Aprovechando la propuesta organizada por La (bendita) Central, esos jueves subterráneos alternativos, nos acercamos a los alrededores de la plaza de Callao para charlar con la mitad de Cosmen Adelaida. Allí, de terraceo, hablamos con ellos sobre la Movida, Cisne Negro y la alteridad y la publicación de su último trabajo, La Foto Fantasma, con el sello El Genio Equivocado.
¿Quiénes sois, de dónde venís y qué hacéis? Somos Cosmen Adelaida, un grupo de música y venimos del más allá (risas). Venimos de Madrid y no nos gusta etiquetarnos con la música que hacemos. Cantamos en español y hacemos pop que puede tildarse de indie. Empezamos allá por 2007 con una formación distinta a la actual. Javi y Nacho (al habla) nos juntamos y pusimos un anuncio en Internet y empezamos a tocar y dar conciertos. ¿Qué relación tenéis con ALSA? La misma que tú (risas). Haciendo brainstorming en un lugar parecido en el que estamos ahora (terraza castiza en las cercanías de Callao), estando ya cansados de dar nombres a diestro y siniestro, un amigo asturiano soltó Cosmen Adelaida y nos gustó como sonaba. Después nos contó quien era y reafirmó la decisión. ¿Cuáles son vuestras influencias? ¿A quién estáis escuchando ahora mismo? Tenemos muchísimas influencias y cada uno tenemos nuestro punto de vista. A Javi le gusta mucho la música de los ochenta más maldita de la Movida como Golpes Bajos, Décima Víctima o La Mode. De hecho, en este último trabajo sí que creo que se nota esa búsqueda de una estética de lo sublime que era la que buscaba La Mode. También del punk de los setenta. Antes nos fijábamos más en los sesenta y también en los noventa, década que sigue estando muy presente. Es la época en la que fuimos adolescentes. Además, nos influyen grupos actuales. La llegada de Luis (Juventud Juché) ha sido importante y se nota en influencias como Juanita y los Feos. También nos gustan Kokoschka. Y sobre escuchar…estamos con Metronomy ahora mismo y también con el punk de Wire o grupos de la nueva ola punk. Vamos variando. También estamos escuchando a Belle and Sebastian. Vuestro anterior trabajo se llamaba 7 Picos, mítica atracción del Parque. ¿Con quién pasaríais un día en el Parque de Atracciones? 7 picos es un disco en el que, si te fijas en la portada, estábamos todos juntos y representaba ese momento de rasante en una atracción. Supongo que volveríamos con la formación inicial del grupo a ver qué pasa. Aprovechando que estamos en el Parque de Atracciones, habéis colaborado en el homenaje a Super 8, disco de Los Planetas que cumple 20 añitos, con el tema La Casa. ¿Cómo surgió esta colaboración? Nos la pidieron. Contactaron con nosotros y nos dieron la canción. Al principio fue un poco bajón porque es la cara b del single de regalo (risas). Pero después, pensándolo, vimos que tenía muchas posibilidades. La estrofa se diluye bastante y por eso intentamos hacer una canción más directa y también meter arreglos que la acercaran a lo que hacemos nosotros. La intención era quitarle relleno y, de hecho, dura menos que la original. Estamos muy contentos con el resultado aunque seguimos dándole vueltas (risas). En abril publicasteis vuestro último trabajo, La Foto Fantasma, ¿qué vamos a encontrar en este disco? Canciones más directas. Seguimos ahondando en el crisol de sonidos pero más contundente que 7 Picos, también derivado del estado de ánimo en el que lo hicimos. 7 Picos fue un momento de bajada y en este disco estábamos en una recta a toda velocidad. De hecho, cuando hicimos el disco, íbamos a hacerlo de diez canciones y salieron dos en el último mes. Tiene más velocidad y es más acelerado. Quizás tiene un tono rojo ‘fuerte’ mientras que 7 Picos era color sepia. Tiene más fuerza. No es optimismo ni positivismo pero tiene más rabia. Vuestras letras desprenden cierta nostalgia. Eso es algo que realmente nos acompaña desde hace mucho tiempo. Leí una entrevista que hizo Mondosonoro a Real Estate donde decían que a ellos también les acompañaba esa vinculación a la nostalgia y que estaban un poco hartos. Creo que la alegría pura normalmente se queda en algo superficial y siempre tiene que ir acompañado. En este disco hay momentos de optimismo muy fuertes, lo que no significa que no tengan un poso melancólico. El necesario. Utilizamos la música con ese sentido catártico. Cuando te enfrentas a la canción, es ella la que te dice lo que tienes que hacer. No pretendemos hacer canciones tristes o alegres, simplemente hay un momento en el que sabes que estás diciendo la verdad, que escribes lo que hay que decir.
Os quería preguntar por la portada del disco. Hopper y Bacon quizás han influido. El análisis plástico sería mejor hacerlo con Elisa que no ha podido estar en la entrevista (risas). También vemos cosas del manierismo y la relación del uno con su alteridad que es el simbolismo y que me parece muy adecuado con el disco. Siempre estamos cantando al otro, el otro que tienes para ti mismo o esa otra persona que ya no está o que quieres que esté. La alteridad me pareció muy adecuado con el concepto del disco. Habéis contado con Carlos Hernández en la producción. Grupos amigos iban a grabar con él, como Odio París, y estuvimos hablando con ellos. También teníamos referencias del trabajo que había hecho con Los Planetas y recientemente había masterizado y mezclado el último disco de Juanita y los Feos, que como hemos comentado nos gusta mucho. Vimos un cambio de producción similar al que nosotros queríamos dar. Pasar de una producción lo-fi a una con mayor empaque y potencia. Vais a ser el último concierto que va a participar en los Jueves de La Central. ¿Qué os parecen este tipo de proyectos que sacan de los locales típicos de conciertos a los grupos? Íbamos a ser los primeros, pero al final no pudo ser y fuimos los últimos (risas). Nos tuvo que ganar a base de tomarse unas copas con nosotros (risas). Ojalá hubiera iniciativas así en todas las librerías y locales del mundo; un lugar donde tuvieran un espacio para hacer conciertos. En este caso, Armando ha sido el promotor de todo esto y es el que ha apostado por una idea que esta bastante bien pensada. Todo lo que sean sinergias con otros entornos siempre es positivo. Nosotros con que haya gente que vaya a nuestros conciertos y que le guste nuestra música estamos contentos. Aparte, es bueno salir de tu círculo y que te conozca más gente porque si no siempre acabas tocando en las mismas salas, los grupos de nuestro entorno tendemos a retroalimentarnos y todo lo que implica salir es bueno. ¿Tenéis más fechas pensadas para este verano? Tocamos el 2 de agosto en el Carmencita Festival en Veguellina de Órbigo (León) que tiene un cartel muy interesante de música alternativa de grupos españoles. También vamos a estar en el Sonorama con la intención de conocer a Mikel Erentxun y a Raphael (risas). Y también para tomarnos un asado con los de Terrier. Y ya para terminar, ¿a quién os gustaría que entrevistásemos? Teletransportarse a Soria acaban de fichar con Acuarela y tiene un primer disco muy personal. También a Manu de Rusos Blancos. Solo a Manu (risas).