El 15 de marzo pasaban por Barcelona y al día siguiente hacían lo propio en Madrid. Con la excusa de sus actuaciones en nuestro país, aprovechamos para hacerles unas preguntas a St. Paul and The Broken Bones, una banda originaria de la ciudad de Birmigham capitaneada por Paul Janeway, un joven blanco con corazón negro. Fusionan las raíces del gospel con las enseñanzas de grandes maestros como Sam Cooke, Otis Reeding o Marvin Gaye. Jesse Philips (bajo) respondía nuestras preguntas.
St. Paul and The Broken Bones surge en 2012, ¿cómo nace la idea de formar el grupo?
Paul y yo somos amigos desde hace bastante tiempo. Habíamos estado en una banda antes que había llegado a su fin, y decidimos volver una última vez al estudio con un amigo en Birmingham. Después de 6 meses de grabación teníamos unas cuantas canciones que nos gustaban y convencimos a unos amigos para que nos ayudaran a terminarlas. Casi inmediatamente supimos que habíamos comenzado una nueva banda. Empezamos a tener oportunidades para tocar muy rápidamente.
Habéis conseguido un reconocimiento internacional en tan solo tres años, ¿cuál es la clave de vuestro éxito?
¡Es un secreto! Haha. No, es una combinación de trabajo duro, suerte, cuadrar horarios y unos buenos equipos de management y apoyo. Pero también tienes que estar dispuesto a salir de gira. Desde principios de 2013 hemos dado unos 350 conciertos. Cuando tienes grandes oportunidades hay que saber aprovecharlas.
Presentáis vuestro primer LP Half the city y lo grabasteis en tan solo 5 días, eso es ¿porque tenéis las ideas muy claras o al ser un grupo tan numeroso (septeto) cuando no piensa uno, piensa el otro para sacar el trabajo adelante? ¿Cómo ha sido la experiencia?
Tuvimos muy poco margen de tiempo para grabar porque nuestro productor, Ben Tanner, toca con Alabama Shakes y estaban de gira. Teníamos los arreglos de las canciones bastante antes de entrar al studio y grabamos usándolos todos mientras tocábamos en vivo –la banda entera toca a la vez. Tenemos pensado volver al studio este año para probar nuevas cosas y ver como funciona con una banda mucho más experimentada.
En la gira europea, tenéis concertados 15 conciertos en diversos países, y eso solo durante el mes de marzo, ¿tenéis súper poderes o cómo lo hacéis para que el cansancio y la fatiga no os pasen
factura?
Somos bastante buenos en conocer nuestros límites –los conciertos están programados para que nunca haya más de 3 o 4 seguidos y también intentamos estar sanos, hidratados… Dormir mucho ayuda. Pero cada concierto –da igual si es para 5 o 5000 personas, requiere la misma energía y trato.
Y lo mejor, es que no solo acaba ahí, sino que seguiréis de manera ininterrumpida hasta julio. Pobres familias ¿no? ¿Entienden que se trata de una oportunidad a aprovechar y os apoyan?
El apoyo de la familia y de nuestros seres queridos es muy importante. Estamos fuera mucho tiempo, ellos tienen que ser comprensivos. Es difícil, pero todos entienden que somos afortunados por estar haciendo esto – trabajamos muy duro para lograr que funcione. Skype y FaceTime hacen que viajar tanto sea más fácil.
¿Qué esperáis del público español? ¿Conocéis ya España?
Yo nunca he estado en España y la mayoría de los chicos tampoco. Generalmente no tenemos muchas expectativas, ¡pero estamos emocionados por la comida, el clima y la hospitalidad! Hemos oído que es un país precioso.
¿Cuándo se va a dejar de considerar el soul como música negra?
Creo que en América, específicamente de donde son nuestras raíces, Muscle Shoals y Memphis, es solo música del sur. Muchas de las grandes canciones soul han sido compuestas por bandas de músicos blancos y negros antes incluso de que los derechos civiles fueran instaurados en el Sur- por lo que el tema racial no es una cuestión real para nosotros.
¿Existe actualmente una diversidad genérica sin precedentes en la música? Es decir, por ejemplo, en determinados momentos la música era más homogénea (en cuanto a estilos) pero ahora parece que no importa de qué época es característico tal género. ¿A qué creéis que se debe?
Creo que es muy variada en varios sentidos- porque Internet es una red de distribución muy efectiva. Cualquiera puede ser viral con un vídeo si suficiente gente lo ve. Y algunos estilos más regionales tienen la oportunidad de llegar a ser oídos. Además, la mayoría de nosotros no estamos trabajando bajo las limitaciones del dinero de las grandes compañías –cuanto menos limitaciones más libres de hacer la música que nos gusta- y no producir sin parar hits para la radio.
El IVA cultural en España es del 21%, el más alto de Europa, lo que está provocando que cada vez sea más difícil disfrutar de la música en directo, pues mucho grupos internacionales deciden obviar a España de sus giras, a la hora de planificar vuestra gira, ¿habéis tenido esto en cuenta? En comparación con España, ¿cómo es la situación cultural respecto a la música en EEUU?
Tenemos un gran agente de contratación en Europa que nos ayuda a lidiar con todo esto. Para nosotros lo importante en este momento es llegar a mucha gente y no tanto hacer dinero. Solo queremos estar en todos los sitios que sea posible. Generalmente hay un apoyo menor a las artes desde el gobierno, pero los impuestos no son un factor muy duro en este caso. Las artes son tratadas como una especie de pequeño negocio, no importa el tipo de bien o servicio que ofrezcan.
¿Creéis que el gobierno debería implicarse en la cultura musical (en este caso)? Ya no solo en cuanto a impuesto se refiere, también a ayudas, o, por el contrario, creéis que la cultura debería evolucionar independientemente del gobierno de turno?
Creo que el apoyo del gobierno para esta situación cultural es importante. En Canadá por ejemplo, donde crecí, una banda podía obtener subvenciones del gobierno, grabar un disco e ir de gira. Creo que esto es genial, y ayudó a muchos colegas, como Feist, Broken Social Scene, etc a empezar. Pero obviamente el apoyo de lo público tiene que estar ahí también, en muchos sitios la financiación externa artística es el primer sitio al que acudir cuando los tiempos son duros.