá en un disco (al parecer aun sin nombre, según pude entender). La obra (no se puede llamar concierto a esto de lo que fuimos testigos) tiene reminiscencias místicas, medievales, casi como un camino iniciático y catártico que hay que ver varias veces para asimilar toda esa imaginería antigua mezclada con las más modernas tecnologías. Sus miembros son: Enric Montefusco, Ricky Lavado, Ricky Falkner y Piti Elvira.

Los divertidisimos We Are Standard se llevaron de calle a los asistentes con un altísimo cantante capaz de hilarantes frases (“yo he visto cómo limpian los servicios con agua, así que no la useis”, “hoy me estoy molando”) que intercala entre tema y tema, mientras baila de forma desatada, contagiando a la audiencia de este buen humor y ganas de comerse el panorama musical. Los miembros del grupo son: Deu Txakartegi, Jon Aguirrezabalaga, Willy Vanilli y Juan Escribano.

La guinda del pastel la pusieron Lori Meyers, con esos directos eléctricos a los que nos tienen acostumbrados (aunque, para decepción de seguidores y seguidoras, Noni esta vez, no se desnudó) con un repertorio en su mayor parte basado en su último disco, Impronta, aunque intercalando temones de sus discos anteriores como ‘Ham-A-Cuckoo’, ‘Religión’, ‘Mi realidad’ y terminando por todo lo alto con ‘Alta fidelidad’ no sin antes hacer subir al escenario a Iván Ferreiro y al prolífico y onmipresente Ricky Falkner, para entonar su single ‘Emborracharme’.

Me ha dado mucha pena que terminara ésta edición, estoy deseando que llegue la siguiente porque me ha sorprendido muchísimo la calidad del directo de  los artistas elegidos, en su mayor parte nacionales, siendo The Gift los únicos representantes internacionales. Quiero destacar la escasa presencia de artistas femeninas (tan solo 5 de 15 grupos llevaban una componente, y en el caso de Delorean, quedaba en segundo plano). Enhorabuena a este pequeño-gran festival que se han montado en Pamplona.

Más fotos aquí.

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