Sobremesas. Ese espacio de tiempo donde el cerebro permanece en estado vegetativo mientras que el resto del organismo espera pacientemente a que la digestión haga su trabajo. En ese lapso, mientras descubrimos si existe diferencia alguna entre una dosis simple y doble de té verde, El Ukelele se reunió con los chicos de Trepàt, formación granadina que acaba de publicar su disco La fiesta oscura, trabajo lleno de matices y de originalidad. Con ellos, conversamos sobre el crowdfunding, la escena granadina y literatura.


Para aquellos que no sepan de vuestra existencia, ¿quiénes sois, de dónde venís y qué hacéis?

Somos Trepàt y somos de Granada. Bueno, cada uno es de diferentes partes de Andalucía y Murcia pero en Granada es donde se ha formado el grupo y donde de momento nos encontramos.

¿Qué es Trepàt?

Trepàt es un personaje terciario que aparece en Rayuela, la novela de Julio Cortázar. Para encontrarlo hay que rebuscar mucho. Es un personaje muy breve pero muy intenso. Se trata de una pianista a la que matan mientras está tocando.

¿Cómo se formó el grupo?

Yo (Juan Luis, cantante) venía tocando en solitario y llegó la hora del concierto nefasto. Necesitaba un chute de algo más. A Patricia (bajista) la conocía de la facultad y siempre hablábamos de montar un grupo. También conocíamos a Miriam y a Mari Carmen así que hablamos con ellas y les dijimos que ya había cerrada una fecha para mayo y nos dijeron que sí. Tocamos los cuatro, sin percusión alguna, solo maraca y triángulo. A Rocío aún no la conocíamos, y resulta que una amiga común que fue al concierto nos dijo de su existencia, nos puso en contacto y en junio de 2011 surgió el grupo.

Conocido ya el origen del nombre del grupo, en vuestra música está presente la literatura tanto por su lírica como por la presencia de figuras como Lorca. ¿Es la literatura una parte importante de vuestras vidas?

Ocupa un lugar muy importante. Si bien es cierto que ahora con el trabajo y el grupo no le dedicamos el tiempo que quisiéramos pero está siempre muy presente. Siempre andamos con un libro bajo el brazo, comentamos las últimas lecturas, etc.

¿Ahora con qué volumen andáis?

Con Jack Kerouac y Los vagabundos del Dharma. Estamos muy sumergidos en él.

Antes de que metamos la pata, contadnos vosotros cuáles son vuestras influencias. Personalmente me recordáis a la línea que llevan grupos como Pony Bravo o Dolores.

Es un tema bastante complicado hasta para nosotros porque a la hora de componer no pensamos en un grupo al que queremos dirigir esa canción. Componemos con un sonido que sale en ese momento, unos ritmos que nos gustan, pero no podemos decir qué influencia directa tiene. A nivel Granada, está claro que va a ver grupos que nos van a influir de manera inmediata como Los Planetas, Morente, etc. Pero no existe un referencia exacta. Está claro que cada uno tiene sus gustos musicales y eso se va a ver reflejado de manera ineludible pero no vamos buscando un sonido exacto. Y por eso al final salen canciones un tanto eclécticas. Aunque si que es verdad que igual, últimamente, estamos muy entusiasmados con la música electrónica.

¿Cómo es vuestro proceso compositivo?

Primero se plantea un esqueleto, la letra y unos acordes forman una primera semiestructura que se puede ir modificando. Se lleva al ensayo y empezamos a añadir instrumentos y aportando cada uno su grano de arena a la canción. Se forma poco a poco. El proceso es muy reflexivo y en continua mutación. Algunas canciones salen en la maqueta y en el disco son totalmente distintas.

 

De hecho, varios temas se encontraban en La línea infinita y también aparecen en La fiesta oscura, pero totalmente modificados.

A la hora de grabar el disco, esas canciones existían y eran totalmente distintas a la maqueta. Eran fiel reflejo del avance que ha tenido el propio grupo. Reflejaban el crecimiento que ha tenido la banda durante este tiempo por medio de las actuaciones y los ensayos.

¿Cómo fue la grabación de La fiesta oscura? ¿Estáis contentos con el resultado final?

