Ignacio, Alejandro, Diego, Borja, Carlos, Joan y Guzmán son Lígula y son de Madrid. De hecho, su nombre lo toman prestado de una calle de la ciudad.  La calle donde todo empezó a germinar y donde allá por 2011 se gestó su primer EP. Tras varios cambios de formación, unos kilómetros de carretera, reseñas en publicaciones, Lígula saca su primer largo de la mano de la discográfica madrileña The Note Company


 

Cuando escuchas a Lígula te recuerdan a algo, esas melodías a veces lánguidas, a veces hipnóticas y una voz evocadora. Te invitamos a que les conozcas más de la mano de Guzmán Sánchez:

Tras varias vueltas en vuestra carrera (publicaciones, cambios de formación) por fin The Note Company decide apostar por vosotros para sacar vuestro primer disco, ¿cómo lo conseguís?

Quizás precisamente por las vueltas que llevamos años dando surge esta oportunidad. Berta de The Note Company nos conocía, nos había visto en directo y le gustaba lo que hacíamos. Hay que reconocer especialmente a Berta el entusiasmo que siempre puso en que nos uniéramos al equipo. Y aquí estamos.

Lo hemos comentado con varias personas, el hecho de que vuestra música nos recuerda a algo pero sin acabar de concretar. Es como si se notaran vuestras influencias pero que fuerais más allá, buscando un sonido propio. Hay una evidente evolución entre vuestro EP homónimo quizás más folk, más luminoso, vuestro LP parece más íntimo y oscuro, ¿buscabais ese contraste o surgió solo, de la propia evolución de la banda?

Es verdad que en las referencias que se asocian a la banda últimamente en prensa hay una discrepancia casi ecléctica. En principio siempre hemos dicho que influencias muchas pero intencionalidad ninguna. Nosotros mismos nos quedamos bloqueados en el momento de catalogar lo que hacemos.

Respecto a la evolución, es verdad que el EP era más folk y esa línea se fue abandonando, sin ser esto algo tácito tampoco. Las nuevas canciones que iba trayendo Nacho (cantante y compositor) pedían más amplitud, un ritmo menos recto y quizás mayor intimidad. Nos encontramos más a gusto en estos registros, pero como siempre decimos, depende de lo que requiera la canción. Eso si, esperamos que estos momentos oscuros del disco a los que te refieres hagan otros si cabe más luminosos. Como decía Jero Romero, no hay luz sin sombra.

A la hora de hacer la selección de temas, ¿alguno se quedó fuera y pensáis recuperarlo en directos o futuras publicaciones?

Hubo algunos temas que a lo largo del tiempo no se acabaron de desarrollar por diversas razones. Pero los temas completos que teníamos en el momento de grabar, están el el disco. Ahora tenemos unos cuantos temas más que estamos presentando en directo junto a los del álbum

¿Cómo trasladáis ese sonido del disco al directo? ¿Prescindís de algún instrumento, añadís otros?

En este sentido tratamos de ser muy fieles al disco. Quizás complicándonos más de lo normal y requirendo siempre más canales de los que tienen las mesas de mezclas. Desde aquí aprovecho para mandar un saludo a todos los técnicos de las salas donde hemos ido tocando y que nos han apoyado en intentar trasladar el set tan complejo al directo.

¿Tenéis conciertos ya de cara al verano?

La cosa se está moviendo pero hemos sacado disco recientemente e irán saliendo cosas en las próximas semanas.

¿Qué opináis de este boom que existe ahora del directo?

Es una muy buena noticia. Como grupo te obliga a defender la música y a dejar que evolucione en el escenario. Como espectador me parece que te permite disfrutar de los discos de otra manera. La escucha solitaria es un tipo de experiencia que no es comparable a la posibilidad de ver al grupo en directo rodeado de gente alineada en una misma dirección, con un sentimiento compartido. Hay momentos de mucha fuerza en los conciertos (se me ocurre comentar conciertos que hemos visto recientemente como el de Cabezalí, Modelo de Respuesta Polar o Egon Soda con una comunión muy especial con el público).

¿Nos recomendáis alguna formación madrileña poco conocida y que a vosotros os encante?

Pues diría que Mustard y Saubana son grupos imprescindibles.

¿Vivís de la música o tenéis empleos de personas normales?

No solo no vivimos de la música sino que malvivimos por su culpa.

Y tenemos empleos de personas normales, lo cual no quiere decir que lo seamos. Pero nada molón, ¿eh? Somos un conjunto peculiar.

¿A qué dedicáis vuestro tiempo cuando no lo hacéis con la música? ¿Alguna afición curiosa?

Uff, pues cada uno a alguna cosa distinta. Hay que tener en cuenta que somos 7. Entre la música y los “empleosdepersonanormal” tenemos poco tiempo para aficiones curiosas. Así en global nos gusta ver documentales de la 2, ir a recitales de poesía sufi, hacer de sexador de pollos, la filatelia futurista y el zumba subacuático. Una de estas es broma: nadie ve documentales de la 2.

Muchas gracias.

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