A veces los grandes eventos te permiten acercarte a pequeñas joyas, a entrevistar a grupos como Biznaga, cuyo sonido entró a lo grande en la escena española con su Centro Dramático Nacional y que ha terminado de explotar con Sentido del Espectáculo.


La entrevista con Biznaga se gestó con mucho mimo y paciencia, unas características que parecen definir a los festivales de puertas para adentro, pero que luego desaparecen en cuanto el juego comienza. Después de dar una buena vuelta por el inmenso recinto del Festival Internacional de Benicàssim, llegué a la zona donde había quedado con la banda radicada en Madrid. El cuarteto había estado descargando el material en la zona anexa a la carpa de Radio 3 y llegó al poco tiempo, tras solventar un pequeño malentendido (yo iba de parte de El Ukelele, no de la MTV), comenzamos una entrevista que se me quedó corta pero que ha abierto la puerta a nuevas preguntas para el futuro, si es que hay.

Tras un primer LP espectacular, ¿cómo os planteasteis la continuación? ¿Hubo síndrome del segundo disco?

Jorge: Siempre existe esa sombra, pero al final, para superarlo tienes que ponerte a componer sin pensar en el primero. De hecho ya le teníamos un poco de manía al disco anterior, así que decidimos ponernos a escribir y fue saliendo, sin más.

Habéis calificado vuestro trabajo Kaki Arkarazo como muy positivo, ahora que han pasado unos meses y la perspectiva es más amplia, ¿qué ha sido lo mejor de trabajar con él?

Álvaro: El sitio y el equipo. El sitio donde está, apartado de todo, en el monte; la sonoridad que tiene, muy orgánica; la mesa, donde todo es analógico; además también grabamos en cinta. Con esos componentes se mezclan muchas cosas que hacen que el sonido sea muy bueno. Además nos dio mucha libertad, de hecho en el disco, había momentos en los que él nos sacaba de dudas, porque cuando estás cinco días seguidos en un estudio, a veces la cabeza… Y él te guía, pero el disco lo hicimos nosotros.

Jorge: Él ejerció como técnico, siguiendo las pautas que le habíamos dado nosotros y aportando en momentos puntuales desde su gran experiencia. Su opinión, en aspectos como el sonido, ha sido bienvenida, pero en general sabíamos por dónde tenían que discurrir las cosas y así fue.

En Sentido del Espectáculo se nota la evolución en las letras, más finas pero igual de oscuras y duras, ¿diríais que es así?

Jorge: Yo diría que sí, quizás haya letras en Centro Dramático Nacional o en el EP que puedan estar a la altura de las mejores de aquí, pero en general creo que el conjunto a nivel de letras es mejor. Al final también adquieres habilidad y pericia a base de escribir. Al principio no sabes cómo va, pero después no solo vas mejorando con los instrumentos, sino también con la propia escritura de las canciones.

Pecamos como cualquier otra persona, y realizamos una serie de comportamientos que se denuncian, poniéndolos de relieve en las canciones. No es un discurso que se intenta dar a quien te escucha para remarcar lo mal que lo hacen y lo bien que lo hacemos nosotros, o que es lo que no deben hacer. Nosotros estamos dentro de esos comportamientos y sería hipócrita usar la segunda persona del singular o del plural.

También se nota la evolución en las melodías, se os ve más sueltos. 

Álvaro: Nos hemos dejado un poco más llevar, con menos miedos, trabajando más los temas y también hemos tenido más tiempo. Al final salen estructuras que no es que sean más complicadas, pero a las que sí que se les ha dado más vueltas. Sí que es verdad que el salto se nota. También tocar en directo ha ayudado.

Volviendo a las letras, hay que decir que vosotros os incluís en esa sociedad que denunciáis al contrario que otras bandas, ¿es esta una de vuestras señas de identidad?