Estamos muy contentos y muy ilusionados. La mano de Raúl Pérez ha aportado mucho. Nos ha aconsejado muy bien y ha sabido encauzar toda nuestra energía. Ha sido todo un acierto poder contar con él. La grabación se hizo en La Mina, un estudio que se encuentra en un cortijo a las afueras de Sevilla. En Raúl también hemos encontrado a un amigo, no ha sido una relación meramente profesional. Fue todo muy intenso. Estuvimos grabando algo más de una semana y, después, las mezclas. Era levantarte muy temprano, comer, grabar, merendar, grabar, acostarte. Todo era un Gran Hermano. Todos metidos en la casa 24 horas. No había escapatoria porque estabas lejos de la ciudad. Quien no grababa, hacía las tareas de casa…aunque siempre había quien se escaqueaba (risas).

También hemos puesto mucho esmero en el diseño del disco, diseñado por Pablo Peña, bajista de Pony Bravo.

El disco está autoproducido, habéis actuado en lugares tan insólitos como galerías de arte…¿la industria musical está cambiando?

Hombre, las redes sociales es un escaparate total. Te da muchas ayudas aunque también puede ser contraproducente pero, en nuestro caso, nos ha ayudado mucho. Trepàt ha nacido y ha ido creciendo gracias a los seguidores, a su apoyo en las redes sociales y a plataformas de conciertos online, concursos de bandas, etc. El motor económico del disco ha sido el crowdfunding. El crowdfunding es un fenómeno social, es la ayuda de gente anónima que ha puesto dinero de su bolsillo para que podamos grabar este disco. Es muy fuerte. Por ejemplo, dentro de unos días iremos a Úbeda para hacer una recompensa a Diego Sola que puso una cifra notable. Y podemos decir que en breve se va a dar un concierto muy original para la gente del crowdfunding.

Vuestra música tiene mucho de folklore. Personalmente, me recuerda a La España Negra pintada por Solana. Os alejáis del mestizaje obvio y sacáis una música más de las entrañas y de la tierra.

Esa línea es un poco peligrosa porque mezclar estilos puede rozar el mestizaje obvio. Es una línea que separa dos estilos muy diferentes. Aunque también hay cosas interesantes como Pata Negra o Mártires del Compás. Pero es un estilo al que nosotros no queremos meternos. Está claro que al venir de Granada, el folklore te va a tocar de una manera u otra.

La escena musical granadina es de sobra conocida por todos, así que os voy a preguntar por la escena underground. ¿Cómo veis la escena?

Genial. Hay proyectos superchulos en todos los ámbitos, no solo en lo musical. Hay propuestas culturales, asociacionismos…tenemos unos amigos que, por ejemplo, tienen una web cultural que se llama Licor de Granada y desde donde han salido Los viernes bonsais que hacen propuestas de conciertos más experimentales. Allí es muy fácil encontrarse con amigos que montan un grupo o que surja la unión de varios grupos. También está el Emergentes de Plantabaja, un concurso de bandas (nosotros quedamos finalistas ahí el pasado año) y por ahí se mueve mucho la escena. Cada año seleccionan a 18/20 bandas. Es impresionante teniendo en cuenta el tamaño porque se presentan más de cien bandas y la selección ya es alta. El pasado año el nivel era altísimo, por ejemplo. También, hay mucha conexión entre las bandas, estamos muy cercanos, y eso siempre ayuda. Conocemos a Pájaro Jack, Aurora, Chin Yi, etc.

Habéis estado en las Demoscópicas de Málaga, también con Perro en Sevilla y pronto también actuaréis en Valencia con ellos. ¿Para cuándo nuevas fechas?

Madrid y Barcelona se van a cerrar en breve. En verano hay festivales por cerrar pero por ejemplo estaremos en el MonaFest. Y después de verano, con el disco ya más rodado, haremos una gira nacional.

Para terminar, ¿a quién os gustaría que entrevistásemos?

Chin Yi, Copa Turbo, Royal Mail tienen un discazo que grabaron con Producciones Peligrosas. Ahora mismo están aquí también Pájaro Jack y Brío Afín.

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