Las bandas murcianas, Perro y Crudo Pimento, fueron las estrellas de la noche del pasado sábado 14 de noviembre, siendo sus espectáculos la mejor representación de la pujante escena murciana.
El público entraba con cuentagotas para marcharse directamente al fondo de la sala o mejor aún, a la barra. El escenario, perfectamente preparado para el particular show de Crudo Pimento, esperaba ser invadido por este dúo de músicos tan particulares. La propuesta de estos artistas no puede ser más original y complicada. Mezclar metal, con música nativa americana, con blues, con rock y con la huerta murciana es sin lugar a dudas una locura, pero a estos dos les sales bien. Sus instrumentos diseñados a medida, parecen sacados de un contenedor, pero sobre las tablas suenan como si estuvieran programados de antemano. El uso de samples y loops terminan por conformar un sonido regular y que ocupa cada hueco del espectro audible. Pura magia. Su estilo, sus ganas de innovar y sobre todo, su personalidad, hacen de ellos un grupo único, sin nada que envidiarle a ninguna otra banda. Probablemente, si en lugar de ser de Murcia, fuesen de Los Ángeles o Nueva York, su fama sería mundial.
Una pausa, instrumentos van, instrumentos vienen… Era el turno de Perro, y la París 15 esperaba con ansia la llegada de los mesías del noise huertano. Perro tienen singles, tienen bacalao, y tienen navajas. Su música es puro punch, y si encima sobre el escenario se desenvuelven como veteranos, apaga y vámonos. El uso de dos baterías en la mayoría de sus temas les da un ritmo infernal, perfectamente acompasado por un bajo con vocación solista y una guitarra a la altura del planteamiento. Incluso el teclado, encargado de melodías facilonas, queda perfectamente encuadrado en el conjunto. La guinda la ponen unas letras ininteligibles sí, pero a la vez embriagadoras e hipnóticas. El ritmo se mete en las venas y una vez dentro es imposible expulsarlo. Estudias, Navajas fue representado casi al completo en el transcurso de la noche, aunque la ausencia de ‘Calypso Zombie Runner’ o ‘Jordi Huertano’ deslucieron un tanto el conjunto. Porque sí, porque Estudias, Navajas es una de las mejores noticias que ha tenido la música española en el último año, y siendo egoísta, quiero escuchar el álbum entero en directo, no quiero que me priven de nada. Aunque claro, a cambio los presentes recibimos una buena dosis del Tiene Bacalao, Tiene Melodía, con ‘¡Viva el Porras!’, ‘La Reina de Inglaterra’, ‘Catán’ y por supuesto el himno de Perro: ‘Marlotina’. Tiene esta canción algo especial, algo de lo que no carecen el resto de temas, pero que en ella resuena más desde la primera escucha, y que cala rápido. Cuando cerraron el concierto con ella, el público terminó de entrar en extasis, y eso amigos, no se vive siempre. Por si fuera poco, los murcianos volvieron a tocar un bis, para el que seleccionaron la ya mítica ‘Bicicleta’, una sorpresa muy agradable. Perro hicieron de la París 15 su local de ensayo, y el repertorio se les quedó hasta corto a tenor de las buenas vibraciones que desprendían los presentes en la sala. No es una crítica negativa, al revés, tiene un mérito enorme tocar durante más de una hora, a un ritmo endiablado, y lograr que la gente se quede con ganas. Hay que ser muy profesional y muy cabrón para alcanzar este resultado.
Y así, acabó la noche más huertana que se ha vivido en Málaga en mucho tiempo. Porque los espetos y la Victoria están bien, pero unas buenas verduras y hortalizas, además de una Estrella de Levante de vez en cuando no hacen daño. Tenemos nono de Murcia y de sus extraños sonidos.