El esperado regreso de Izal y Second a León

Izal y Second, regresaron a León para presentar sus últimos discos y para contagiar a todas las personas que presenciamos el concierto pura felicidad.

El espectáculo tuvo lugar en la Oh! de León, desde un escenario de unos tres metros de altura, que fue bastante criticado por el público debido a que las personas de las primeras filas debían mirar prácticamente en vertical, y con lleno absoluto, sorprendente para ser una sala tan grande y una ciudad tan pequeña.

Los primeros en subirse, fueron Second, uniformados como ya viene siendo habitual con el traje que lucen en el videoclip de 2502, y canción con la que abrieron el concierto. A partir de aquí, hicieron un repertorio de 16 canciones en el que alternaron tanto canciones del último disco, como de los anteriores. Psicopático, Antiyo, Muérdeme, La distancia no es velocidad o Rincón exquisito, fueron algunas de las canciones que formaron parte de esta primera parte. Tras un descanso de unos minutos, vuelven a subirse al escenario, y entre aplausos  Sean dice “Nunca habíamos tocado en un escenario tan alto y tan alejados del público”, pero esa lejanía terminó difuminándose con el calor que se irradiaba. Para los bises, dejaron Si todo se oxida, Espectador, LobotomizadosN.A.D.A, Autodestructivos y Rodamos, haciendo que el primer concierto, no pudiera acabar de mejor manera.

Tras unos minutos, son Izal quienes se suben al escenario. Al principio, con complicaciones técnicas en cuánto a sonido, pero en el momento en el que se solvetaron, nos dejaron disfrutar de su enorme directo. Comenzaron con Despedida, de la misma manera que comienza su último disco, para seguirla Hambre, Tóxica, Asuntos delicados, y Qué bien, la canción que según sus propias palabras, es la que mejores recuerdos les trae y no es de extrañar. En pocas ocasiones, he visto a tantas personas sonriendo, cantando y bailando al son de una canción, y para los intérpretes debe ser un lujo ver cómo tantas personas disfrutan a la vez de una de sus canciones. Hicieron un repaso por sus dos álbumes, terminando la primera parte del concierto con los Epílogos.  Tras un breve descanso al que nos tienen ya acostumbrados todos los músicos, recuperan sus instrumentos para terminar con Palos de ciego, Prueba y error y La mujer de verde, porque “todos queremos ser superhéroes de vez en cuando”.

Un concierto de altura, en todos los sentidos. Esto demuestra, que juntando a dos grupos que hacen buena música, el resto no importa y que la posición que están adquiriendo en la escena musical de nuestro país, es merecida.

Texto: Sandra Casariello
Fotos: Sandra Casariello y Sara Sánchez

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