The Limboos están afincados en Madrid, tocan soul, R&B mezclando ritmos latinos y caribeños propios de los años 40 y 50, forman una pequeña familia musical que ha decidido intentar buscarse la vida por la vía musical, peleando por aquello en lo que creen. Editaron su primer disco, Space Mambo contando con la producción de Mike Mariconda, experto en música negra. Nos han dedicado una parte de su tiempo para contestarnos a unas preguntas.
Pregunta para ir calentando: quiénes sois, qué hacéis, por qué os llamáis así y cual es vuestra misión en la tierra
Somos The Limboos, y al resto de la banda le gusta decir que el nombre hace referencia a mi estado mental, aunque yo no esté siempre de acuerdo… Nuestro misión en la tierra aún está por determinar, pero de momento nos afanamos en hacer pasar a la gente un rato divertido.
Qué hacen unos gallegos tocando ritmos de los años 50 y caribeños
Estos sonidos son el punto de encuentro de las distintas influencias que tenemos los miembros de la banda. En realidad, estamos abiertos a cualquier tipo de música que nos haga mover el pie.
Qué diferencias podemos encontrar entre vuestro primer 7” y el disco actual
Además de la obvia diferencia de tamaño, en el disco hemos podido plasmar un poco más esa variedad de estilos que conforman nuestro sonido.
Cuál es el proceso de composición
Normalmente las canciones parten de un patrón rítmico o melodía, y a partir de ahí los desarrollamos.
¿Os habéis dejado algún tema fuera que quisierais rescatar en los directos?
Sí, en directo tocamos canciones que no están en el disco, ¡no había hueco para todas! Además, estamos trabajando continuamente en nuevo material.
Cuáles han sido vuestras influencias (me encanta ésta música, si me decís bandas y artistas me pongo a escucharles)
Los cuatro somos fans de la música, por lo que hay muchos hilos de los que tirar. Quizás la base del sonido sea el R&B de los 50 y 60 —Five Royales, Ike Turner, Andre Williams, el sonido de New Orleans, etc.— y ritmos caribeños como el mambo de Pérez Prado o el ska de Laurel Aitken.
Cómo trasladáis ese sonido a los escenarios, es decir, qué nos podemos encontrar en directo que no nos encontremos en el disco
M: Esta música es muy visceral, está hecha para ser tocada en vivo. De hecho, la producción del disco respeta completamente el sonido de la banda, no hay ningún artificio…
Si tuvierais que convencer a alguien de asistir a algún concierto vuestro, qué le diríais
Pues si me pongo cubano. “Si conmigo tú te quieres divertir, tómate un cucurruchito (sic) de maní”.
¿En qué festival español os encantaría tocar? ¿Y extranjero?
Estamos encantados de tocar en todo tipo de festivales, y el circuito aquí está lleno de eventos muy atractivos. A lo largo de este año estaremos tocando en algunos de nuestros favoritos, ¡¡estad atentos!
Actualmente, muchos artistas se autoproducen o se sirven de propuestas como el crowdfunding. Las pequeñas discográficas cada vez son más numerosas. ¿Pensáis que está cambiando el mercado musical?
Venimos del circuito de rock and roll, que siempre se ha movido en el underground, así que lo que nos comentas, para nosotros es el mundo real… Sí es cierto que hay muchos sellos pequeños que están haciendo las cosas muy bien, y esa estructura es necesaria para que las bandas crezcan. Nosotros hemos tenido mucha suerte al contar con el apoyo de Penniman Records, un sello que nos viene como anillo al dedo.
¿Lo tiene más difícil un artista saliendo de Galicia que de Madrid o Barcelona?
Hay un evidente inconveniente logístico para hacer bolos, las distancias se alargan hasta el doble, pero lo cierto es que de Galicia siempre han salido muchas bandas… Nosotros estamos viviendo todos en Madrid y se nota sobre todo en ese aspecto, puedes tocar más a menudo…
Para conoceros un poco más allá de lo musical, ¿a qué dedicáis el tiempo libre?
Últimamente tenemos muy poco tiempo libre, y ¡¡esperemos que siga así!
Y para terminar, ¿nos recomendáis alguna formación, quizás apenas conocida de vuestro estilo?
M: En los recopilatorios de sellos como Norton, Crypt, Ace o Jerome Records hay muchas joyas por descubrir.