Jorge: Creo que era más justo con nosotros y con la gente que nos iba a oír, ser sincero y decir que bueno, que no estamos en una burbuja, por encima del bien y del mal. Pecamos como cualquier otra persona, y realizamos una serie de comportamientos que se denuncian, poniéndolos de relieve en las canciones. No es un discurso que se intenta dar a quien te escucha para remarcar lo mal que lo hacen y lo bien que lo hacemos nosotros, o que es lo que no deben hacer. Nosotros estamos dentro de esos comportamientos y sería hipócrita usar la segunda persona del singular o del plural.

¿Tenéis referentes literarios o de lecturas que os influyan en estas letras?

Jorge: No, me gustan muchos libros y escritores, pero referentes a la hora de escribir las letras… No. Como referentes no, quizás en algunas letras, las que hacen un análisis de los medios de comunicación, de las nuevas tecnologías o de las redes sociales, haya presentes lecturas filósofos y sociólogos del siglo XX que nos hayan llevado a ese terreno, aunque como inspiración no, simplemente es un bagaje que está presente

En vuestro perfil de Facebook citáis una gran cantidad de grupos que han influido en Biznaga, pero me llama sobre todo la atención que os comparen con bandas del calibre de The Clash, Sex Pistols o Eskorbuto a nivel nacional, ¿qué sentís cuando escucháis o leéis estas comparaciones?

Jorge: Nada. Si nos compararan con El Canto del Loco nos jodería más que si nos compararan con The Clash, no te voy a decir que no, pero al final la gente, los periodistas, de alguna manera, para explicar y entender la música, tiendne a compararla con algo pretérito que haya escuchado antes, algo más divulgado para que se pueda entender qué hacemos.

También quiero añadir que una cosa es decir que te recuerdan y otra es decir que «son los nuevos tal o cual», que eso sí que es una mierda, no me jodas… Es fácil decir eso y supone menospreciar la personalidad de la banda.

Ya que estamos hablando de otros, ¿qué nos podéis recomendar de la escena?

Jorge: De la escena internacional actual estoy muy desvinculado, la verdad, no estoy al tanto. Cosas más antiguas sí, pero no le voy a revelar la panacea a nadie. De grupos españoles me gustan mucho Los Claveles, que tampoco es que sean muy actuales pero… También Juventud Juché, que ya no tocan pero están muy bien; Kokoschka; La URSS; AVT; La Plata…

Citáis varios nombres, pero… ¿Cómo veis la situación de la escena punk?

Jorge: Pues hay un montonazo de grupos, nunca ha dejado de haberlos. En Madrid hay un huevo, de hecho hace poco estuvimos tocando en la presentación del disco de AVT.

Álvaro: En Madrid hay muchas bandas y muchos conciertos.

Jorge: También hay movimiento en Valencia, en Barcelona, en Galicia, País Vasco…

Volviendo a vuestra música, y perdonad la generalización, hay como dos caras de Biznaga, una más «pop», con canciones algo más luminosas; y otra que es dura y cruda; a veces estas caras unen para que vuestra personalidad acabe teniendo aún más potencia. Creo que gracias a ello llegáis a aún más gente y vuestro mensaje se entiende mejor. ¿Sois conscientes de ello? ¿Cómo conjugáis esto?

Álvaro: Van saliendo temas y unos días te suenan de una manera y otros de otra. A veces crees que no van a tener una coherencia pero cuando lo escuchas todo junto, la tienen.

Jorge: El truco está en el orden. En cohesionar el sonido de alguna manera, usando un orden más o menos lógico, que haga que todo cobre sentido junto. Se puede conseguir, usando esas canciones que tienen de ambos estilos como bisagra entre esas cuyo tinte es más agresivo con las que son más suaves. Al final el truco es no discriminar nada y…

Álvaro: Y hacer lo que te salga de la polla.

Jorge: Básicamente:

Ahora estamos en fechas festivaleras y está habiendo mucha polémica con respecto a las condiciones de trabajo, de seguridad… Vosotros, como artistas, ¿qué opináis de estas denuncias que se vienen haciendo? ¿Cómo vivís esa situación desde dentro?

