Valsaland es el proyecto musical del compositor y cineasta sueco Goblin Mikkanen. En noviembre del pasado 2015, Fängelset, su primer disco, veía la luz
La música de Valsaland no se conforma con quedarse estancada en un sólo género. Se mueve con gracia y con toda naturalidad entre el psych, el post rock, el ambient, el dream pop o el rock independiente.
Fängelset es la prueba de que Mikkanen posee una mente inquieta. Para la grabación del disco contó con más de 30 músicos, un coro de niños y grandes arreglos de cuerdas.
Fängelset significa prisión. De ahí la inquietante portada del disco, en la que vemos un adolescente con la cara y la camiseta sucias sujeto a unos barrotes de una celda oscura mientras nos dedica una mirada entre la pena y la incomprensión – y quién sabe si también odio-.
Sin duda es un disco experimental en el que Goblin, como decía unas líneas más arriba, no ha descartado nada: melodías al piano, violines y coros, falsetes e incluso algún sonido gutural (‘Ensamheten’). Los citados coros son una parte importante del disco, lo vemos claro en ‘Lilla Vän Jag Bo I En Husvagn’ o en ‘Faan’ -el mejor corte del disco, con cierto aire a Radiohead-.
Para completar el disco el concepto del disco, Mikkanen creó 6 videoclips. 4 de ellos consiguieron 10 premios internacionales, en USA, UK, Italia, España y México, en 2015.
En líneas generales puede parecer un trabajo melancólico, pero también hay momentos de esperanza y de juego (‘Leka’). Encontramos en Fängelset temas oscuros (‘Ensamheten’), canciones apacibles (‘Dödens Ambiens’, ‘Lilla Vän Jag Bo I En Husvagn’) y cortes que acaban explotando al más puro estilo post rock (´Leka’). Las “letras” son íntegramente en sueco, aunque se limitan a la repetición del título de los temas.
Fängelset se puede conseguir en Internet gracias a su propio sello, Esojoule Arts, o en formato físio, gracias a Klanuerk Recordings.
Si disfrutas la música fuera de lo convencional no deberías tardar en darle una escucha a Valsaland. Una auténtica delicia.