Mujeres y Los Wilds hicieron sudar a El Sótano y Madrid durante la noche del pasado viernes.
El pasado viernes 30 el mes de octubre quiso despedirse por todo lo alto con una fiesta digna de los mejores guateques de cuando nuestros padres decidían si hacerse hippies o coquetear con otras corrientes británicas. Para ello, nada mejor que el espectáculo ofrecido por Los Wilds y Mujeres en la sala El Sótano. Todo venido. Sold out que dicen los yankees. Una gran noticia para una sala como El Sótano que, pese a su breve existencia, está llevando una programación y servicio digno de salas más reconocidas. Por no hablar de la acústica (impagable).
Sala El Sótano – Fotografía Eva Sanabria
Como indica la conocida expresión popular, la sala estaba abarrotá. Difícilmente pudimos encontrar cobijo a uno de los laterales ya que los fans (fatales y no tanto) se codeaban para ganar posiciones en primera fila. Como teloneros actuaron Los Wilds, banda afincada en Madrid que bebe de un garage rock similar al de compadres como Los Nastys o Salvaje Montoya. A pesar de que el público parecía guardarse para el plato principal, nadie puede poner en duda que sudaron la camiseta y que sirvieron como primera mecha para carburar la combustión posterior. Tropicalismo callejero el de ‘Maldito ritual’ y un final psicotrópico que dejó a los presentes en pleno apogeo atlético.
Los Wilds – Fotografía Eva Sanabria
Entre cerveza y cerveza subieron al escenario el cuarteto barcelonés Mujeres. Muchas había en primera fila que en algún momento dado hubieran dado sus paños menores como si de una corrida taurina de Jesulín de Ubrique se tratase. El espacio, liberado anteriormente entre la prudencia y la timidez, de la primera fila fue ocupado y entre pogo y pogo más de una acabó cenando más de una coreana. Más contentos que en su pasado bolo madrileño, el cuarteto supo combinar su consistencia garagera con su lado más yeyé e invocar a esos muertos del primero de noviembre con temas de su último disco, Marathon. Whiskys, ajustes de sonido en cada tema, verbo fácil sobre el escenario y un público entregado con los temas en castellano, coreados ‘Aquellos Ojos’ o ‘Vivir sin ti’, y con perlas como ‘Feels Dead’ o ‘Salvaje’. Como séquito de banda de la fiesta de final de curso de instituto norteamericano se encontraba el público presente, sin importar los morados, chichones y desconchones que cuerpos y vestimentas tendrán acabado el concierto. Su lado más canalla lo dejaron ver en cada bajada al patio de butacas y en su apoteósico final, mezcla de sesión monologuista y experimento acústico. Dios bendiga a Los Saicos.
Mujeres – Fotografía Eva Sanabria