Jorge: Hay curritos que están aquí echando las horas por una miseria. Qué me va a parecer, me parece mal, pero creo que es un reflejo de lo que ocurre en otras profesiones. A nosotros mismos, sin ir más lejos, en nuestros trabajos, porque no nos dedicamos a esto, aunque vengamos aquí por dinero. Me parece que hay que hacer un análisis y cambiar las políticas de trabajo en general, no solo en los festivales.

Hay palos del flamenco que tienden a expresar sentimientos de forma desgarrada e incluso iracunda, y esa energía también se puede encontrar en el punk y en el rock.

Para ir finalizando, volvamos una vez más a vuestra música. ‘Una ciudad cualquiera’ quizás sea vuestra canción más redonda hasta la fecha, apta para seguidores del género, pero que también es capaz de atraer a la gente de fuera. ¿Para vosotros es una canción más o pensáis en ella como en un single?

Jorge: A mí es una de las que más me gusta tocar. No la que más, pero sí que está ahí entre ellas.

Álvaro: Ese tema, cuando fue cogiendo forma, ya se veía que era un temazo que nos emocionaba tocar en el local.

Jorge: Pasó por una especie de periodo negro en el que pasábamos de ella. Fue de las últimas en hacerse la letra, y entonces tendíamos a tocar y a ensayar más de cara a la grabación del disco las que ya estaban completas. Así se fue quedando…

Álvaro: Yo tengo que decir que siempre confié en ella.

Jorge: Sí, luego resurgió de entre sus cenizas y escalando puestos hasta ser ahora como una especie de canción insignia. Aúna a gente de diferentes gustos, diferentes tendencias musicales, que se acaban juntando en esta canción.

¿Reacciona la gente de forma diferente cuando la tocáis?

Álvaro: Con ‘Ciudad’ se nota, pero hay muchas más.

Jorge: Sí, se nota.

En He Reunido A La Banda habéis dicho que ‘Oficio de tinieblas’ está inspirada en cierto modo en ‘La Leyenda del Tiempo’, de mi paisano Camarón de la Isla. También, y como ejemplo más claro, existía un marcado ambiente flamenco en ‘Los Duelistas’ del primer disco. ¿Cuál es vuestra relación con el flamenco? ¿De dónde vienen esas influencias?

Álvaro: Yo no soy ningún experto en flamenco, sé las cosas más basiquitas, pero sí que es verdad que al coger la guitarra pues no sé… Salían esas notas que me molaban y al final bueno, pasó casi que más en el primer LP, que tiraba más de ese sonido. Porque en Sentido del Espectáculo sí que tienes ‘Sonido de Tinieblas’ con ese dejecillo, pero en Centro Dramático Nacional suena más. Yo soy de Andalucía también, de Málaga, y de alguna manera siempre he tenido presente el flamenco, y no solo el flamenco, también acordes españoles, esos acordecillos que salen a flote y que quedan bien con el punk. Al final sale esa mezcolanza. Mis padres escuchaban flamenco y a mi hermana le encanta, es una cosa que yo he tenido presente. También con las letras de Jorge a veces quedaban bien.

Jorge: Hay palos del flamenco que tienden a expresar sentimientos de forma desgarrada e incluso iracunda, y esa energía también se puede encontrar en el punk y en el rock. Entonces, de alguna manera hay un puente emocional entre un estilo y otro. Luego hay acordes, que como dice Álvaro, que tienen una especie de emocionalidad oscura, que acelerándolos y haciéndolos en una guitarra eléctrica encajan bastante bien.

Y para ir acabando… ¿Hay futuro?

Jorge: Futuro habrá, eso espero, no sé si bueno o malo.

Álvaro: Sí que hay futuro, pero es aterrador.

Jorge: Para mí el futuro es dentro de un rato, no pienso en veinte años ni nada de eso.

Álvaro: No hay que pensar más allá de los cinco minutos siguientes.

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